viernes, abril 19, 2013

Triunfo de los trabajadores de Honda en El Salto Jalisco.






Su unidad garantizó su triunfo, ejemplo para los trabajadores de México.

Jueves 18 de abril de 2013. Felicitamos a los más de 800 trabajadores de la planta Honda en El Salto,  Jalisco,  quienes se decidieron a suspender las labores en esa empresa, cuando pretendieron entregarles la ridícula suma de 300 pesos a cada trabajador  con motivo del reparto de utilidades, siendo que el año anterior habían recibido en promedio $60,000 pesos para cada uno.

Sus demandas: reparto justo de utilidades y el reconocimiento de su sindicato.
Al cierre del 2012, este centro de fabricación automotriz duplicó la producción de su vehículo utilitario CR-V, que se posicionó como el más vendido de la marca en el País.
De acuerdo con Honda, el año pasado se comercializaron 24 mil 723 unidades, contra las 10 mil 346 del año previo, es decir, tuvo un aumento del 138 por ciento.
En el centro localizado en la entidad, con una capacidad de producción de 60 mil unidades, también se fabrican motocicletas y refacciones para automóviles.
Según los reportes de la compañía japonesa, este crecimiento registrado durante 2012 fue superior al que mostró la industria automotriz.

Tras una extensa jornada de negociaciones, los directivos de Honda México acordaron que se pagarían 17 mil pesos por concepto de utilidades a cada uno de los 2 mil 500 empleados que conforman su equipo de trabajo.
Aunque esta cifra será menor a los 60 mil pesos que recibió cada trabajador en el pasado año fiscal, la mayoría de los empleados aceptó la negociación y se reincorporó a sus actividades en la planta ubicada en el corredor industrial de El Salto.
"Lo que se valora del movimiento parista que hubo desde el martes, podríamos valorarlo como un éxito, ya que el rango de utilidades que la empresa iba a entregar por trabajador fluctuaba entre 140 y 300 pesos", refirió un trabajador.

Felicidades.

jueves, abril 18, 2013

'No quitaré el dedo del renglón'

 
 'No quitaré el dedo del renglón'
 
El Norte, Monterrey,  México (18 abril 2013).- En la mesa del comedor de la familia Cantú Cantú hay cirios, veladoras, imágenes religiosas y dos fotos de Jorge Otilio.
Una de las imágenes muestra al joven solo y en otra aparece en el festejo para recibir el 2010 en compañía de sus papás y una de sus hermanas.

En una mesa de esquina está una de las últimas fotografías que se tomó antes de ser presuntamente asesinado hace dos años en el sur de Monterrey, por militares en funciones de policía.

Viste un traje negro, es de su boda, celebrada días antes de morir.

"Mi esposa lo tiene así porque reza el rosario cada semana con sus amigas que la visitan", dice Otilio Cantú, papá del joven asesinado.

Ésta es una manera de recordar al joven que trabajaba en una empresa de telemarketing y que además ayudaba a su papá en su consultorio médico.

Tras su trágica muerte el 18 de abril del 2011, su padre se vio forzado a aprender de leyes para luchar contra las autoridades en busca de justicia por la muerte de su hijo.

A dos años del asesinato, Cantú ríe irónicamente al explicar que el proceso se encuentra apenas en periodo de instrucción en el Juzgado Sexto de Distrito en materia Penal en Nuevo León, es decir, que se aceptaron las pruebas que van a ser desahogadas.

"Estamos otra vez iniciando.

He platicado con el Juez, a mi pregunta de por qué tiene que empezarse de cero otra vez, él me dice que porque es un nuevo juicio.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó que se reiniciara el juicio otra vez", indica.

Como presuntos responsables por homicidio calificado están acusados Rubén García Díaz, Gaudencio Heraclio Moreno, Francisco Pérez Pérez, José Manuel Dolores Luna y Roberto Guadalupe Rodríguez Aldama, quien además enfrenta cargos por delitos de administración de justicia.

Por este delito también están acusados Roberto de Jesús Mellado y Carlos Fidel Flores Ábrego, quienes están en libertad bajo caución.

