Cuando los políticos usan el término Reforma para facilitar que empresas extranjeras exploren y extraigan petróleo del subsuelo en aguas profundas del Golfo de México, saben que la palabra prestigia a quienes la utilicen.
Niega la burocracia federal se hable de privatizar PEMEX y con doble lenguaje tratan de convencer que el Organismo necesita reformar los Articulos 27 y 28 Constitucionales. El actual Director de PEMEX, en doble discurso, sin experiencia suficiente al tema energético, comienza, como marioneta, a hablar de “alianzas” poco transparentes, sin exponer abiertamente de las intenciones ocultas de privatización paulatina del bastión más importante de los recursos naturales mexicanos.
Después de la depredación insustentable del subsuelo en las dos ultimas décadas hasta casi agotar Cantarell, de desalentar, jubilar y despedir a cuadros técnicos y gerenciales de alto nivel, dejar obsoleta maquinaria e industria petroquímica que hasta mediados de los ochentas se renovó y de no sustituir los yacimientos exitosamente encontrados entre 1903 y 1982, el gobierno federal no ve mas solución que empresas privadas nos saquen de la indolencia federal en inversiones para PEMEX.
No se puede parangonar
No es mentira lo indicado por López que la inversión a PEMEX se redujo de 2.9% en 1982 a 0.57% en 2007, esto es indicador que el gobierno federal oculta al superhéroe privatizador para el rescate de la apatía torcida de no modernizar y expandir la industria petrolera y eléctrica.
En los años setentas el Director de PEMEX Ing. Antonio Dovali Jaime, un hombre patriota y directo, un técnico mexicano previsor, verdadero administrador, no políticos improvisados en el tema, informaba a periodistas que desde 1938 el aprovechamiento de los yacimientos petroleros se había incrementado de 39 a 178 millones de barriles anuales y nos advertía que era explicable el marcado interés de Estados Unidos, por su excesivo gasto energético, de propiciar el crecimiento de las actividades exploratorias de PEMEX con asesoría tecnológica, agregaba que confiaba en la capacidad del trabajador petrolero mexicano y los recursos de la nación. Lo mismo que ahora sugiere López.
Técnicos petroleros, insistía el Ing. Dovalí Jaime, tenían confianza en nuevos mantos localizados especialmente en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Morelos, Puebla, Chiapas y Oaxaca aunque se exploraba en toda
Contra la política petrolera de desmantelamiento de PEMEX es doblemente esencial aumentar la producción en pozos continentales y de aguas someras, ya descubiertos, protegiendo
Los abundantes activos de PEMEX usados indebidamente para paliar ajustes económicos de políticos que si requieren reformas en sus excesos, deben, para celebrar una digna Expropiación Petrolera, obligarse para el bienestar social de México.
Arquitecto , Urbanista, Diplomado por
Marzo de 2008
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