viernes, agosto 26, 2011

Casino Royale, Monterrey 2011.


Casino Royale, Monterrey 2011.

María Elena Padilla

CRCP en NL


El nombre Casino Royale, si hubiera sabido antes de ayer que existía algo así en Monterrey, me hubiera evocado una comedia fílmica de hace alrededor de 4 décadas, que no estoy segura de haber visto pero cuya música sí me viene pronto a la memoria, a duras penas logro recordar que debe haber sido David Niven el protagonista; ni hablar, era otro tiempo donde las balas mataban sólo a los malos y sólo en lo que sabíamos se trataba de ficción. Para infortunio de la ciudad y de muchas familias regiomontanas, tendremos grabado el nombre de Casino Royale por muy distintas y contrarias razones al film aludido. Nunca el país vivió una jornada de tantas muertes.

Monterrey se convirtió el 25 de agosto de 2011 en la cúspide, el top del crimen, el lugar donde la violencia cobró muchas víctimas en muy poco tiempo; eso sucedió sin mantas con narcomensajes, sin metralla extra, en un acto que en dos minutos y medio fue capaz de llevarse de encuentro la vida de más de media centena de personas. Se mezclaron todos los ingredientes posibles: negligencia, corrupción, ineficiencia, colusión, ingenuidad, ignorancia, valemadrismo, estupidez, perversión, interés; agréguele usted otras que se le ocurran.

¿Sabremos alguna vez, a ciencia cierta, los motivos de esta masacre? Apuntemos: ajuste de cuentas por la relación de la casa de apuestas con un cártel diferente; negativa del casino a la extorsión, en este caso se trataría de extorsión de parte de: un grupo del crimen organizado, de la policía (regia, estatal, federal); actos de terror por parte de: delincuentes o directamente del Estado. Deberíamos preguntarnos ¿quién sale beneficiado de acto tan vil?

En un clima en el cual el ejecutivo de la nación insiste un día sí y otro también en la pertinencia de su estrategia bélica y su defensa a ultranza de la actuación de las fuerzas armadas, haciéndose como que la virgen le habla cuando se presentan evidencias de la extralimitación en el desempeño de la marina y el ejército, cuando el vocero Poiré aprovecha la ocasión para exhortar a la aprobación de las reformas necesarias (la ley de Seguridad Nacional, por supuesto) y llamar a la población a apoyar la estrategia presidencial, resulta natural preguntarnos si no son muchas las coincidencias que parecieran inducir a que la ciudadanía pida a gritos más mano dura, más intervención militar, más restricciones a las libertades en aras de la “seguridad”.

Por otro lado, todo mundo sabe que los casinos son lugares, no los únicos pero importantes, donde se da el lavado de dinero; así que quien quiera que haya ido ha contribuido, aun de buena fe, a que esos centros subsistan y se revistan de “legalidad” e “inocuidad”. Tampoco es que se estigmatice a los ciudadanos y ciudadanas que prefieran ir a gastar su tiempo y dinero en esos lugares antes que en disfrutar la buena lectura, el arte o alguna actividad que sea realmente actividad y no pasividad como es estar sentados alrededor de una mesa o de una máquina por horas moviendo sólo un dedo o cuando mucho una mano y casi ninguna neurona; pero en fin, son gustos.

También es un secreto a voces que la extorsión es realizada por cuerpos policíacos al mismo tiempo que grupos delictivos. Quienes han trabajado en antros, saben y cuentan que por semana se les suele pagar cierta cantidad a un grupo de “malitos” mientras otra cifra parecida va a manos de la policía, especialmente la regia; así que cuando se habla de delincuencia organizada hay que preguntarse si es la que está en nómina de gobierno o no.

Asimismo tenemos que los casinos son giros autorizados a nivel federal, quedando a nivel de responsabilidad local lo concerniente a usos de suelo y cosas parecidas. De tal forma que la federación tiene lo suyo en el origen de este lío. O sea, ningún nivel de gobierno se salva ya que Protección Civil y policía estatal son evidentemente ineptas y/o corruptas.