En el actual proceso, agrega Cantú, existe el inconveniente de que los acusados están en una cárcel militar en la Ciudad de México, y no los pueden trasladar a una prisión en Nuevo León por cuestiones de seguridad.

"Están en la Ciudad de México e iban a ver si era posible que se hicieran las declaraciones por videoconferencia, y ahorita las teleconferencias se pueden hacer hasta por un celular, y resulta que la Sedena no tiene equipo para hacer videoconferencia", señala el papá de Jorge Otilio.

"Entonces, quién sabe, sigo esperando, siguen las trabas, están buscando la manera para que no se termine con esto, pero pues yo no voy a quitar el dedo del renglón, voy a seguir insistiendo".

Para recordar a Jorge Otilio, hoy a las 20:00 horas se oficiará una misa de réquiem en la Parroquia Cristo de la Montaña, en la Colonia Contry La Silla.

lunes, abril 15, 2013

La justicia en México, otra bala para Acteal

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“A los 15 años y tres meses de la masacre de Acteal, donde perdieron la vida nuestros seres queridos, sigue la impunidad de los autores materiales e intelectuales de la masacre, pero además, la impunidad, como una mala hierba, sigue extendiéndose en nuestro país. (…) Lo que estamos viendo ahora en México confirma lo que siempre hemos dicho Las Abejas: los órganos de procuración y administración de justicia en México no están al servicio de la justicia sino de los intereses de los poderosos”.
Organización civil Las Abejas de Acteal 
 Por: Alma Sánchez

Chiapas, México. Con las liberaciones de los autores materiales de la masacre de Acteal, la Suprema Corte de Justicia de la Nación “pone en riesgo la paz social” en una zona donde los paramilitares siguen armados y los sobrevivientes están amenazados de muerte, señala Víctor Hugo López, director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

En entrevista con Desinformémonos para valorar la decisión de la Corte, López señala que las liberaciones se apoyan en una aplicación administrativa de la justicia, sin que la Suprema Corte considere que se trata de un sonado episodio de contrainsurgencia. Ante la impunidad y la falta de justicia, que demuestran que “los pueblos indígenas no cuentan en México”, lo que queda es fortalecer la autonomía como alternativa al sistema político, afirma.

A partir de 1995 el Estado mexicano impulsó la creación de grupos paramilitares que acosan a los miembros de los distintos grupos políticos simpatizantes con el zapatismo. Para principios de 1997, el conflicto político en los Altos de Chiapas se complejizó y los grupos paramilitares tomaron represalias contra quienes no aceptaron sumarse a su causa. El 22 de diciembre de 1997, un grupo de cerca de 90 tzotziles equipados con armas de grueso calibre asesinaron a 45 personas de la organización civil Las Abejas (18 mujeres adultas, cinco de ellas embarazadas; 7 hombres adultos y 20 menores de edad) e hirieron a 26, en su mayoría menores de edad, varios de los cuales resultaron con lesiones permanentes.

Las personas atacadas se encontraban refugiadas en la comunidad de Acteal debido al continuo hostigamiento de grupos armados que quemaban sus casas y cultivos, y robaban sus pertenencias. Estaban completamente desarmados, realizando una jornada de ayuno y oración por la paz. El hecho de que un puesto de operaciones mixtas (fuerza militar, judicial y de seguridad pública) se encontrara asentado a 200 metros del lugar de la masacre ha servido para justificar las opiniones que apuntan hacia una responsabilidad directa del Estado mexicano.

El hecho violento tuvo sus consecuencias políticas inmediatas con la renuncia del secretario de gobernación federal, Emilio Chuayffet, y del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro. Se aprehendió a Jacinto Arias Cruz, presidente municipal de Chenalhó, como sospechoso de proporcionar el armamento a los paramilitares. Sin embargo no ha sido investigado ningún funcionario de alto rango.

El 10 de abril de 2013, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó liberar a 15 indígenas que participaron en la masacre, entre ellos Jacinto Arias Cruz, debido a que se violaron sus derechos constitucionales como el del debido proceso. Noé Castañón León, secretario general de gobierno estatal, indicó que los 15 liberados firmarán un acuerdo para permanecer fuera de la cabecera de Chenalhó, para evitar que se altere la paz. 

