viernes, abril 02, 2010

En defensa del agua

El Ejercito Zapatista de Mujeres en Defensa del Agua from desinformémonos on Vimeo.

La otra violencia




La otra violencia
Ximena Peredo
El Norte, 2 de abril de 2010


Ahora que Femsa consiguió adueñarse de 25 hectáreas de patrimonio público se formarán en fila muchos más empresarios que, como José Antonio Fernández, considerarán que tienen derecho a explotar lo ajeno, lo gratuito. Los empresarios antisociales tendrán razones para exigir a sus representantes el mismo trato recibido por "El Diablo" Fernández. Al ser este hecho a todas luces ilegítimo, vale la pena reflexionar sobre cómo se realizó este jugoso negocio. Qué complicidades apoyaron este desfalco.

Algunos empresarios en Nuevo León gozan de un fuero singular. En lo privado algunas personas son capaces de quejarse de su rapacidad y de sus prácticas monopólicas, pero muy pocas voces se alzan para señalar el daño cultural que generan. Un ejemplo: ocupamos el segundo lugar en obesidad a nivel mundial, el 10 por ciento de la población mexicana padece diabetes y muchos morirán por esa causa. Sin embargo, el Gobierno no regula la publicidad de las empresas que producen refrescos, cervezas, pastelillos o papas fritas, siendo que estamos ante un problema de salud pública con altos costos al erario.

Los empresarios son los jefes de los gobiernos. Para ellos trabajan muchos medios de comunicación. La sociedad los admira por astutos, por salirse siempre con la suya. Los recién egresados sueñan con trabajar en este tipo de empresas, cuyos capitanes forman parte de los consejos universitarios, lo que los reviste de un prestigio inmerecido. Carlos Slim, un monopolista respaldado por el Gobierno, cuyas empresas telefónicas encabezan la lista de quejas en la Profeco, debiendo estar en quiebra, es el hombre más rico del mundo.

Las nuevas violadoras de derechos humanos son las empresas. Su poder transnacional les permite jalar la cuerda hasta el divertimento, aprovechándose de la miseria -material o cultural- de la población. Las marcas negras, se les llama. Algunas esclavizan en sus maquilas, otras niegan derechos laborales, algunos evaden el pago de impuestos o venden productos que dañan la salud de los consumidores, otras se agandallan espacios y recursos públicos, otras intoxican nuestro aire y nuestro subsuelo.

En México hay una cruzada ciudadana amplia en contra del narcotráfico que opera impunemente ante una autoridad rebasada o cómplice, que robó 8 mil vidas de mexicanos tan sólo en el 2009. Pero, ¿qué hay de los otros cárteles de cuello blanco? Sin despeinarse siquiera, cuentan con la fidelidad de sus representantes en las legislaturas del País, haciendo una perversa alianza con partidos y gobiernos. Ésos son los otros cárteles, que pagan a comunicadores por maquillar sus mentiras de verdades.

El miércoles pasado, casi a las 11 de la noche, el Congreso de Nuevo León fue fiel a sus verdaderos patrones y entregó a Femsa 25 hectáreas públicas para construir un estadio privado. Los diputados salieron a defender los intereses de Fernández Carvajal y de sus accionistas esgrimiendo argumentos ecológicos irrisorios por no poder hablar de la "utilidad pública" de un espacio de espectáculos al que se paga por entrar.

Los panistas habían declarado que estaban a favor del proyecto, pero en contra de que éste se desarrollara en La Pastora. Sin embargo, a la hora de la verdad, inclinaron sus cabezas ante el mando de Héctor Gutiérrez de la Garza. El panista Alfonso Robledo se dijo convencido del proyecto una vez que logró modificar el dictamen para "beneficio" de los vecinos. ¿Redujo el número de años del comodato? No, simplemente consiguió un patrullaje de barrio. Tal vez Robledo ignora que la seguridad es un derecho y no una concesión.

No podemos combatir la inseguridad que tiene tomadas nuestras calles y nuestras vidas sin observar las prácticas que facilitan la impunidad. Las decisiones que impactan a toda la colectividad son tomadas por muy pocos que utilizan su voto como moneda de cambio.

