sábado, julio 30, 2011

Primer aniversario de Juglares@s, grupo de teatro popular


 Feliz primer cumpleaños
 En pleno baile
Soplando las velitas

Desde aquí mandamos un caluroso abrazo y felicitación a Juglares@s, grupo de Teatro Popular o Callejero, solidario a las luchas sociales.

A un año de haber iniciado con un taller a partir de unas pocas mujeres aventadas pero primerizas en eso del teatro, y gracias a Clara Eugenia Flores, la directora del grupo, Juglares@s ha crecido en número de miembros pero también en experiencia y no se diga en compromiso. Es importante destacar que lo que inició como un grupo  compuesto sólo de mujeres, ahora se ha ampliado con la participación de varios hombres jóvenes.

  Con tres piezas en su haber: "Porque ya hemos sido muchas" , "Represión infantil"  y "Lección de Cocina" han participado en diversos eventos, marchas, y representaciones tanto en la calle misma como en algunas Universidades y espacios culturales y alternativos.

De nuevo, felicitaciones! y larga vida a este grupo fresco, animoso, comprometido y cada vez más experimentado grupo de Juglares@s.

Va también el adelanto de que participarán en el Cervantino Callejero en el mes de Octubre

 
Clara Eugenia Flores, Directora de Juglares@s


Para salir de esta pesadilla sólo tenemos que despertar



Desfiladero

Para salir de esta pesadilla sólo tenemos que despertar
 
Jaime Avilés
 
 
Quienes afirman que todos los legisladores son corresponsables de la violencia que nos ha destruido como país, pecan de soberbia. No pueden vestir con ese sambenito a los que ocuparon las tribunas del Congreso en 2008 para tratar de impedir la privatización de Pemex. Tampoco pueden meter en el saco universal de la culpa a quienes, trabajando discreta pero eficazmente en las comisiones de la Cámara de Diputados, han frenado la aprobación de la reforma laboral y las modificaciones a la Ley de Seguridad Nacional. Esos legisladores, que tienen rostro, nombre y apellido, representan al Movimiento de Regeneración Nacional y responden al liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.

Es verdad que la actual legislatura es indefendible. En ella han entretejido intereses y nexos los representantes de todas las expresiones del neoliberalismo salinista. Sin embargo, se equivocan quienes al descalificar a esos usurpadores de la representación popular, condenan a arder en el fuego de su santa indignación la casa que los alberga, una tarea tan absurda como sería la de quemar una cama para acabar con las chinches.

No es hora de renunciar a la política aunque nos repugnen los políticos del sistema. Mucho menos es hora de estigmatizar al Poder Legislativo, como hace a diario la televisión, para desmovilizar a la gente. Es la hora de organizarnos como pueblo a todo lo largo y ancho del país, para ganar el Congreso. Ante la multiplicación de murallas, alambradas y fosos llenos de cocodrilos, que la olinarquía ha colocado en torno de la Presidencia de la República para que nadie se la arrebate, tal vez lo correcto en 2012 sea buscar la mayoría legislativa, para sentar las bases de un régimen parlamentario que ponga en marcha un auténtico proceso de liberación nacional.

Necesitamos actualizar nuestras definiciones. Lo que nos vendieron como la guerra de Calderón contra el crimen organizado, en realidad era una guerra encubierta que el gobierno de Estados Unidos lanzó contra el pueblo de México para despojarnos de nuestras inmensas riquezas naturales, arrebatarnos la poca soberanía que nos queda y dotar a los bandos en pugna –los cárteles y las fuerzas armadas– de poderes extraordinarios que ya escapan a toda forma de control social.

A cinco años del inicio del histórico plantón de Reforma, que trató denodadamente de evitar la tragedia que hoy vivimos, hoy resulta más que obvio que, a través de Calderón, la Casa Blanca nos impuso un régimen cívico-militar en la forma de una narcodictadura, que debemos analizar con la cámara Phantom para mejor comprenderla, resistirla y derrotarla.

Por el lado cívico nos cogobiernan las televisoras (que fabrican gobernantes y controlan el cuerpo y la mente de decenas de millones de personas), los grandes empresarios que no pagan impuestos y son dueños de casi todo, los políticos y policías que trabajan para ellos y las industrias que lavan los 50 mil millones de dólares anuales de la droga, que son la base de la economía del país.

A su vez, por el lado militar, coexisten, uniformados o no, quienes portando armas de grueso calibre y actuando al abrigo de la impunidad, andan por carreteras y ciudades matando, torturando y desapareciendo a personas indefensas, en un combate perpetuo, sin pies ni cabeza, pero con dos objetivos claros, por lo menos muy claros para el Pentágono. Uno, táctico –paralizarnos políticamente por medio del terror–, el otro, estratégico: diezmarnos como población.

Cuando al calor de la crisis del corralito en Argentina multitudes enardecidas repetían a diario, en violentas manifestaciones de protesta, que se vayan todos (los políticos en general), a la postre, los únicos que se vieron obligados a abandonar la escena pública fueron, irónicamente, los creadores de esa atractiva consigna, es decir, los escasos legisladores de la izquierda pura y dura, que efectivamente se fueron a sus casas mientras regresaban al poder los peronistas (esa fallida versión sudamericana del PRI).

Aquí, desde el movimiento de Javier Sicilia, voces respetables y queridas llaman a no votar en las elecciones del año próximo. Esto, afirman, despojaría de toda legitimidad a la clase política. Detengámonos a examinar esta idea. Para la gente de a pie, a la clase política pertenecen los ineptos fanfarrones del Poder Ejecutivo, los miembros del Congreso en ambas cámaras, los ministros de la Corte y su larga cauda de magistrados y jueces, los gobernadores y legisladores de los estados, los presidentes municipales y los dirigentes de los partidos, los levantacejas de la pantalla chica, los opinócratas de las cadenas radiofónicas, los obispos, cardenales y arzobispos, etcétera. ¿Vamos a dejar de votar para deslegitimarlos? No tiene sentido. Sería como tratar de rapar a Carlos Salinas de Gortari.

Además, también son parte de la clase política los activistas sociales, los militantes de los movimientos ciudadanos, las ONG, los periodistas del universo de papel impreso, los blogueros, los 300 mil que todo lo debaten a toda hora en Twitter y los ingenuos que participamos en los círculos de estudio de Facebook, como Fuera Orozco, que organiza el descontento contra la aliada de Elba Esther Gordillo en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, o Los gastos pendejos, que documenta las compras fraudulentas hechas por la Marina, el Ejército, la Policía Federal y demás dependencias gubernamentales a ciencia y paciencia de Calderón.

Para asombro de unos y malestar de otros, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha hecho suyos la agenda y el discurso de la nueva derecha que se pretende modernizadora. Del brazo de Calderón, esa nueva derecha exige relección inmediata de los miembros del Poder Legislativo al mismo tiempo que los denigra, así como la incorporación de las candidaturas sin partido mientras amaga con el fantasma del voto nulo. ¿Cuál es su meta? ¿Que nada estorbe o entorpezca el cambio o de mandos en la cúpula de la narcodictadura? ¿Que al igual que en el estado de México el pueblo se mantenga al margen de las urnas y Calderón –haiga sido como haiga sido– se quede otros seis años, o bien le entregue el poder a Cordero, Don Beltrone o Peña Nieto, y el país siga igual, es decir, en el caos?

