Seis meses desaparecidos de un albergue infantil de Nuevo León
México D.F., 17 de julio de 2009
Cencos.
Terminada esa distracción, es tiempo ya de ocuparse de la democracia.
Una de las áreas que hace falta explorar es la profunda mutación política que se ha producido en un número creciente de personas y grupos. Si bien esto se observa sobre todo en áreas campesinas, particularmente las indígenas, también aparece en los barrios urbanos. Es el paso de la lucha por la tierra a la defensa del territorio.
El despojo sistemático, durante la Colonia y el México independiente, concentró el esfuerzo de indígenas y campesinos en la lucha por la tierra. No termina aún. Tratan de obtenerla quienes se llaman aún, con expresión extraña, campesinos sin tierra. A pesar de la campaña sistemática para deshacerse de la población rural, existen actualmente en el país más campesinos que nunca. Su proporción en el conjunto de la población se ha invertido. Eran más de dos terceras partes del total hace 50 años; hoy son menos de la tercera parte. Pero siguen siendo muchos millones y una parte de ellos sigue peleando por un pedazo de tierra.
La misma lucha aparece en las ciudades. Se trajo a ellas la tradición rural de la invasión, la ocupación ilegal, la conquista progresiva de un espacio. La regularización
de la tenencia del predio requiere habitualmente tantos años como la construcción misma de la casa. Es una lucha que aún no termina, tanto por los que siguen requiriendo un espacio propio como por los que esperan todavía la regularización
del que ocupan.
Esta vieja lucha se ha convertido ahora en otra más profunda y relevante: la defensa del territorio. Sus motivos inmediatos son múltiples, pero casi siempre tienen un denominador común: la intrusión de una empresa nacional o trasnacional, respaldada por el gobierno, que amenaza la existencia de los dueños legítimos del territorio, por la ocupación directa del suelo o por la utilización de sus recursos.
Felipe Calderón sigue dedicado a la venta del país entero y en muchas regiones se encuentra ya en la etapa de entrega de la mercancía. Se abre así toda suerte de conflictos con los habitantes rurales o urbanos que necesitan ser desplazados para ese fin. Pero la gente no está dispuesta a permitirlo. Se han organizado para resistir y se ocupan con notable vigor de la defensa del territorio, a menudo a partir de amplias coaliciones horizontales que se han ido forjando en el camino. El principal ejemplo sigue siendo el de los zapatistas, pero los casos se multiplican por todo el país. Cada vez más, deben enfrentarse a fuerzas represivas que intentan conseguir mediante la violencia lo que no es posible obtener a través de un proceso político democrático.
Quienes experimentan hoy esta mutación, que representa un ejercicio radical de la soberanía popular, pueden apoyarse en una vieja tradición. La lucha por la tierra empezó en la Colonia como empeño para recuperar los regímenes comunales que formaban el modo de vida de los pueblos indios. Buscaban tener de nuevo el territorio en que podían gobernarse a sí mismos. Exigían ante la corona española la recuperación de sus ejidos –la palabra que allá podían entender. Ejido, que viene del latín exitus, salida, era el terreno a la salida de los pueblos que los campesinos españoles empleaban en común. Cuando los invasores encontraron los complejos regímenes comunales de los pueblos indios les encontraron algún parecido a sus ejidos y les pusieron ese título genérico. La lucha logró algunos resultados. Al final del periodo colonial, las Repúblicas de Indios, como se les llamaba, ocupaban 15 millones de hectáreas.
Los pueblos sufrieron nuevos despojos en el México independiente. La memoria colectiva se mantuvo. La revolución se desató en 1910 con la idea de reconstituir los ejidos, destrozados por el porfiriato; sólo más tarde apareció el lema de Tierra y Libertad. Millones de campesinos e indígenas querían de regreso sus propios espacios, no sólo un pedazo de tierra. Y no pararon hasta que, a partir de los años 30, empezó la recuperación que creó el ejido cardenista y reconoció la comunidad agraria.
En esa tradición se apoyan hoy los pueblos indígenas y campesinos que en la defensa vigorosa de su territorio encuentran la base para sustentar, con su modo de vida, una nueva forma de auténtica democracia.