¿Cuántos de los autores de la masacre de Acteal están libres y cuántos siguen presos?

La liberación de autores materiales de la masacre comenzó en 2009, cuando el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE), interpuso recursos ante la SCJN, para que se revisaran las sentencias de los implicados. Lo que  argumentó el CIDE fue que había irregularidades en el debido proceso. En ese entonces, la Corte atrajo el recurso que interpuso el CIDE y decidió liberar a un primer grupo de personas, entre 20 y 25. En 2010 liberan otro grupo, y en 2012 fueron liberados de manera intermitente grupos de entre tres y cinco personas. Suman 75 personas con las liberaciones registradas desde 2009 hasta 2013, y quedan presos todavía 10.

De entre las 75 personas liberadas, cinco testificaron en sus declaraciones que sí participaron en la masacre, entre ellos el expresidente municipal Jacinto Arias.

¿El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas considera que existieron estas faltas al debido proceso de los autores materiales de la masacre?

En ese sentido coincidimos, porque podemos decir que el cien por ciento de los casos que pasan por un tribunal de justicia en México presenta faltas al debido proceso. Nos encontramos contrariados que la Suprema Corte reduzca a un proceso administrativo las faltas al debido proceso en un asunto que nosotros interpusimos como de lesa humanidad. Y por si fuera poco, en la argumentación que dan dicen que la Procuraduría General de la República (PGR) es la responsable de las malas investigaciones. Nosotros, como Frayba, decimos que  si es la PGR la responsable del inculpar a estas personas que ya están libres, por qué la Corte no responsabiliza a quienes procuran justicia en México, en este caso a los responsables de la PGR y a las autoridades que señalamos como autores intelectuales.

La SCJN dice que hubo fallas al debido proceso y que esas personas tienen que salir, pero no se pronuncia por el fondo del asunto. Hablamos de 45 personas asesinadas, más cuatro que estaban en el vientre de las mamás. No es el asesinato de tres personas ni la suma de una serie de eventos, sino un evento que constituye una masacre, una respuesta de contrainsurgencia. En México ha sido una de las más sonadas en los medios de comunicación y la SCJN no se pronuncia, parece que se les dificulta explorar el fondo del asunto.

¿De qué manera impactan estas liberaciones en el lugar y en los sobrevivientes de la masacre?

Cuando liberan a estos autores materiales, el gobierno federal los lleva a una finca que tiene rentada para ellos y les suministran alimentos, parte de los programas de desarrollo social. Se hacen beneficiarios de esos programas de desarrollo para poder mantenerse un tiempo. Para el gobierno es insostenible tenerlos así por muchos años, por lo cual ellos retornan a sus comunidades. El gobierno les pide que se queden en esa finca con sus familias, y no hay un acuerdo formal para reubicarlos en viviendas o para reinstalarse permanentemente en otra comunidad.

Dejar libres a personas señaladas como responsables de una masacre es un riesgo -en sus testimonios se declararon culpables-. Todavía está en riesgo la zona; las armas no han sido entregadas. Por más que el gobierno diga que estas personas van a ser reubicadas, en realidad están regresando a sus comunidades. Esto significa confrontar directamente a las víctimas dentro del conflicto armado en Chiapas. Con este tipo de decisiones, la Suprema Corte es la que pone en riesgo la paz social, y no la gente de la comunidad.

Las personas que viven en la comunidad de Acteal comienzan a vivir situaciones de riesgo y de tensión, tanto que su vida normal se ve coartada después de las liberaciones. Como Frayba podemos decir que incluso se ve amenazada, porque pueden encontrarse con los asesinos de sus familiares y estas personas liberadas pudieran volver a cometer lo que hicieron en 1997, gozando de impunidad.

¿Cuál es su valoración sobre las declaraciones del secretario de gobierno Noé Castañón en cuanto a la firma de acuerdos con los excarcelados para que no regresen a las comunidades?