Dentro de 72 horas, probablemente, la historia de la humanidad entrará en una nueva etapa, que será inaugurada por un brutal desplome del dólar, si Obama no consigue aplazar la suspensión de pagos de Estados Unidos al FMI. Si el dólar deja de ser la moneda de referencia para todas las economías del planeta, vamos a experimentar muy emocionantes turbulencias en la ciudad, el país, el continente y el hemisferio donde estemos. En México se viven situaciones límites en todos los ámbitos: de represión desatada por los golpeadores de Esther Orozco contra los estudiantes de la UACM a la cólera de los vecinos de Tlalpan y Magdalena Contreras, provocada por la descarada corrupción de los delegados Higinio Chávez y Eduardo Hernández.

De la ira que sienten los habitantes de Nuevo León porque su gobernador se mudó a Texas, al pánico de los que viven en Veracruz por la creciente violencia de Los Zetas, la Marina y el Ejército. Del terror de los migrantes que van de Chiapas a Estados Unidos al nerviosismo de los más ricos entre los ricos que tiemblan pensando en que una nueva recesión en Estados Unidos agudizará en todo el orbe el estallido social. No, no es la hora de darle la espalda a la política, sino de cambiar de política y de políticos. Para salir de esta pesadilla sólo tenemos que despertar.

MVS CARMEN ARISTEGUI, EDGARDO BUSCAGLIA, EXPERTO EN VIOLENCIA SOCIAL



Gracias al compañero Pablo Juárez que nos manda esta transcripción de la entrevista de Carmen a Buscaglia

MVS CARMEN ARISTEGUI, EDGARDO BUSCAGLIA, EXPERTO EN VIOLENCIA SOCIAL


México, D. F. Viernes 29 de julio de 2011.

http://www.noticiasmvs.com/entrevistas/primera-emision-con-carmen-aristegui/edgardo-buscaglia-experto-en-violencia-social-527.html


Transcripción del audio. Edgardo Buscaglia: Asesinato de periodistas de Veracruz


Carmen Aristegui (CA), conductora: Le hemos echado una llamada telefónica al doctor Edgardo Buscaglia, por lo que acabamos de presentar esta mañana. Nos parece importante conocer un punto de vista como el del doctor Buscaglia. Afortunadamente, estaba siguiendo de cerca la información que aquí se presentó y tiene noción de lo que aquí se ha dicho. No solo noción, sino tiene conocimiento de lo que les he dicho sobre este tema de Veracruz.

Muy inquietante y muy preocupante precisamente que la sociedad mexicana empiece a ver cosas de esta naturaleza que implican autoridades, que implica gente armada, que implica a periodistas y que implica nombres y apellidos.

En un brevísimo recuento Edgardo, gracias que me tomas esta llamada en la recta final de este programa. Pues estamos frente a algo que evidentemente es parte también de lo que sucedido en otros países, es decir, la irrupción de personas que se presentan como justicieras y que en este caso se autodenominan "Matazetas", que ofrecen información a la opinión pública a través de un video que suben a una página de Internet -y que en este caso nosotros tomamos la decisión editorial de compartir con nuestra audiencia- en donde identifican nombres y apellidos tanto de autoridades como de periodistas.

Y por otro lado, paralelamente una autoridad identificada como el procurador de Veracruz a su vez días antes, entrega otro video a un medio de comunicación que divulga y que coloca una versión distinta.

Más allá de las particularidades, y de los nombres y apellidos aquí ya presentados, te pregunto Edgardo: ¿Qué tipo de fenómeno es este? Una vez que eres conocedor del fenómeno de la delincuencia organizada que se reproduce en otras partes del mundo. ¿Qué tipo de cosa es esta, Edgardo? Gracias por estar aquí como siempre.

Edgardo Buscaglia (EB): No, de nada Carmen. Yo no sé como haces para localizarme con tanta rapidez. Le tienes que dar ese secreto a mi madre.

CA: Si es a tu madre lo haré, a otros ni de broma.

EB: Mira, este fenómeno, este cáncer que está viviendo México de violencia organizada viene acompañado de una fragmentación del Estado. El Estado mexicano es como un rompecabezas donde cada pedazo del Estado está capturado por diferentes grupos criminales.

Una fiscalía trabaja para "Los Zetas", la policía trabaja para el Cartel de Sinaloa, y en ese contexto de violencia organizada surgen grupos paramilitares que, contigo venimos conversando desde hace mucho tiempo, inclusive en tu último programa con CNN te pronostiqué la paramilitarización se iba a propagar en México. Y este es un ejemplo, lo que tú ves en ese video. Este grupo "Matazetas" y este grupo que de alguna manera felicita a un gobernador, da cuenta de periodistas que estaban pasándole información al gobierno.

En este proceso, en esta orgía de violencia hay una guerra mediática de estos grupos armados. Hay una guerra de desinformación de estos grupos armados y obviamente el Estado fragmentado, el Estado corrupto, en donde cada pedazo es capturado por diferentes grupos criminales, forma parte de esta guerra de desinformación.

Entonces no tenemos que tomar lo que dicen esos videos como información veraz, como información con conclusiones. Forma parte de esta orgía de violencia organizada donde cada grupo criminal justifica su lucha armada, justifica sus homicidios, justifica sus secuestros, justifica sus torturas con base a estar llevando adelante algún tipo de bien social.

Por ejemplo, tú ves que ese grupo criminal en este video se justifica ante la población. Está dando una especie de justificativo en donde dicen: "Estamos limpiando al estado de toda esta mugre", utilizan la palabra mugre. Eso sucedía muchísimo en Colombia, sucedía en Rusia, sucede en Nigeria, sucede en los países donde la violencia organizada está fuera de control.

En este contexto, obviamente matan a periodistas, matan a funcionarios estatales, matan empresarios, que es lo que lamentablemente estamos viendo que cumple con el pronóstico que hemos hecho.

Lamentablemente, este tipo de situaciones son predecibles, pero también se pueden evitar y no se ha hecho lo propio desde el Estado mexicano, porque lo primero que tienes que hacer para poder comenzar a contener esta violencia es un pacto de Estado a gran nivel para poder limpiar a los estados, a los municipios y al Gobierno Federal de la corrupción desenfrenada que lo está invadiendo.

Sin limpiar al Estado primero, no puedes comenzar a combatir a estos grupos armados, es imposible.

CA: Es imposible. Pues ése es el tema central, sin duda. Edgardo, se me acabó el tiempo, pero creo que es muy importante lo que nos acaba de decir para dar cuenta del fenómeno del que esta mañana hablamos y presentamos aquí. Ya habrá oportunidad de seguir platicando, no me quiero despedir, me quedan 30 segundos, sin comentar que va a haber un conversatorio para el tema de la delincuencia organizada, vas a participar en algo este sábado, si no me equivoco y creo que es importante comentarlo.

EB: Esta es una red nacional de organizaciones no gubernamentales, una en red nacional de sociedad civil que se dedica a atender a víctimas de violencia, a asesorarlas para que puedan acceder a la justicia en un ambiente muy difícil y se va a reunir en la Comisión de Derechos Humanos del DF, este sábado a las 12:00 del medio día.