“Plataforma Constitucional de los Candidatos de Izquierda”
En reunión realizada el viernes 10 de julio en esta Ciudad de México, integrantes de la asociación de Promotores de la Plataforma Constitucional de los Candidatos de Izquierda, resolvieron dirigirse al VII Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática y a la Opinión Pública Nacional, para presentar las siguientes proposiciones:
A t e n t a m e n t e
Por la Asociación de Promotores de la Plataforma Constitucional de los Candidatos de Izquierda
Carlos Payán Velver, Arnaldo Córdova, Gerardo Unzueta.
Mantener la reforma electoral |
Borrás en la Corte |
Laura Itzel Castillo, El Universal, 15 julio 2009 |
El día de ayer el Infonavit anunció que este año colocará medio millón de créditos mediante la captación de 10 mil millones de pesos, como resultado del endeudamiento obtenido por los certificados de vivienda, denominados Cedevis. Lo que no dijo ayer el director del Infonavit, Víctor Manuel Borrás Setién, es que estos documentos son “créditos tóxicos”, como los denominaron en los Estados Unidos, a partir de la crisis hipotecaria generada en ese país de América. Lo que tampoco informó Borrás es que durante junio estuvo muy activo por todos los pisos en la Suprema Corte de Justicia, con el objeto de impedir que se efectuara la sesión de la Segunda Sala, integrada por los ministros Margarita Luna Ramos, Genaro Góngora Pimentel, Mariano Azuela, Sergio Aguirre Anguiano y el presidente de la misma, Fernando Franco González Salas. ¿Qué hacía Víctor Manuel Borrás en la Suprema Corte? Defender los jugosos negocios de las empresas extranjeras Capmark y Scrap II, ahora propietarias de las viviendas de miles de familias trabajadoras en la República mexicana. ¿Cuáles son estas empresas? Capmark es una firma trasnacional creada por Gmac, brazo financiero de General Motors, que recientemente se declaró en quiebra, motivo por el cual el presidente de EU intervino para su rescate, para lo cual compró la mayoría de acciones. ¿Quién es el propietario de Scrap II?: es City Group a través de Gramercy. Este poderoso grupo, como sabemos, también fue intervenido por Barack Obama, y el resultado es que el gobierno de aquel país es accionista mayoritario. El Consejo de Defensa de la Vivienda (CDV) presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación más de un centenar de amparos en contra de la venta de la cartera vencida a estas dos empresas extranjeras, bajo la argumentación de que la venta de créditos (casas habitadas) afecta directamente a los trabajadores derechohabientes de esta institución que reniega de ser organismo público descentralizado y que se asume orgullosamente como institución bancaria. Según René Sánchez Galindo, abogado del CDV, permitir la venta de estos créditos significa violar el artículo 43 bis de la Ley del Infonavit, toda vez que las empresas antes citadas no tienen facultades fiscales para recaudar 5% del salario que el patrón está obligado a pagar al instituto, conforme lo estipula el artículo 29. ¿Acaso el Infonavit define a los estadounidenses como patrón? ¿Dónde quedó el 5%? Quizá el que no se celebre la sesión de los ministros se deba a que tuvieron que irse corriendo de vacaciones y no tan sólo a las gestiones del director del Infonavit. Ya lo veremos. |
PREMEDITACION, ALEVOSIA Y VENTAJA
Por
Emmanuel D´Herrera Arizcorreta
Ir a visitar a los primos en Teotihuacan era una delicia, los grandes ahuehuetes y los esbeltos huejotes se agigantaban ante mi minucia infantil que chapoteaba en los límpidos canales. Un recuerdo apenas perceptible me queda de las moles de los templos, todavía mal descubiertos, y sin embargo el del sol siempre presente en los “veintes”…las monedas de 20 centavos disputaba encolada al “águila” un destino de 50%.
Pero mi enamoramiento de Teotihuacan vino cuando con mi grupo scout fui a prestar servicio en la ceremonia de llegada de la Antorcha Olímpica en septiembre de 1968. El fasto de los caballeros águila y sus plumajes, el atronar de los atabales y teponaxtles y el brillo de las antorchas en el mar de la oscuridad de las inmensas plazas de la ciudad de los dioses, me fascinó y me hizo imaginarme lo grandioso que debió ser esa cultura.
Prolongadas estancias en el extranjero alejaron mi relación con Teotihuacan, hasta que hace tres lustros me instalé en su valle. Hace 10 años tuve un hijo, cuyo cordón umbilical enterré en una pequeña oquedad en la cima de la pirámide de la luna, esperando que mi retoño se mantuviera fiel a su origen cultural.