Es parte de la estrategia mediática y la administración de la justicia. Todos los excarcelados han firmado el mismo convenio. Es sabido públicamente que estos acuerdos no se han cumplido. Las Abejas han denunciado en múltiples documentos que hay gente que fue liberada hace un par de años y está viviendo en las comunidades, e inclusive está actuando de forma provocadora contra las comunidades aledañas.

Debemos recordar que en diciembre de 2012, el actual presidente de la mesa directiva de Las Abejas de Acteal fue amenazado de muerte. Dentro de ese contexto, se está dando el retroceso paulatino de la justicia. 

¿Cuál es su conclusión sobre este proceso de liberaciones y vuelta de los autores materiales a las comunidades?

Queda claro que los pueblos indígenas no cuentan ni caben en México y que no hay independencia de poderes en este país; el poder legislativo y el poder judicial acatan las órdenes del poder ejecutivo. Se confirma también que ante la falta de legalidad y legitimidad dentro del Estado mexicano, es necesario que tomen mayor fuerza y validez las alternativas al sistema en el país, como la construcción de la autonomía. Las Abejas de Acteal han reflexionado en estos años esas alternativas, porque el Estado mexicano no responde en lo mínimo a las demandas históricas de los pueblos indígenas.

Picando Piedra


Otilio I. Cantú González: El dolor cala... y muy hondo




Otilio I. Cantú González: El dolor cala... y muy hondo
Monterrey, N.L. El Norte, 14 Abr. 13
 

Innumerables veces en su vida terrenal, a través de casi 30 años, vimos feliz a Jorge Otilio, mi hijo. Una vida plena a lado de su familia, amigos, compañeros, maestros. Alguna vez quizá su angustia y tristeza fueron fuertes por motivos personales, lo que logró superar gracias a su entorno y a la presencia de la que sería el amor de su vida.

Nunca lo vimos tan feliz como aquel 2 de abril del 2011 cuando se casó con una joven maravillosa, ahora su viuda. Ese día Jorge Otilio cantó, bailó, bailamos, disfrutamos, lloramos, pero de alegría.

Qué ajenos estábamos aquella noche, hace ya casi dos años, de que 16 días más tarde lloraríamos inconsolables su muerte cuando un grupo de asesinos adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Nuevo León, comandados por el capitán segundo de infantería, Reynaldo Camacho Ramírez, terminó brutalmente con su vida sin justificación alguna. Su preparación los aficionó a la guerra y a la muerte, al fin discípulos de Felipe Calderón.

Todavía están -y estarán por siempre- en nuestras mentes las risas y comentarios de los recién casados cuando el 10 de abril acudimos a recibirlos al aeropuerto.

Jorge Otilio llegó un poco agripado, sin embargo, no fue pretexto para que el día 14 acudiera a su centro de trabajo a saludar a jefes y compañeros y ver cómo andaba la chamba.

"Voy a descansar un poco", nos dijo, "pero siento que me necesitan y voy a ir antes de que terminen mis vacaciones.

"Mire, papá, así guardo unos días para después solicitarlos en alguna emergencia".

Era el único de mis cinco hijos que a su mamá, su papá y tíos nos hablaba de "usted", a pesar de mis intentos de que nos tuteara.

"No puedo, papá", decía. Él asumía que por respeto debería ser así.

Tomando medicamentos, aquel Lunes Santo del 18 de abril del 2011 se fue a trabajar.

"Mi suegra me dio una torta para que me la llevara en la mañana y me voy a ir en mi troca", nos dijo al despedirse la noche previa, antes de dormir.

Para irse al trabajo, alternaba tanto su ruta como mi carro, un Deville 2002, porque mi camioneta me fue robada a punta de metralleta en una farmacia de la Col. Contry cuatro meses antes por otro grupo delictivo con uniformes federales.

Esa mañana, Jorge Otilio decidió irse por la ruta Garza Sada-Las Torres, en donde fue a toparse 10 minutos después con un grupo de sicarios con uniforme y camionetas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado que truncaron su vida en el momento más feliz, cuando apenas cumplía 15 días de casado, sin disfrutar aún de las fotos y videos de su boda.