Esta Comisión de Derechos Humanos está en la avenida Universidad 1449, en la colonia Florida, es el Metro Viveros, línea tres, creo. Y ahí se reúnen el sábado a las 12:00.

Es muy importante que todos los que están preocupados, todas y todo se hagan presentes ahí, no por la participación nuestra, sino porque estas decenas de grupos de sociedad civil han formado red en México, para empezar a apoyar a víctimas para que puedan acceder a la justicia, para que puedan aclarar sus casos, hay asesores jurídicos que los pueden ayudar para que puedan de alguna manera recibir algún tipo de respuesta por parte de la autoridad.

Entonces este tipo de redes de sociedad civil, como en Europa, como en algunos países de Asia, son importantísimas para que la sociedad civil realmente sea más fuerte, se coordine para enfrentar al Estado de igual a igual e imponerle reglas y para proponer soluciones, y además se atiende a víctimas desde el punto de vista jurídico.

Nuestra participación no es lo principal, lo principal es que van a estar todas estas decenas de grupos de sociedad civil presentes compartiendo experiencias y atendiendo a víctimas y esto es chambear, es atención a víctimas realmente, no son discursos, no son abrazos, no son lo simplemente palabras simbólicas, se atiende a víctimas para que se pueda acceder a la justicia y se pueda resolver muchos de estos casos.

Así que eso es un poco el motivo de esta reunión del sábado a las 12:00 del mediodía en la Comisión de Derechos Humanos del DF. Gracias Carmen.

CA: Al contrario, a ti Edgardo, gracias por el comentario y gracias por anunciamos esto que va a pasar el día de mañana. Estamos en contacto y hasta la próxima, buenos días.

Pues ahí esta este conversatorio, donde las organizaciones que conforman esta Red Nacional por una Cultura de la Paz, Recupaz se llama, Recupaz pues invitan a este conversatorio donde está, entre otros, el doctor Edgardo Buscaglía y las organizaciones que quieren emprender precisamente el seguimiento y construcción de herramientas para que las víctimas accedan a la justicia.

Además de Buscaglia estará Tonio Dell'Olio, de Libera; Pepe Reveles, colega periodista; Laura Martínez de la Asociación para la Atención de Personas Violadas; Miguel Barrera, director del Colectivo Marabunta; y Carlos Cruz, director de Causa Ciudadana. Ahí está coordinando entre otros, Claudia Cruz y Malú Valenzuela.

Mañana (sábado 30 de julio) a las 12:00 del día, el que quiera ir, en el salón Digna Ochoa de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en Universalidad, ahí por los Viveros, en la línea tres del metro de los Viveros.



Escucha y descarga las mejores entrevistas de Carmen Aristegui en Noticias MVS


viernes, julio 29, 2011

Artículo de Sanjuana Martínez sobre el Padrón de trabajadores domésticos en San Pedro

EL PADRÓN DE LOS SIRVIENTES

El altar de los muertos. Poema de José Emilio Pacheco

El altar de los muertos


El mes atroz que ya se fue
Y nos dejó tantos muertos
Que hasta el aire respira muerte
Y en el agua se bebe muerte.


No resisto la herida de tanta muerte.
México no puede ser el cementerio plural,
La inmensa fosa común
En que yace deshecho lo que esperábamos.


Al porvenir ya lo hundimos
En el abismo que se abre todos los días.




Compromisos de los legisladores

¿Quién desprestigia a la Marina, señor secretario?

¿Quién desprestigia a la Marina, señor secretario?

Acentos

Epigmenio Ibarra

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  • 2011-07-29•Acentos

La guerra, cuando se libra a la mala y sin obtener resultados, suele generar desesperación en los altos jefes militares y sacar a flote sus más siniestras y típicas obsesiones. De pronto, el tiempo y las fronteras se borran y el discurso característico de los gorilas que ensangrentaron América Latina vuelve a escucharse en nuestro país. Formados, casi todos, bajo la égida de Washington y al amparo de la tristemente célebre doctrina de seguridad nacional, los jefes de las fuerzas armadas en nuestros países suelen poner en la mira a quienes defienden los derechos humanos.

Ese discurso, esa doctrina de la que hoy se ha hecho portavoz y en presencia del propio Felipe Calderón, el secretario de Marina, Francisco Saynez Mendoza, ha conducido en El Salvador, Colombia, Guatemala, Argentina y Chile al asesinato de defensores de los derechos humanos y a la conversión, por parte del poder, de las organizaciones ciudadanas empeñadas en esa tarea, en un objetivo más de la acción de las fuerzas armadas.

Decir lo que Saynez ha dicho ha representado la muerte para miles de personas en América Latina y me temo que México, más estando las cosas como están, no será la excepción. Cortos se quedan los defensores de derechos humanos que han exigido una disculpa pública al gobierno federal por lo expresado por el almirante. No se trata de un arrebato retórico, sino de la formulación de una parte esencial de la doctrina autoritaria. No fue una torpeza del funcionario, sino una amenaza real y presente.

Resulta además altamente significativo que sea el jefe de la Marina, el mismo cuerpo que utilizo el cadáver de un narcotraficante, Arturo Beltrán Leyva, para “enviar un mensaje” a sus enemigos, utilizando las mismas tácticas criminales, el que ahora denuncie la existencia de una vinculación perversa entre organismos defensores de derechos humanos y el crimen organizado.

Dice Saynez que “la bandera de los derechos humanos” y “los grupos ciudadanos” son utilizados por el crimen organizado con “el malévolo fin de obstruir la participación de las fuerzas armadas, a las que manchan, en su contra y así tener el campo abierto a su maldad”. Reitera el almirante que organismos defensores de derechos humanos son “usados” con la intención de que “caigan en el perverso juego de los criminales”. Los convierte, a quienes se oponen a la guerra y a las violaciones de los derechos humanos que en ella se producen, en tanto obstáculo para el cumplimiento de su misión, en parte de ese enemigo al que se ha de aniquilar.

Y hace esto el almirante frente a Felipe Calderón; el hombre que ha hecho de la guerra un instrumento de legitimación, una herramienta propagandística y electoral. Lo hace ante un hombre cuya vocación autoritaria y su criminal ineptitud han hundido al país en el abismo. Lo hace ante quien, de bote pronto y sin mediar investigación judicial alguna, criminaliza a las víctimas y considera que, como “se matan entre ellos”, tanta muerte en nuestro país es un claro índice de que la guerra contra el crimen organizado se esta ganando.

Habla además así el almirante cuando quedan menos de 500 días para que este gobierno termine y cuando las prisas y los intereses electorales harán a Calderón presionar para que las fuerzas armadas le entreguen resultados. Resultados a cualquier costo, resultados a pesar de los obstáculos que pueden representar aquellos que denuncian los crímenes del poder, que se oponen a la violación sistemática de los derechos humanos, que se esfuerzan en defenderlos y que denuncian, por fallida, por sangrienta esta guerra que sin perspectiva de victoria se libra en nuestro país.