Nos toca a la ciudadanía revisar nuestro aporte a la cultura de la ilegalidad, a la impunidad y al fraude político. Condenar sólo a ciertos cárteles es abonar a la proliferación de la violencia.

miércoles, marzo 31, 2010

PLAN 2030: “MEXICOAMERICANOS” GOBERNARÁN LA NACIÓN


En 20 años, México será gobernado por “mexicoamericanos” y se habrá “integrado” a América del Norte: Estados Unidos dictará las políticas públicas, habrá “instituciones compartidas”, las fuerzas armadas mexicanas intervendrán en conflictos internacionales por la “seguridad hemisférica” y se abandonará el concepto de “soberanía”. Según el plan calderonista, el desarrollo del país no será del tipo BRIC (Brasil, Rusia, India, China). La anexión, para usar a México como área de control militar estadunidense, señalan expertos

/ Sexta parte

La entrega total del país a los intereses trasnacionales –impulsada por el plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa– incluye los ámbitos político, gubernamental y militar. En su último capítulo, el expediente revela que, en 20 años, “algunos mexicoamericanos” ocuparán “cargos públicos de relevancia en ciertas áreas”.

Esto, como parte del “proceso de integración con América del Norte”; cuyas primeras etapas abarcan las “áreas financiera, comercial y de políticas públicas”, detalla el documento de la política exterior, compilado en el capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”. El objetivo, según el proyecto transexenal, es que el país tenga un “liderazgo consolidado”.

La “integración” es, en realidad, la anexión, señala Pablo Moctezuma Barragán, autor de México, dependencia y autoritarismo y Cronología histórica de las intervenciones de EUA, entre otros libros. Acerca de la participación abierta de mexicoamericanos en el gobierno, indica: “Es la anexión ya descarada. Así seríamos un país accionista-asociado”.

Explica que el modelo que se quiere imponer con estos planes es neocolonialista. “El desarrollo económico no se da en función del bienestar de la población, sino de las funciones de la metrópoli”: el país produce materias primas (oro, plata, petróleo) y Estados Unidos y Canadá devuelven productos industrializados. Añade que, en este modelo, los derechos de las corporaciones trasnacionales se hacen valer en contra de los derechos nacionales.

En su último apartado, el Proyecto de Gran Visión establece que el país será “parte fundamental de una comunidad de América del Norte, que abarca a México, Estados Unidos y Canadá”.

El problema es que el análisis de las relaciones internacionales –hecho en el contexto de los talleres temáticos a los que convocó Calderón Hinojosa en octubre de 2006– parte desde Estados Unidos, como si la Unión Europea no existiera; como si China, Japón, Rusia e India tuvieran un valor muy relativo, considera el exdiplomático Héctor Lerín Rueda.

Esa “comunidad norteamericana”, dice el documento desclasificado por la Presidencia, estará “integrada con políticas e instituciones compartidas, incluyendo un espacio de seguridad común y una relación profunda en materia de migración, comercio e inversión”.

Moctezuma Barragán refiere que “ya nos anexaron económicamente y (ahora) nos van anexar militarmente. El reto está en qué modelo económico presentan para que no se vea tan feo. Por ejemplo, Puerto Rico es una colonia, pero también dicen que es un Estado independiente-asociado”.

Aunado a ello, el documento plantea abandonar la concepción de la soberanía: “Se deben reconsiderar conceptos considerados como ‘sacrosantos’, como el de la soberanía, ya que detonan debates que puedan llegar a contaminar la agenda internacional del país”.


Documentos






Anexión militar

El expediente México 2030, Proyecto de Gran Visión, consta de 14 documentos que suman 831 páginas. Originalmente clasificados como confidenciales, éstos contienen los resultados de los talleres temáticos convocados por el panista Felipe de Jesús Calderón en octubre de 2006, tras ser declarado presidente electo de México por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en plena crisis poselectoral.

Los talleres fueron auspiciados por el Fideicomiso para Apoyar el Cambio de Administración del Ejecutivo Federal y se dividieron en cinco ejes: estado de derecho y seguridad pública; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; desarrollo sustentable; democracia efectiva y política exterior responsable.

En su nota “xvi”, correspondiente al capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”, el documento revela que el Ejército y la Marina participarán en invasiones y conflictos internacionales. Al consensuar la “visión” de que México será “un país con fuerzas armadas puntero que contribuyen a consolidar el liderazgo hemisférico”, los autores del plan acordaron que “el papel del Ejército no se circunscribiría a su intervención en situaciones de conflicto, pues su colaboración también era muy valiosa en otras situaciones de no beligerancia, como los desastres naturales”.

—Al territorio mexicano (los estadunidenses) lo quieren usar para sus fines de construcción imperial, y en gran medida quieren a México como un territorio controlado, como fuente de petróleo y materias primas de todo tipo, pero también como fuente de soldados. No sólo quieren petróleo, quieren sangre mexicana para sus guerras –dice Moctezuma Barragán.