En un acto de barbarie, estos despiadados y cobardes le cerraron sus ojos, le apagaron su sonrisa, pero no podrán nunca impedir que entre los suyos se le recuerde como fue: un hombre recto, sencillo, noble, preocupado por los demás y dispuesto siempre a ayudar.

Una persona está preparada para superar cualquier dolor, cualquier pérdida, menos la muerte de un hijo, sobre todo cuando sucede en la forma tan inhumana y cruel como fue el caso.

Los padres asumimos la asistencia de nuestros hijos cuando el atardecer de nuestras vidas llega, contar con su mano segura y fuerte en la cual uno se apoye para despedirse feliz con el deber cumplido. Aquí fue diferente. Nuestro Dios lo eligió y lo apresuró a su presencia.

Muy pronto su proyecto de vida se extinguió en el momento más importante de su existencia. Se lo truncaron unos asesinos a sueldo que hicieron todo lo posible por incriminarlo como delincuente, como sucede con miles de jóvenes a lo largo y ancho de nuestro País, y con la complacencia del Poder Judicial que parece estar a favor de los criminales que continúan en las calles cometiendo tropelías cuando las cárceles están llenas de pequeños infractores sin capacidad de defenderse.

Jorge Otilio era mi compañero, mi asistente, mi traductor en mi actividad profesional. En un abrir y cerrar de ojos, al irse prematuramente, me quedé desvalido con la sensación de un final oscurecido, desconcertado, implorando fuerza para subsistir.

Pronto, muy pronto, Dios y Jorge Otilio me enviaron esa fuerza y con el corazón destrozado y el ánimo menguado tuve que luchar: lo sigo y lo seguiré haciendo por su nombre, el de mi familia y el de tantos jóvenes más y sus familias que imploramos justicia que en este País se da a cuentagotas y de manera selectiva.

Todas las cosas que compartíamos juntos Jorge y yo tuve que transformarlas, dedicando ahora gran parte de mi tiempo en revisar las leyes y la justicia llena de impunidad, corrupción y deslealtades con una Constitución violada y pisoteada, sin que nada suceda.

El jueves 18 se cumplen dos años del asesinato de Jorge Otilio y continuamos como al principio, pero ahora con un juicio civil en el Juzgado No. 6 Penal Federal de Nuevo León, tal como debió ser desde el principio, sólo que el Tribunal Colegiado del Estado probablemente por desconocimiento -lo cual dudo- decidió enviarlo el 30 de junio del 2011 a la justicia militar, a todas luces anticonstitucional.

El caso se encuentra en etapa de instrucción con cinco militares en la prisión militar por homicidio calificado, pero dos en la calle por delitos no graves.

La verdad, al final, es que las leyes mexicanas se siguen aplicando a la interpretación personal por el Poder Judicial y los jueces en turno, incluida la SCJN.

Y ante esto, sólo resta enunciar lo que un autor anónimo escribió: si no defendemos nuestros derechos, perdemos la dignidad, y la dignidad no se negocia.


El autor es médico.

Su hijo, Jorge Otilio Cantú Cantú, fue asesinado por militares en Monterrey el 18 de abril del 2011.


otilio@cantu.com
 

domingo, abril 14, 2013

Peña Nieto sin políticas públicas contra violencia

Peña Nieto sin políticas públicas contra violencia
 
Por Fernando Ríos/Centro Prodh
 

 
El rumbo de nuestro país no parece claro, las políticas públicas implementadas en este sexenio no parecen asegurar las condiciones idóneas para aspirar a una vida más plena para trabajadores, campesinos, jóvenes e indígenas.
 
Un argumento consensuado es que la situación de violencia continúa igual que en el último periodo del ex presidente Calderón, así el semanario Zeta calculó que en los primeros 100 días de gobierno de Peña Nieto han transcurrido más de 4 mil 500 homicidios dolosos, 45 en promedio cada día. ¿El gobierno federal ha abandonado su tarea de garantizar el orden?

Resulta cierto que las consecuencias de la guerra fallida de Calderón fue un mayor empoderamiento de la delincuencia en muchos sentidos. Esta delincuencia a la que nos referimos también se relaciona con la delincuencia legal y permitida, como lo son los sindicatos de la educación y el de Pemex.