En el mismo saco ponen Saynez y Felipe Calderón a criminales y defensores de los derechos humanos. Más allá de la postura propagandística hacen patente su deprecio por la organización ciudadana, por el clamor de paz, por la indignación ante la pérdida de tantas vidas inocentes. La falsa disyuntiva vuelve a presentarse o con Calderón —y en este caso con la Marina— o contra México.

Declarada esta guerra sin considerar los instrumentos judiciales para la consignación de los delincuentes resulta mas fácil matarlos que apresarlos. Desplegada masivamente la tropa, con todo su poder de fuego y establecida la coartada del “se matan entre ellos” tienen jefes y oficiales carta blanca para proceder a desaparecer o ejecutar a mansalva. Por eso siempre —y contra lo que regularmente sucede en la guerra— aquí la cifra de bajas mortales supera con creces a la de los heridos.

Y si ya funcionan escuadrones de la muerte y un alto jefe militar se ha pronunciado tan claramente contra los defensores de los derechos humanos, ¿quién va impedir que sus integrantes, en ese afán de “limpiar el país de criminales”, procedan contra aquellos que les estorban? Irresponsable y grave lo dicho por Saynez. Criminal y sintomático que su jefe Felipe Calderón no le hubiera enmendado de inmediato la plana. No es cuestión de que se disculpe el almirante ni de que Calderón pida perdón. Deben los responsables de esta guerra rendir cuentas ante la ley y la nación. Urge que se les ate las manos y se les tape la boca para que no corra más sangre.

http://elcancerberodeulises.blogspot.com



Documento de la Unión de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera



DOCUMENTO PRESENTADO EN LA SESIÓN DEL PARLAMENTO DE DERECHOS HUMANOS EFECTUADA EN EL AUDITORIO SUR DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, EL 28 DE JULIO DE 2011.


El 29 de junio se cumplieron dos años de que la comunidad indígena de Santa María Ostula, Michoacán, recuperó más de mil hectáreas correspondientes al paraje de Xayakalan que desde hace más de 40 años habían sido invadidas por caciques de La Placita, Michoacán, inició la fundación del poblado y campamento en resistencia de Xayakalan, frenó los megaproyectos carretero y turístico que pretendían imponer en el territorio nahua todos los niveles de gobierno e impuso un alto a la decisión del estado para despojar a Ostula de casi diez mil hectáreas de tierras y montes comunales.

También se cumplieron dos años de que la comunidad, apoyada en el Manifiesto por la Autodefensa indígena del Congreso Nacional Indígena, resolvió cerrar todo su territorio y hacer el ejercicio pleno de la AUTONOMÍA Y LA AUTODEFENSA INDÍGENA a través de la reconstitución de su policía comunitaria tradicional y de la formación de un cuerpo de guardia comunal que encabezó la recuperación de las tierras, playas y montes que les habían sido injustamente arrebatadas y que actualmente son resguardadas por dicha guardia.

Sin embargo, el precio que los comuneros de Ostula han tenido que pagar por haberse atrevido a defender sus derechos y ejercer su autonomía, ha sido muy alto. Constantes agresiones de grupos paramilitares que persiguen, asesinan y desaparecen a integrantes de esa comunidad y de las comunidades vecinas con total impunidad, con un saldo de 16 comuneros muertos o desaparecidos en los últimos seis meses, decenas de viudas, huérfanos y familias desplazadas y la suspensión indefinida de clases en las escuelas.

Los Gobiernos Federal y del Estado no han garantizado la existencia de la policía comunitaria ni han reconocido la propiedad comunal del paraje de Xayakalan; por el contrario, han realizado permanentes campañas de desarme y detención de comuneros, incluso con participación de agentes estadounidenses, mientras que los grupos de delincuencia organizada que dominan en la región y en Michoacán actúan a sus anchas, protegidos por las corporaciones policíacas del estado y por la actitud omisa y cómplice del Ejército Mexicano y la Marina Armada de México.

En septiembre de 2010, la comunidad obtuvo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos medidas cautelares con relación a las desapariciones de Francisco de Asís Manuel, Javier Martínez Robles y Gerardo Vera Orcino, lo que permitió el inicio del diálogo con la Secretaría de Reforma Agraria y la Secretaría de Gobierno del estado para tratar de destrabar la problemática de las tierras recuperadas en Xayakalan; ambos gobiernos propusieron a la comunidad la “liberación” de 22 hectáreas que corresponden a su propiedad inmemorial, pero que, en 1967 fueron dotadas al ejido Salinas de La Placita y ofrecieron 40 millones de pesos por ellas, lo cual fue rechazado por la asamblea General de Comuneros.

En Xayakalan, donde está en pleno funcionamiento la policía comunitaria, no hay violencia ni asesinatos; éstos han ocurrido principalmente en la carretera costera número 200, bajo vigilancia federal, y en poblados fuera de su territorio.

Exigimos el cese de la represión en contra del pueblo nahua de santa María de Ostula y la urgente presentación con vida de los compañeros desaparecidos.

Pero en el movimiento obrero las cosas tampoco están bien, el 11 de julio, día del minero, se les comunicó a los compañeros mineros de la mina de Cananea, que les habían negado el amparo. El mal gobierno se sigue ensañando con ellos, pues a pesar de estar en huelga se decretó la terminación de las relaciones laborales, lo cual es absolutamente contrario a lo establecido en la Ley Federal de Trabajo y los Convenios internacionales. Sin embargo, el grupo México, contrató esquiroles y puso a la mina a trabajar y aunque los compañeros mantienen sus piquetes de huelga en las puertas de la mina, 800 federales resguardan a los esquiroles en los cambio de turno para que ingresen y mantengan la mina trabajando, con el apoyo de paramilitares que se encuentran en el interior. ¿Quien paga a los 800 federales para que protejan los intereses de Germán Feliciano Larrea? Los compañeros presentaron amparos individuales y no van a permitir que se les despoje de su derecho al trabajo, pues ellos son quienes han trabajado durante muchos años la mina. No están solos cuentan con la solidaridad del movimiento obrero nacional e internacional.

Exigimos que se le retiren a Germán Larrea todas las concesiones que se le han otorgado por violador a los derechos humanos laborales de los trabajadores.

Por lo que respecta a la lucha de los técnicos y profesionistas petroleros, la alta dirección de Petróleos Mexicanos, sigue negándonos el derecho a la libertad sindical, se niega a reinstalarnos, violando nuestros derechos humanos laborales y a pesar de que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, lo exhortó a resolver el conflicto, no lo hace, no respeta a ninguna autoridad ni a las leyes ni los tratados internacionales. Por otra parte, hacienda continua despojando a PEMEX de todos sus ingresos, pues en 2010 el rendimiento antes de impuestos fue de 606,678,000.00 millones de pesos y hacienda le quitó 654,141,000.00por lo que PEMEX debió pedir prestado 47,463,000.00 para poderle pagar a hacienda, así ¿que empresa puede subsistir? Y aún así la quieren vender, acaso piensan que Halliburton, Repsol o Schlumberger les van a dar esos ingresos?