Mientras, el tiempo pasa y parece que juega en contra de la población que cada vez pierde más: tranquilidad, confianza, dinero, espacios, felicidad, salud, para en el caso extremo perder lo único irrecuperable: la vida. Cierto que no tenemos la respuesta exacta a qué hacer, pero no la encontraremos si nos quedamos pasmados, inmóviles, apáticos, desesperados y desesperanzados. Nadie resolverá el problema por nosotros, la tarea es nuestra. Sólo tengamos presente que nunca en ningún lugar la militarización ha traído justicia, libertad, democracia; ni siquiera seguridad.

¿Qué hará la sociedad regiomontana? ¿Nada, como hasta ahora? Se irán por el camino inducido y fácil de pedir más fuerzas armadas en el Estado o la renuncia de Medina? O se decidirán, de una vez por todas, a estudiar seriamente la situación, a analizar opciones inteligentes, a participar, organizarse y defender sus derechos?


Movimiento por la Paz se pronuncia contra la violencia en nuestro estado


Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad


Rechazamos la violencia creciente en el país, ante los hechos en Monterrey; nuevamente pedimos cambios en el enfoque de estrategia de seguridad

Pronunciamiento


México D.F., 26 de agosto de 2011.- El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad está profundamente consternado por el incremento de la violencia en el estado de Nuevo León. En los últimos dos días Monterrey se ha enfrentado a cuerpos desmembrados, más asesinatos y desapariciones y ahora la terrible tragedia en un casino del día de ayer. Así como en días pasados por lo vivido en Torreón, Coahuila. ¿Quién puede negar la emergencia nacional?

Estos hechos son inadmisibles y provocan un dolor y una indignación intensos en toda la sociedad. Nuestra comunidad no puede ya tolerar estos niveles de violencia. Es necesario construir y mantener la paz, una paz auténtica y activa que no se base en estrategias mediáticas o a mediano plazo, que no se sustente en autoridades culpando a otras autoridades, ni en llamados ciegos a más violencia. Necesitamos una paz que impregne la vida cotidiana de la comunidad; los ciudadanos y ciudadanas merecemos una vida tranquila y debemos trabajar por ella y exigir a las autoridades cambios profundos.

Las autoridades deben dar una respuesta clara, firme y pronta a estos hechos y urge que cambien su enfoque de estrategia, lo que han hecho hasta ahora sólo a llevado al incremento de la violencia que claramente esta en aumento. Es necesario que dicha respuesta sea trasparente y pueda ser verificada por la sociedad civil. Las autoridades no han demostrado tener la capacidad o el interés en reducir los niveles de violencia criminal, y en cambio, la violencia institucional sigue en aumento. Por eso la sociedad debe ejercer su poder democrático y vigilar de cerca a las autoridades de todos los niveles y todos los órdenes de gobierno.

Para enfrentar estos hechos las autoridades no requieren extralimitarse en sus funciones, ni necesitan más facultades que las que ya tienen. Tienen todo el marco legal necesario para investigar y responder institucionalmente a estas atrocidades sin que tenga que ejercerse más violencia, la violencia puede contenerse y reducirse sin violar la ley. México debe transformarse en un Estado democrático de derecho con políticas públicas bien diseñadas y ejecutadas que ayuden a reducir la violencia sin concentrarse, torpe y ciegamente, en operativos armados, en retenes, en arrestos ilegales, en violaciones a los derechos humanos que sólo aumentan la violencia y la inseguridad o en leyes como la Ley de Seguridad Nacional.

Rechazamos las respuestas de venganza y no nos podemos sumar a las voces que claman por más violencia. El problema principal es cómo reducir los índices de violencia no cómo aumentarlos. La pacificación de nuestra comunidad sólo se puede lograr a través de un actuar eficaz y legal de nuestras autoridades, con el involucramiento consciente de los ciudadanos. No podemos seguir combatiendo tontamente sin darnos cuenta de la centralidad de las víctimas, de que los llamados daños colaterales son ya el centro de la violencia, el centro de nuestra preocupación.