El doctor en estudios urbanos critica que, con ello, la nación mexicana limitará su papel internacional a la seguridad que requiere Estados Unidos: “Nos quieren integrar en sus planes de guerra”.

De acuerdo con el Proyecto de Gran Visión, para 2030 México será “un país muy activo en el sistema militar internacional de seguridad, para ser escuchado por otros actores internacionales de gran peso”; compartirá “zonas y perímetros de seguridad en el hemisferio”, y será una “potencia media” con capacidad militar para “defender al mundo y sus intereses”.

Lerín Rueda –excónsul de México en Puerto Rico, exjefe de cancillería de la embajada mexicana en Nicaragua y profesor de la cátedra América Latina Hoy, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México– observa que la nación mexicana debe tener “mucho cuidado” en el uso de las fuerzas armadas, “cada vez más involucradas en el proyecto geopolítico norteamericano”.

—Dentro de la estrategia militar que se formula en Estados Unidos, hace tiempo que están pensando que México tiene graves deficiencias y que en algunos terrenos es hasta un Estado fallido. Tienen razón desde su propia lógica: ellos nos ven como un potencial país de conflicto, que podría, en un determinado momento, no ser capaz de salir adelante en asuntos como el del narcotráfico. Hasta la posibilidad de convertirse en un Estado narco”.


Influencia militar internacional

Según el plan México 2030, en el ámbito militar, el país será “un actor muy influyente en la definición de la agenda hemisférica”. Aunque este último capítulo plantea que las fuerzas armadas se integren a la política exterior, fortaleciendo el liderazgo de México a nivel hemisférico, en el primer capítulo –dedicado al estado de derecho y la seguridad pública– no se promueve una reforma militar que posibilite eso, critica Jorge Luis Sierra.

El especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas dice que no hay un “fortalecimiento en un sentido militar clásico, conforme a los intereses nacionales, no a los intereses de un grupo en el poder o del presidente en turno”. La participación de las fuerzas armadas en la seguridad internacional, explica, abandona el concepto clásico de la defensa nacional.

De acuerdo con el proyecto transexenal calderonista, en dos décadas el país será “promotor de solución de conflictos e impulsor de temas prioritarios, en especial en el de seguridad”.

—El plan estratégico de ellos es tener a México integrado en su área de seguridad; pero integrado como traspatio, por eso (Estados Unidos construyó) el muro. No se le va a integrar en igualdad de condiciones, sino que se va a usar su territorio para los fines que necesite Estados Unidos –dice Moctezuma Barragán.

Ése es el contexto de la Iniciativa Mérida, “que es un símil del Plan Colombia”, agrega el también autor de México: dependencia y autoritarismo. Indica que los planes para México se pueden prever a partir de lo que sucede en aquel país, donde ya hay siete bases militares estadunidenses. “A México lo quieren colombianizar, y el plan es usarlo como parte de su área de control militar”.


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La campaña de El Norte

El periódico empresarial por excelencia, el Norte, publicó hace unos días profusa "información" que "descubría" no sólo el supuesto rostro de Marcos -que viéndolo despacito hasta tiene un sospechoso parecido con Bin Laden o un gastado estereotipo de guerillero cubano con el que pretenden todavía asustar- sino el hecho de que el EZLN posee armas y tiene ligas con ETA.

No nos extraña el papel que juega dicho periódico, que siempre ha enarbolado las causas más reaccionarias: las campañas contra el libro de texto gratuito (en lejanos tiempos de López Mateos), contra don José Alvarado rector de la entonces UNL hasta lograr su retiro a otros lares (la Cd de México, retiro que fue acompañado de no pocos intelectuales que colaboraban con don Pepe), contra la Universidad de la mano de Elizondo y su "junta de gobierno", igual contra el rector Ulises y el sindicalismo democrático de la UANL, por mencionar algunos momentos tristemente rescatables de la historia del tal diario.

En el presente reportaje amenaza que hay 83 páginas de informe sobre el tema; se hace eco así de las peores intenciones del actual régimen, cuya guerrita precisamente tiene que ver con generar condiciones para aplastar la disidencia.

Por tal razón, reproducimos este video que nos mandan. No es que todos seamos el Sub, sino que todos somos nuestros hermanos indígenas chiapanecos, oaxaqueños, guerrerenses, todos los desprotegidos, perseguidos y amenazados; todos podemos identificarnos como seres de paliacate o pasamontañas, el símbolo bajo el cual tenemos el mismo rostro y los mismos deseos de construir un mundo distino.


martes, marzo 30, 2010