Pero la lucha continúa, Santa María Ostula, luchando por ejercer su derecho a un municipio autónomo. Los mineros de cananea por la defensa de su fuente de trabajo y el respeto al derecho de huelga y los técnicos y profesionistas de PEMEX por la reinstalación de los despedidos por haber formado su sindicato, por el respeto de PEMEX a su organización y por la firma de un contrato colectivo de trabajo. No daremos marcha atrás, no nos vamos a rendir, no van a poder derrotarnos, no tenemos otro camino que la victoria.


¡¡El presente es de lucha, el futuro es nuestro!!

¡¡Hasta la victoria siempre!! ¡¡Venceremos!!



Ing. Silvia Ramos Luna



Negligencia, otro tipo de crimen en esta guerra

El negocio del narco no esla droga ,es la muerte

jueves, julio 28, 2011

Plaza Pública. Marina en busca de coartada

Marina en busca de coartada

Miguel Ángel Granados Chapa
28 Jul. 11

 

El Secretario de Marina lanzó anteayer, en una solemne ceremonia de graduación de oficiales de la Armada, una grave insinuación respecto de los móviles de los organismos de derechos humanos que denuncian los abusos de miembros de esa corporación. Sugirió que son voceros de la delincuencia organizada, utilizados para "tener el campo abierto a su maldad".

La defensa de los derechos humanos ha tenido que vencer, a lo largo de las décadas recientes, la resistencia de las autoridades denunciadas por violaciones a esas prerrogativas de las personas. Las agencias policiacas promovieron la creencia de que la protección de tales derechos era un obstáculo a su labor (como si antes de que se pusiera en boga e institucionalizara esa lucha cívica tales corporaciones fueran eficaces) y llegaron al extremo de señalar complicidades entre las organizaciones ciudadanas de derechos humanos con la delincuencia.

Un Gobernador del Estado de México basó parte de la propaganda que según su plan lo llevaría a la Presidencia de la República en un lema que apenas disimulaba una convicción fascista: los derechos humanos son para los humanos, no para las ratas.

Tal reticencia y aun repudio a la actuación de oficinas civiles o públicas de derechos humanos se ha recrudecido al calor de la guerra contra el crimen organizado. Primero el Ejército y después la Marina fueron involucrados en ella por la segunda administración panista de la historia, y por consecuencia quedaron en el primer plano de los señalamientos contra su conducta, que no infrecuentemente resulta en atentados contra la vida, la integridad y la dignidad de las personas.

Impreparados, o formados sólo superficialmente en el respeto a los derechos humanos, los miembros de esas corporaciones militares suelen contar con el solapamiento de las instituciones respectivas. La Secretaría de Marina, en particular, que avanzó a tierra firme y mantuvo su predominio en las zonas costeras en materia de seguridad, se ha distinguido por su afán de negar que sus miembros agravien a personas contra la ley. A veces, forzadamente, tiene que avenirse a las evidencias y aun así encuentra el modo de hurtar el cuerpo a las acusaciones directas en contra de su personal.

Un ejemplo muy a la mano, pues el caso es materia de una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitida hace apenas 40 días, es el de José Humberto Márquez Compeán, detenido y muerto en marzo del año pasado en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León. Si bien fue capturado por la policía municipal, se tuvo evidencia de que llegó a manos de marinos, que por ello quedaron como presumiblemente responsables de la muerte violenta del detenido. Aunque aceptó la recomendación de la CNDH, como finalmente ha tenido que hacerlo en otros casos, la Secretaría de Marina insiste en la inocencia de sus miembros señalados como causantes de la privación de la vida de Márquez.

En su discurso del martes, el Almirante Mariano Francisco Saynez se cuidó de dejar aparte a esa comisión nacional, a la que encomió, respecto de otras instancias defensoras de los derechos humanos. Dijo el Secretario de Marina, luego de asegurar que el respeto a esas prerrogativas de la persona forma parte del patrimonio moral con que la Armada se enfrenta a la delincuencia organizada: "Los grupos delictivos tratan de manchar el buen nombre y prestigio de la Marina utilizando grupos ciudadanos que, mediante engaños, pretenden que caigan en el juego perverso de los criminales que, al utilizar la bandera de los derechos humanos, intentan dañar la imagen de las instituciones con el fin malévolo de obstruir la participación de las mismas en su contra, y así tener el campo abierto a su maldad".

Como su jefe, el Presidente de la República, al hablar de la corrupción de jueces que protegen a delincuentes, el Almirante Saynez haría bien en concretar su apreciación y precisar a qué grupos ciudadanos ligados al crimen organizado se refiere. Si se piensa en los diferendos que la Secretaría de Marina tuvo apenas en junio pasado con Amnistía Internacional y el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, es de temer que el Secretario se refiera a los esfuerzos de esas organizaciones, que denunciaron la desaparición de personas, con violencia y contra la ley.

A una denuncia de la benemérita agrupación civil con sede en Londres, la Marina negó "categóricamente", el 14 de junio, que "personal naval haya participado en dicho aseguramiento". Se refería al secuestro de seis personas de cuya ilegal detención Amnistía puso sobre aviso a la opinión pública. Sin embargo, al día siguiente esa dependencia admitió ("se reconoce", dijo hablando en tercera persona, como si el asunto no fuera de su incumbencia) que algunos de sus miembros "tuvieron contacto con seis de las personas presuntamente detenidas". Y enseguida sugirió que después de ese "contacto", quizá grupos delincuenciales se apoderaron de esos desaparecidos a fin de imputar su destino a las autoridades.

En esos días estaba en curso una redada contra personas detenidas en sus domicilios, a los que miembros de la Marina entraron por la fuerza, y se las llevaron sin mostrar órdenes de cateo o de aprehensión. Entre el 1 y el 23 de junio fueron objeto de ese inhumano trato 15 personas. Por si fuera poco, el 3 de julio siguiente la misma suerte padeció una persona más. Su esposa denunció públicamente tal ilegalidad. Como castigo a esa audacia, el domicilio de la denunciante fue baleado con armas de alto poder.


Cajón de Sastre


La misma preocupación expresada en el cuerpo principal de esta columna fue manifestada ayer por grupos de promoción y defensa de derechos humanos. Juzgaron que la apreciación del Almirante Saynez es "contraria al acuerdo que sienta las bases para la implementación de acciones del mecanismo de protección de los defensores de derechos humanos" emitido por el Presidente Calderón con motivo de la visita de la Alta Comisionada de la ONU sobre la materia. Estiman también que el dicho del Secretario de Marina "expone a un mayor riesgo y vulnerabilidad a defensoras y defensores que enfrentan un ambiente adverso, además de ser contrario al espíritu de la reforma constitucional" reciente en esa materia. Firman la protesta Cencos, el Centro Pro, el Centro Fray Francisco de Vitoria, el Centro Tlachinollan, Serapaz y la Comisión Mexicana de Promoción y Defensa de Derechos Humanos.

miguelangel@granadoschapa.com


Saynez: dichos ominosos. Editorial de La Jornada



Saynez: dichos ominosos
Editorial de La Jornada 
El pasado martes, en una ceremonia de graduación de cadetes de la Heroica Escuela Naval, en Antón Lizardo, Veracruz, y en presencia del titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, el secretario de Marina, almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, arremetió contra organizaciones defensoras de derechos humanos, a las que acusó de caer en el juego perverso de los criminales y las caracterizó como utilizadaslos grupos delictivos (que) tratan de manchar el prestigio y buen nombre de las instituciones. En coincidencia, el mismo día, el subsecretario Enlace Legislativo de Gobernación, Rubén Fernández, negó que el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos cometidas en el contexto de la estrategia en curso contra la delincuencia requiera de una comisión de la verdad porque, a su juicio, tenemos instituciones que procuran la verdad. por
Ambas declaraciones configuran una preocupante actitud gubernamental de rechazo a mecanismos de fiscalización social de los abusos gubernamentales y de protección a los derechos humanos que resultan, en circunstancias como las que padece actualmente el país, indispensables, y reafirman el escaso o nulo interés del Ejecutivo federal por el respeto a las garantías individuales.