No parece haber un cambio sustantivo después de que fue apresada la señora Elba Esther Gordillo, sólo un cambio de piezas para que el sistema continúe, pues ni Romero Deschamps ni otros líderes corruptos se les ha impuesto mayores controles, menos aún han sido llamados ante la justicia a rendir cuentas.

Por otro lado, la delincuencia oficialmente ilegal, sigue con un férreo control territorial, un hecho inédito es que en algunas partes del país se dan el lujo de cobrar una extorsión por conceder el permiso para las fiestas comunitarias. Además la delincuencia sigue teniendo acceso a numerosas armas de fuego.

Asimismo, se sigue dando pie a la impunidad en tanto no haya contrapesos para el Ejército. Uno de los últimos episodios de esta situación fueron los hechos ocurridos el 18 de marzo cuando fueron torturados y ejecutados Alfredo Ruíz y Alexis Moreno en Nuevo Laredo por parte de miembros del Ejército.

Dicha situación no es un hecho aislado,  en los dos primeros meses del año, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo 193 quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), lo que guarda relación con las más de 7 mil 500 quejas que fueron presentadas durante el sexenio anterior.

Estas circunstancias plasman la continuidad en el eje de la violencia y demuestran que el propósito supuesto de terminar con ésta al cabo de un año, es parte de la estrategia dilatoria del actual gobierno. Ante esto no podemos quedarnos sólo con una política declarativa, sino que los ciudadanos deberemos exigir por diferentes medios, políticas públicas adecuadas y que en la implementación de éstas se realice con un estricto apego a los derechos humanos.

Exigen detener la desaparición forzada

 
 
Exigen detener la desaparición forzada en NL: FUNDENL


Ante la lenta y en algunos casos, nula actuación de las autoridades para detener el delito de la desaparición forzada, ayer se manifestaron Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas en Nuevo León (FUNDENL), con la finalidad de recordarle al gobierno del estado, al congreso de la entidad y al Poder Judicial que siguen en búsqueda de sus familiares.

Cabe señalar que desde mayo de 2012 se formó FUNDENL, el cual está integrado por un grupo de familiares de personas desaparecidas en el contexto de violencia que sufre Nuevo León desde hace cinco años.

Las y los familiares de personas desaparecidas demandaron la integración de mesas de trabajo para atender los 800 casos denunciados en la Procuraduría de Justicia, de los cuales ninguno ha sido aclarado.

Mediante un comunicado, exigieron  al Estado crear un programa de búsqueda de personas, con el personal y presupuesto suficiente, que tenga como objetivo regresar a sus familiares, en donde se tome en cuenta los testimonios de personas que indican los lugares en donde se ha visto que retienen o inhuman a las personas. Y que incluya un censo fidedigno de personas víctimas de desaparición forzada.

Tan sólo ayer se cumplieron dos años de la desaparición de Ernesto Efraín Vidal, estudiante de criminología en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL),  y  sus familiares seguirán luchando por encontrarlo.

Asimismo, le recordaron al gobierno que la desaparición forzada, está considerada en el mundo como de lesa humanidad, ya que el Estado ha fallado en uno de sus más preciados deberes: garantizar el acceso a la Justicia a las víctimas de la violencia. “De manera enfática les recordamos nosotros buscamos VIDA”. ¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!


El desalojo a maestros en Guerrero, ensayo de la represión que viene



El desalojo a maestros en Guerrero,
ensayo de la represión que viene

Posted By ada On abril 7, 2013 @ 12:57 In Geografía,México,Reportajes,Reportajes México

Guerrero, México. Detrás de la represión salvaje contra los profesores de Guerrero, que exigen el cumplimiento de los acuerdos tomados con el gobernador Ángel Aguirre para la reforma educativa, existen dos procesos que son ensayos de lo que viene para México: las imposiciones violentas de reformas pro empresariales y la articulación de movimientos sociales para resistir al autoritarismo.