El capitalismo salvaje, acompañado de consumismo y ansia de lucro, convirtió a la Ciudad “donde los hombres se vuelven dioses”, en la ciudad donde los “dioses se vuelven mercachifles, especuladores y agiotistas”.
A pesar de que en Agosto de 1988 se estableció mediante el decreto presidencial el estatuto más importante de zona de monumentos arqueológicos, Teotihuacan se ha visto invadida. Primero fue el del Club Mediterranée, inaugurado por López Portillo y su Secretario de Turismo, después la construcción del Hotel Quinto Sol que además de estar dentro del perímetro de la zona, afecto el puente llamado “del emperador”, del siglo XIX.
Mas reciente fue la construcción y operación de un aurrerá, también dentro de los límites de restricción de la zona arqueológica.
En los últimos de estos casos me puse al frente de movimientos reivindicativos del patrimonio Cultural Nacional y el respeto a la Zona de monumentos, contando con un amplísimo concenso de la comunidad intelectual y del pueblo en defensa de nuestro legado. Sin embargo, el poder del dinero, particularmente en el caso de Walt Mart, hizo doblegar a las autoridades del más alto nivel del país y los proyectos están funcionando.
Ahora el desafío es más directo, pues se ha practicado cerca de 7000 horadaciones en las estructuras de los templos para la instalación del espectáculo de luz y sonido, que afortunadamente está detenido, pero sin que se haya declarado su cancelación.
Paralelamente Walt Mart pretende ahora realizar un desarrollo estilo Disneyladia, naturalmente con su Vips, Portón y un vasto centro comercial, siempre dentro de la zona arqueológica.
Walt Mart es la empresa más grande del mundo, solo en México, el primero de sus mercados fuera de los Estados Unidos, opera cerca de 1700 puntos de venta entre Aurreras, Vips, Suburbias, SAM´S Club y superamas, corporativa de Wal manejada desde Bentonville, la hace en Arkansas, la hace gracias a apoyos políticos del más alto nivel de Washingtong, dispone de una enorme plataforma mercantil.
Una de las políticas de la empresa es evitar la formación de sindicatos entre sus trabajadores, permitiéndose explotarlos sin límite, en horarios extremos.
Por otro lado, la posición dominante que tiene Walt Mart le permite ejercer presiones descomunales sobre sus proveedores y contratistas, lo que sí, efectivamente puede permitirle dar precios más bajos, pone en aprietos a los productores, muy especialmente a los de bienes de consumo.
Otro de los arietes de la empresa es el crédito. El crédito de la tarjeta que otorga Walt Mart en su mayoría carece de respaldo de los acreedores, pero los abogados de confianza son inexorables cuando de recuperar las acreencias se trata: llaman a la medianoche, dejan recados intimidatorios con los patrones de los deudores y no escatiman esfuerzos legales para desaparecer a los no pagadores.
Quien después de leer sobre los alcances de Walt Mart en México y constatar donde quiera su presencia comercial, considere que es una empresa que contribuye sustancialmente al fisco, se equivoca, pues en el ejercicio pasado solo pago la friolera de $78.00, sí, setenta y ocho pesos por su operación global en nuestro país.
Cada mexicano que acuda a comprar a Walt Mart y sus filiales, alimenta con su dinero al depredador extranjero, es preciso pues, despertar nuestra conciencia de consumidores responsables y dejar de consumir en Walt Mart
El 16 de mayo pasado hice explotar una lata de jumex con pólvora en Aurrera Teotihuacan, más un artefacto de hacer ruido que un arma de uso exclusivo del ejército, como se ha calificado por el Ministerio Público, naturalmente manipulado por la empresa “socialmente responsable”, que suspendió la operación de la tienda apenas unos minutos después del estallido, para seguir explotando los bolsillos de los client
Para acreditar un crimen, el juzgador requiere evidenciar que fue cometido con premeditación, alevosía y ventaja.
Mi premeditación está claramente acreditada en el apartado I de este documento, pero quiero ver que quien me juzgue califique mi acción como alevosa y ventajosa contra la empresa más grande del mundo.
Será mi gloria que se me considere un enemigo de Walt Mart de esa talla.
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¡LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA!
Comisión Coordinadora de la Resistencia Civil Pacífica en Nuevo León. Convención Nacional Democrática (CND). e mail: resistenciamty@gmail.com, resistenciacivilnl@gmail.com