En lo inmediato, las afirmaciones del almirante Saynez Mendoza llevaron a diversas organizaciones de derechos humanos a retirarse de la mesa de trabajo sobre seguridad que mantenían con la Secretaría de Gobernación, en vista de la falta de disposición oficial a entender la labor de tales grupos.

No era para menos. Fuera del gobierno federal, nadie ignora que la política calderonista de seguridad pública y combate al narcotráfico no ha logrado acercarse a sus objetivos pero, en cambio, ha multiplicado la violencia y las violaciones a los derechos humanos por parte de las corporaciones policiales de todos los niveles y por las fuerzas armadas. Como ejemplo de ello, la propia dependencia que encabeza Saynez Mendoza carga con señalamientos, documentados por Amnistía Internacional y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por la muerte de civiles, desapariciones forzadas, torturas y uso excesivo de la fuerza.
Ciertamente, como lo dijo el martes el titular de la Secretaría de Marina no se requiere violar la ley para hacerla cumplir, pero hay datos contundentes que indican la falta de capacidad o de voluntad de las corporaciones gubernamentales para ceñirse a ese precepto; por el contrario, la instauración de la guerra que el Ejecutivo federal libra actualmente se ha traducido en una proliferación de atropellos y abusos contra la población en general, agravando con ello el patrón que ha caracterizado al gobierno mexicano desde administraciones anteriores. Recuérdese, al respecto, la barbarie policial exhibida en tiempos de Vicente Fox en los conflictos sociales de Lázaro Cárdenas, Oaxaca y San Salvador Atenco; las masacres campesinas perpetradas durante el sexenio de Ernesto Zedillo y los abundantes asesinatos políticos –de opositores, en su gran mayoría– que caracterizaron al gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

En la presente administración los abusos gubernamentales y la impunidad subsecuente han alcanzado grados sin precedente, y ello hace especialmente necesario el trabajo de organizaciones, movimientos y activistas dedicados a promover el respeto a los derechos humanos y a denunciar las violaciones a éstos. En tal circunstancia, es inaceptable que se pretenda descalificar y hasta criminalizar, desde el poder público, a tales instancias humanitarias y sociales, con el pretexto de que le hacen el juego a la delincuencia, porque de eso a la abierta persecución hay muy poca distancia. Si existe un solo caso en el que se presuma la colusión de un grupo de derechos humanos con la delincuencia, el deber del gobierno es denunciar tal presunción y fincar los cargos que correspondan ante un juez o tribunal. Pero deslizar la sospecha sobre el conjunto de los actores sociales comprometidos con la vigencia de las garantías individuales hace pensar en un poder que busca ampliar sus márgenes de impunidad, como lo hicieron, en décadas pasadas en América Latina, las dictaduras militares, las cuales caracterizaron como enemigos no sólo a sus opositores y detractores políticos, sino también a quienes denunciaban las violaciones a los derechos humanos.



Revelaciones de Campa. El afanoso Camacho. La negativa de AMLO



Ciudad Perdida
 
Revelaciones de Campa
El afanoso Camacho
La negativa de AMLO
Miguel Ángel Velázquez
 
Y ahora, ¿de qué podrán reírse quienes se burlaban de Andrés Manuel López Obrador cuando acusaba complot en su contra?

Los datos le han ido dando la razón. No sólo fue Carlos Ahumada, el delincuente, junto con el panista Diego Fernández de Cevallos; también estuvieron los patrones regenteados por Claudio X. González, desde la Coparmex, acompañados por ese instrumento de derecha que se conoce como Sociedad en Movimiento, que lanzó la campaña de infamias en su contra. Tampoco se puede pasar por alto el trabajo sucio de Vicente Fox, ni el del IFE, que dio cuenta de ello e hizo legal el fraude.

Ahora sabemos, gracias a los documentos de Wikileaks, que la Iglesia católica, o cuando menos uno de sus representantes con mayor jerarquía y poder, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, pidió al gobierno de George W. Bush que frenara el avance de López Obrador. La petición la hizo en el mismo 2006, a unos meses de la elección presidencial, seguramente porque se observaba como inevitable, pese a la guerra sucia, que López Obrador ganaría las votaciones.

No sabemos, no hay datos de cuál fue la respuesta del gobierno de Estados Unidos a la petición del cardenal, pero lo que sí podemos tener en cuenta es, quizá, el último eslabón de todo ese entramado que se construyó para birlar la voluntad de la mayoría de los mexicano. Esa parte de la cadena tiene nombre y apellido: Elba Esther Gordillo.

Un pasaje de esa historia ruín la platica sin tapujos ni reparos, pero con cuidado político, en el programa Discrepancias que se trasmite por Radio UNAM, Roberto Campa Cifrián, a quien la propia Elba Esther mencionó como parte de la negociación que hizo con Felipe Calderón para darle su apoyo.

Al contrario de lo que se ha dicho, Campa asegura que no fue la maestra quien pidió entrevistarse con López Obrador, sino que, afanosito como es, Manuel Camacho buscó la reunión a espaldas de López Obrador, como es claro. “Camacho fue quien me planteó su interés en un encuentro (entre los personajes mencionados). Estoy siendo literal, el licenciado Camacho me buscó para decirme de su interés, insistí con la maestra, finalmente aceptó. La reunión se realizó en mi casa. Camacho le dijo a la maestra: ‘Usted no debe estar distanciada de quien seguramente va a ser presidente’. Y la maestra le respondió: ‘Lo único que le pido, con todo respeto, es que si el licenciado (López Obrador) tiene interés en plantearme algún asunto, pues que me lo plantee él’.”

El encuentro entre Elba Esther Gordillo y Andrés Manuel López Obrador nunca se realizó. López Obrador no lo permitió, pese a que, como platica Campa, él mismo se entrevistó con el líder nacional del PRD en aquel tiempo, Leonel Cota, y con Federico Arreola, quienes, asegura, estaban buscando que el encuentro se diera. La puerta se cerró por decisión de López Obrador, señala quien fue candidato a la Presidencia de la República por el Panal, instituto político que fundó la propia Elba Esther Gordillo.