La historia de Guerrero es la historia de las luchas sociales y también la historia de represión al movimiento de los copreros en la década de los sesenta; de los asesinatos de dirigentes sociales; de la guerra sucia entre 1964 y 1974; de la lucha por la autonomía universitaria; de la insurgencia magisterial que sigue desde los años setenta y hasta la actualidad; de la conquista del primer ayuntamiento de oposición en la historia política de México, en Alcozauca; de la movilización ciudadana electoral posterior al fraude de 1988; de los desaparecidos; de la matanza de Aguas Blancas en 1995; de la matanza en El Charco, Ayutla, en 1997; de los asesinatos de campesinos ecologistas; de la lucha contra la presa hidroeléctrica La Parota y contra las empresas mineras en los territorios indígenas. La de Guerrero es la historia de la dignidad contra la represión gubernamental. Es la historia de insurgencias libertarias, de hombres y mujeres sencillos y humildes que luchan por justicia y democracia, por derechos y por dejar de ser la referencia nacional de la marginación social.


El desalojo hecho por la Policía Federal contra los maestros guerrerenses el 5 de abril en la carretera México-Acapulco es el resultado de la cerrazón de las autoridades para dar solución a las demandas del pueblo y el magisterio guerrerense. La estrategia es agotarlos, cansarlos y negar los espacios del diálogo. Se mantiene la mano dura en la respuesta que se da a los movimientos sociales y las necesidades de la gente. Las reuniones entre maestros y autoridades han sido sólo una cortina y, de parte de las autoridades, hacer como que se dialoga mientras se prepara la represión. A las autoridades poco les importa si en el plantón y las movilizaciones hay hombres, mujeres, niños, mujeres embarazadas, familias completas y ciudadanos que se solidarizan con el movimiento.


Los maestros, en su mayoría indígenas, provenientes de la Costa Chica, la Montaña y la zona centro de la entidad, utilizaron como un recurso para hacerse escuchar y ante el rompimiento del diálogo con las autoridades, el  bloqueo a la carretera México-Acapulco, justo en el punto donde hace un año fueron asesinados los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. La táctica de las autoridades, como respuesta a los movimientos sociales, es la misma para todos: la intimidación con órdenes de aprehensión, las amenazas de despido, descuentos salariales, levantamiento de actas administrativas a los maestros que se mantengan en paro, el despido y renuncia obligada, la falta de diálogo, la cerrazón e intransigencia.


Los desplegados pagados por los empresarios convocando y justificando la represión en medios de comunicación es una lógica beligerante por parte de los dueños del dinero, y nuevamente confirma a la ciudadanía que la justicia sí existe para los empresarios, amparados en el falso discurso de que se afecta al comercio y al turismo. Este turismo y las ganancias que deja son para los ricos, mientras se engaña a la población con simples empleos de camareros, meseros y en la servidumbre. Los dueños del capital culpan a los manifestantes de la decadencia del turismo, lo que en realidad es producto no de las manifestaciones sociales, sino de la violencia que han sembrado las mismas autoridades, el abandono a la población y la falta de políticas públicas de desarrollo social, de equidad y justicia. El clima de inseguridad es lo que hace que el turismo haya dejado de tener como destino Acapulco.


Ahora se da un despliegue desmedido de fuerzas policiacas para contener a los maestros. Los recursos son utilizados para reprimir, en vez de invertir en educación. Los edificios públicos, como el Palacio de Gobierno de Guerrero, el Congreso del Estado, hoteles, calles y centros policiacos se han convertido en cuarteles donde se encuentran policías federales, estatales y municipales a la espera de órdenes para reprimir al pueblo. Los constantes rondines del ejército  y la marina, así como la utilización de aparatos tecnológicos de punta, es un despliegue de fuerza para contener a la sociedad organizada. Forma parte de una lógica de contención, zozobra, temor e inhibición de la participación social. Las declaraciones a la prensa del presidente de la República, el gobernador y el secretario de gobierno es para jactarse de la tener el derecho de la “violencia legítima” y de “hacer cumplir la ley”. Y es que la represión ha sido constante en Guerrero como forma de dar respuesta a las demandas sociales. En un ensayo de lo que se puede aplicar a toda muestra de inconformidad social en distintos puntos del país.