Las circunstancias estuvieron representadas por la negativa de Andrés Manuel López Obrador para tener un acuerdo con Elba Esther, y eso tuvo como consecuencia que la maestra atendiera las llamadas y las convocatorias del candidato del PAN. Y entonces Roberto Campa, hoy alejado de la vida política partidista, descubre el verdadero valor, la moneda de cambio de la lideresa del sindicato de maestros.
“Va en dos sentidos –advierte–, uno son los votos que representa la organización, pero otro, fundamental, es el cuidado de la elección. La estructura magisterial está entrenada para hacer un trabajo, yo creo que el mejor, en el cuidado de la elección”, y recuerda al padre de los Kennedy, cuando la elección de su hijo: gana la elección el que puede contar los votos.

De pasadita

Dicen algunos miembros del Panal, el partido de Elba Esther Gordillo, que fueron los miembros de la estructura los que dieron a Calderón las actas que requería para conseguir ese 0.56 que sirvió para consolidar el fraude.

La hambruna en Somalia y la matanza en Noruega: naufragios de la humanidad.


La hambruna en Somalia y la matanza en Noruega: naufragios de la humanidad.

José Antonio Trujeque
Somos Uno Radio

En Somalia ha explotado una crisis humanitaria en la que cerca de once millones de personas están, literalmente, muriendo en vida, a causa de una hambruna. En Noruega, según la sangrienta cuenta llevada a cabo desde el viernes 22 hasta el martes 26 de julio de 2011, noventa y dos personas han muerto como consecuencia del ataque efectuado por un extremista que profesa un odio abstracto al Islam y al Marxismo. Se trata de dos fuertes llamadas de atención sobre la potencia que ha adquirido una mentalidad, una manera de ver al Otro diferente: el impulso de un anti humanismo que considera a quienes son diferentes como Enemigos, como el Mal encarnado a quien hay que liquidar. Y no sólo suprimir su existencia como sea, pues esa supresión tiene que ir acompañada con el mayor dolor posible infligido a las víctimas.

Nos encontramos frente a hechos en apariencia inconexos, pues uno tiene lugar en el Cuerno de África Oriental, en una región del planeta que sale de las sombras del olvido sólo cuando la muerte por hambre de millones de personas aparece en los medios. Y el otro, en un país del Occidente capitalista desarrollado, en la próspera Escandinavia que durante décadas ha sido el modelo de estabilidad económica y de avances sociales. Sin embargo, la globalización ha trazado los vasos comunicantes de cierto anti humanismo a lo largo y ancho del mundo. En Noruega y en Somalia, la diferencia es que se abrieron las válvulas que contenían a esas maneras de pensar anti humanistas basadas en la negación violenta del Otro diferente. Comencemos con una rápida mirada al drama somalí.

“Somalia”, por principio de cuentas, no es un país en sentido estricto. A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y los dos primeros tercios del siglo XX, los colonizadores europeos sentaron sus reales en el Continente Negro, llevando consigo la peregrina idea de que el trazado formal de fronteras geográficas limítrofes, era una condición necesaria para la existencia de “un pueblo”. Poco les importó a los colonizadores ingleses, belgas, portugueses, holandeses, italianos, alemanes y franceses, que en África existiera una enorme multiplicidad de tribus, clanes, confederaciones de tribus, quienes habían establecido, durante milenios, formas de conflictos y de coexistencia ajenas a la idea de que cierto “pueblo” es una especie de burbuja más o menos autocontenida dentro de fronteras geográficas, étnicas y lingüísticas.
Al sur del desierto del Sahara, es decir, en esa abigarradísima región del planeta conocida como “África Negra”, han vivido, al paso de los siglos, personas, clanes, tribus, que no han cesado de moverse de un punto cardinal a otro, viviendo un nomadismo que a los occidentales les pareció siempre una muestra más de su “barbarie” y “atraso”. Los habitantes de esta región del mundo son inquietos, movedizos; la trashumancia y el errar de sus pasos desafían la idea misma de encerrarlos dentro de fronteras geográficas.

No por nada, en  esa obra maestra del humanismo contemporáneo representada por su libro “Ébano”, Ryszard Kapuscinski nos dijo a los occidentales que, bien mirada la realidad de esta parte del mundo, “África” no existe. Existen, eso sí, civilizaciones-ríos siempre moviéndose en trayectorias insospechadas para el racionalismo occidental, y que parecen no estar preocupadas en llegar a un punto de desemboque. La errancia es su perenne huella digital.

En el caso de “Somalia”, las potencias colonizadoras que se repartieron el continente pretendieron imponer límites geográficos a culturas milenarias siempre en movimiento. Los africanos son seres humanos que han tenido que habérselas con sequías, con condiciones climatológicas de escasez permanente, en donde arrancarle cultivos a la tierra es poco menos que imposible: saben a dónde ir para conseguir algo de agua dulce, algo de forraje para su ganado, un poco de alimento para el clan. Y antes de la llegada del “blanco europeo”, sabían cómo arreglárselas entre los distintos clanes para no caer en guerras de liquidación.

Pero vino el “blanco” y con sus armas de fuego en la mano, les impuso fronteras, y les impuso con ello las semillas del conflicto sangriento. Después de su “independencia” formal en 1960, “Somalia” no ha existido sino en los mapas: en ese año 1960, cada una de las potencias colonizadoras, Italia, Gran Bretaña y Francia, se pusieron de acuerdo para “unificar” las zonas bajo su dominio, y llamar “Somalia” a aquel ente geográfico artificial.

A raíz de esa abominable colonización, fueron desestructuradas las formas milenarias de arreglo y de proceso de los conflictos inter-clanes, abriéndose entonces las vías por donde han transitado las guerras “somalíes” incesantes. Y para complicar la situación, a los colonizadores les vino la ocurrencia de integrar dentro de las fronteras de “Somalia” a los asentamientos árabe-islámicos de la costa del Mar Rojo, también confrontados entre sí. La herencia de la colonización europea no fue una estructura de educación, ni estructuras hidráulicas, como tampoco les interesó el dejar las simientes de una agricultura adecuada para el terrible clima desértico de la región del Cuerno. Fue una herencia de disputas y de desarreglos que dio lugar a la desmembración “de facto” de ese país fantasma llamado “Somalia”.

En esas condiciones de guerras internas, de pueblos confrontados, de varios “gobiernos-dictadura” opresivos, y viviendo sus pobladores en un ambiente geográfico de sequía permanente, y en un entorno político de terror y de violencia, en esas condiciones pues, es en las que “Somalia” se integra en la tela de araña de la globalización.

Precisamente algunas de las ramas podridas y perversas de la globalización son las que han hallado en “Somalia”, de manera paradójica, una tierra fértil: los tráficos ilegales de armas, de personas y de alimentos.
Sirva de ejemplo la “sociedad” jefaturada por un agente secreto israelí y un ex piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quienes organizaron durante años la venta ilegal de armamento a las distintas facciones en guerra confrontadas en “Somalia”. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), por su parte y desde hace años, ha señalado que el tráfico de personas (migrantes sin papeles, seres humanos vendidos como esclavos, o destinados a la prostitución o al tráfico de órganos vitales) alcanza la cifra escalofriante de al menos cien personas “somalíes” cada día, durante cada año. Y a este panorama se le añade el hecho de que los distintos grupos armados se han convertido en piratas marinos que roban embarcaciones para luego traficar sus cargas de alimentos y medicinas; y no hay que dejar de lado que los señores de la guerra “somalíes” se apoderan por la fuerza de la ayuda humanitaria para venderla y, luego, comprar armamento.