Un nuevo frente social


La articulación del movimiento de los maestros y otras fuerzas ciudadanas organizadas nos da otra lectura. Las organizaciones que se sumaron al movimiento magisterial fueron los fundadores del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), un sector de la Policía Comunitaria, el colectivo #YoSoy132 Chilpancingo, el Frente Unido de Escuelas Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG), la Policía Ciudadana y Popular, entre otros, lo que indica un ascenso en la lucha magisterial y la incorporación de nuevos actores en la lucha contra la reforma educativa impulsada por el gobierno federal, asumida y acatada por las autoridades estatales.


El tejido de alianzas se convierte poco a poco en un movimiento popular ciudadano en rechazo a las políticas públicas educativas y a la forma de gobernar de Ángel Aguirre Rivero, basada en la intolerancia y el autoritarismo. También desenmascara su actitud, ligada a las prácticas priístas, de alianza con los poderes empresariales. El cansancio de la sociedad guerrerense no sólo es por la reforma educativa, sino también por las alzas a los impuestos, a la gasolina, a los servicios, a la canasta básica, por las desatenciones y el incumplimiento de brindar seguridad a la sociedad.


Los ciudadanos organizados de Guerrero empiezan a tejer una alianza en defensa de sus derechos y libertades con demandas históricas.


La clase política del PRD, las autoridades y los empresarios unidos


El nuevo gobierno emanado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) es obtuso en la construcción de proyectos sociales. El Congreso se encuentra supeditado a lo que marca el gobernador en turno. La mayoría de quienes se encuentran ocupando las curules llegaron a hacerlo envueltos en situaciones de imposición política y métodos antidemocráticos de elección, basados en la cooptación y uso indiscriminado de recursos económicos para elegirse. Hoy muestran su rostro de intolerancia y falta de oficio político; responden a las iniciativas gubernamentales y aprueban reformas en contra del pueblo. El PRD en Guerrero, como partido, ha derivado en grupos familiares, cúpulas y en el buscar perpetuarse en el poder sin importar la ética y los principios de servicio social. Una crisis de identidad y amnesia histórica es la que se observa en los integrantes de la cúpula de dicho partido, que establece alianzas con el PRI para realizar y aprobar reformas antidemocráticas.


El sector político de la entidad, con una mayoría en el congreso compuesta de miembros del Partido de la revolución Democrática (PRD), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista Mexicano, votaron a favor de una ley estatal de educación que no beneficia a la población.


Unos días antes, existía un compromiso entre la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y el gobernador de la entidad consistente en la promoción de una ley que garantizara los derechos sociales y colectivos y la gratuidad de la educación, que el gasto de las escuelas estuviera en manos de las autoridades y no en los padres de familia, que se creara un Instituto Autónomo de Evaluación Educativa en el Estado de Guerrero, que se otorgaran plazas automáticas a los egresados de las escuelas normales públicas, entre otros compromisos. Sin embargo, el 2 de abril los legisladores aprobaron una ley estatal que contravenía todos los acuerdos establecidos entre el gobernador y los maestros. Este hecho enardeció a los docentes porque no se cumplieron los protocolos administrativos y de legislación, dado que sólo fue una comisión quien dio lectura al documento, que muchos diputados desconocían.


Ese hecho detonó el rompimiento de las negociaciones y el diálogo. En los días posteriores, los maestros iniciaron una escalada en sus manifestaciones hasta llegar al 5 de abril con el bloqueo a la carretera México-Acapulco. Los maestros resistieron los embates salvajes de la Policía Federal. El saldo es de varios docentes detenidos y algunos desaparecidos, algunos heridos y muchos profesores con crisis nerviosa. Después del suceso, los docentes entraron a un repliegue y articulación con organizaciones sociales y sus comunidades de origen.


Lo que sucede en Guerrero es el ensayo de lo que viene, de la represión y de la imposición de leyes en contra de la población. No es raro en una coyuntura en que se ha golpeado a otros movimientos sociales del país en la última década. Es una escalada y son ensayos que se pueden aplicar en otros lugares. Empezar en Guerrero es una pequeña muestra, pero la resistencia y la indignación también crecen, la dignidad se mantiene y emerge.
Publicado el 08 de abril de 2013