Otra vertiente emponzoñada de la globalización la representa el encarecimiento internacional de los alimentos básicos, como consecuencia de la liberalización y especulación de precios agrícolas, el crecimiento demográfico mundial y la baja en los rendimientos de los cultivos. Por supuesto que, como lo reconocen la FAO y la OCDE, los países del Tercer Mundo serán y están siendo los más golpeados por esta circunstancia económica que tiende a agravarse.

Todas estas ramas perversas de la globalización forman un coctel explosivo cuando las condiciones meteorológicas empeoran la sequía: el resultado es el drama de por lo menos once millones de personas a punto de morir de hambre. “Somalia” viene a ser el sótano más oscuro, antihumano, terrible, de la globalización. Pongamos por caso los relatos de miles de madres “somalíes” que dejan tirados a la vera del camino a sus bebés e hijos agonizantes, con tal de salvarse ellas y el resto de sus familias, sólo para llegar a los campos de refugiados donde los espera el hacinamiento y la expectativa, difusa, de paliar un poco el hambre.
En Noruega el anti humanismo se ha encarnado en las ideologías del odio hacia el Otro, hacia el que profesa otra religión, el que proviene de los países pobres, el que, supuestamente, representa a largo plazo una “lucha de clases”, tal y como malentienden al marxismo los ultraderechistas. Anders Behring Breivik, el multiasesino islamófobo, antimarxista y declarado seguidor de un nacionalismo europeo integrista y fanático, no ha mostrado ninguna señal de arrepentimiento luego de haber matado a 92 personas, algunas de ellas a balazos y otras mientras hizo explotar una bomba oculta. Es más, dice que “Europa” le va a agradecer su acto cobarde y antihumano. Desgraciadamente, cuando uno considera lo extendidas y arraigadas que están estas anti-éticas inhumanas por toda Europa (véase el crecimiento de los partidos y grupos de extrema derecha), desgraciadamente habrá quienes simpaticen con tal monstruosidad.

¿Cuál puede ser el vaso comunicante que conecta a estos eventos en apariencia ajenos, uno acaecido en la próspera Escandinavia y el otro en la hambrienta “Somalia”? ¿Cuál es el canal que hace circular por todo el mundo a estas expresiones del anti-humanismo?

La globalización capitalista no se reduce a procesos de desregulación de los mercados. Hasta el momento, ella tiene como una idea directriz inherente a su funcionamiento, la de poner en la picota de la condena a las esferas de acción colectivas y públicas, para en su lugar ensalzar la impersonalidad de la “competencia” y de la acción individualista, egoísta, es decir, de la esfera “privada”.

Este individualismo descarnado representa la continuidad y la puesta al día de una idea que ha pasado por ser “verdadera”, “científica”, propia de la así llamada “naturaleza humana”. El filósofo inglés Thomas Hobbes, en su libro “Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil”, propuso que todo pacto social justo y duradero entre los seres humanos tiene que ponerle límites a esa parte animal de nuestra especie, donde el hombre es el lobo depredador del hombre. De otros hombres.

La vulgarización de esta idea por parte de los ideólogos más, digámoslo así, vulgares del individualismo burgués, los conduce a representarse el teatro de la convivencia y conflictualidad social, lleno de lobos hambrientos dispuestos a devorar a sus congéneres, y donde el “más fuerte” y el “más capaz” será el que consiga sobrevivir y guiar al resto de la manada, poblada por los débiles. Y dentro de esta gramática de la bestialidad, no sólo hay que devorar y matar a la otra manada de lobos (so riesgo de que ellos acaben antes con la propia), sino hacerlo con la mayor atrocidad posible, a modo de advertencia y de señal de hasta dónde puede escalar el dolor y la agonía del vencido.

Esta “naturalización”, o mejor dicho, “brutalización de la condición humana”, se encuentra presente en las distintas variantes de las mentalidades propias de los integrismos y fundamentalismos racistas, religiosos, ideológicos. Se trata de una vía por la que puede circular el individualismo vulgar, sustentado en la presunción de que el hombre es el lobo del hombre.

No nos dejemos llevar, entonces, y a las primeras de cambio, con la finta de que el multiasesino de Noruega es un “psicópata” y enfermo mental. Ni tampoco de que los “señores de la guerra somalíes” son unos esquizofrénicos del poder. Lo mismo cabe afirmar, con ciertos matices, de los sicarios mexicanos. Son personas y son grupos que representan la puesta en práctica de una ideología propia del individualismo extremo: como el Otro es un lobo agresor en potencia, hay que liquidarlo y suprimirlo, además, de la manera más atroz y cruel posible. “¡Que sirvan de escarmiento las matanzas!”

En este espacio no es posible sino mencionar de pasada a una forma distinta de considerar al Otro diferente. El filósofo Emmanuel Levinas (1906-1995) nos propuso que ese individualismo hobbesiano, en el que se basan ciertas teorías de la política y de la economía (a las que caben agregar los extremismos ideológicos), está en la raíz de las mentalidades que ven como “cosas”, como “lobos competidores”, a nuestros semejantes. Y lo peor, continúa Levinas, es que a este amasijo de ideas se le ha hecho pasar como si fuera la lectura correcta de nuestra común condición humana.

Por el contrario, hemos constituido la parte más luminosa de nuestra humanidad personal y colectiva, cuando hemos buscado acercarnos, comprendernos, entendernos, cuando ponemos por delante no al “Yo” hobbesiano y burgués, sino al “Nosotros”: nuestra capacidad de cooperar, de apoyo mutuo, de escucharnos. Y en nuestros tiempos, donde existe un impulso cultural fuerte para defender a nuestra propia personalidad y libertad individual, el reto se encuentra en permitir la conjunción duradera de una ética basada en el Nosotros, con una ética de respeto a nuestras diferencias personales y a nuestras exigencias de libertad individual.

Termino señalando que para Emmanuel Levinas, el filósofo de la Otredad, esa ética de un “humanismo del otro ser humano” es plausible siempre y cuando cada uno acepte que es responsable de la vida del otro, de los otros. Es cierto que, visto lo extendidas que están las mentalidades de intolerancia, de supresión del Otro, se trata de una ética plausible, mas por el momento cargada de utopismo.

Pero las utopías de la fraternidad (la “paz perpetua”, como las llamó el filósofo Immanuel Kant) son unos faros que nos invitan a acercar nuestras naves a puertos mucho menos sacudidos por las borrascas de los individualismos éticos. Y, cómo no, son los faros que nos ayudan a no acabar hundidos en el naufragio terrible y feroz de los extremismos.
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http://www.fao.org/crisis/horn-africa/home/es/
http://www.oxfam.org/es/content/hambruna-en-somalia-que-es-necesario-hacer
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5iCl-D7sEbi4zPlvXeyeFKrZqZTJg?docId=1576656
http://www.proceso.com.mx/?p=277072
http://www.noticias365.com.ve/temas/al-dia/eeuu-israeli-se-declara-culpable-de-trafico-de-armas-a-somalia/
http://www.acnur.org/index.php?id_pag=5627
http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/foodclimate/HLCdocs/HLC08-inf-1-S.pdf