Reafirmamos nuestra convicción de que el respeto a la dignidad humana, el respeto a la legalidad y el combate a la impunidad y a la corrupción son las herramientas adecuadas y suficientes para lograr un cambio en la situación que vivimos. Externamos nuestro más sentido pésame a los familiares de los asesinados.

Atentamente






Narcoviolencia

Los dejaron morir allí, dice desolada una de las sobrevivientes del Royale

Ya no puedo, mi reina; no puedo respirar
Foto
Para controlar el incendio los bomberos derribaron una pared del casinoFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Viernes 26 de agosto de 2011, p. 3

Los dejaron morir allí, dice Patricia Sáenz llorando. Está sentada en la acera, a escasos metros del casino Royale de Monterrey. Ella pudo salvarse; su esposo, Eduardo Martínez Cavazos, quién sabe. Ambos jugaban en las maquinitas cuando escucharon los gritos: Ahora si cabrones, ya se los llevó la chingada a todos. Tiros y estampida: “Empezamos a correr. Íbamos agarrados de la mano, pero se me soltó –dice sin poder contener el llanto–; luego pude comunicarme con él por teléfono y me dijo: ‘Ya no puedo, mi reina; ya no puedo respirar’”.

Un hombre a su lado la interrumpe: Echaron gasolina y luego empezaron a disparar para que prendiera. Otra mujer grita desesperada: Mi mamá, mi mamá está dentro. Se acerca a los policías y les pide una lista de muertos y heridos. Silencio como respuesta.

Han pasado tres horas desde que un comando armado atacó el casino alrededor de las tres y media de la tarde. Los helicópteros sobrevuelan el lugar, el olor a quemado inunda la zona de Fleteros y San Jerónimo. Las columnas de humo aparecen desde lo lejos. Todo quedó acordonado: desde calzada San Pedro hasta Gonzalitos. Hay decenas de patrullas, vehículos del Ejército, camionetas de policía, ambulancias, camiones de bomberos...

Yo les gritaba: sáquenlos. Mi esposo se está asfixiando y me dice que le falta aire, añade Patricia. Su hermana asegura que los policías estaban afuera sin hacer nada, que no actuaron a tiempo, que la tragedia pudo haberse evitado, que no servía la salida de emergencia. Patricia se repone y continúa: “A mí me sacaron por la azotea. Había mucha gente, más de 200 personas. Fue una estampida. Todo mundo corriendo para atrás. No nos dejaron salir por delante. Los pistoleros se repartieron. De repente escuchamos gritos desde el segundo piso ‘acá también hay’, por eso nos subieron al otro edificio. Unos aplastábamos a otros. Nos quedamos sin zapatos. Había gente ensangrentada”.

Nos salvamos de milagro

Víctor, de 30 años, estaba jugando cuando los encapuchados entraron: Estuvo muy feo. Los vi cuando entraron con armas largas, eran muchos, todos encapuchados. No sé si traían uniforme. El susto no me permitió seguir mirando. Se empezaron a escuchar explosiones, luego balazos. Corrimos y nos subimos por la azotea y nos ayudaron a pasar al estacionamiento de Caracol. Y salimos por este lado. Había como 300 personas.

En el casino los bomberos han controlado el incendio. Hicieron un boquete por la pared y aún están sacando cadáveres y heridos. Primero eran 12, luego 20, después dijeron 28 y finalmente confirmaron: 40 muertos. Hay escombros y cadáveres abajo, como 25 o 30. Sacamos a una viva, dice un policía que se acerca para dar información.

El ambiente en el área es de angustia. Hay llantos de mujeres, una se desmaya. Un hombre de 60 años, quien prefiere no dar su nombre, dice sin dejar de fumar:No hay palabras para describir lo que sucedió. Es una canallada. Mucha gente inocente. Y remata: Jamás volveré a un casino.

Entre la confusión un señor intenta recuperar su camioneta estacionada en el edificio del casino. Hay una caja llena de llaves de los vehículos: La policía me ha dicho que no me la puedo llevar porque hubo detonaciones o granadas. Que se la van a llevar. Su hijo de 18 años, visiblemente angustiado, añade: Fue inexplicable. Horrible. Me asusté mucho. La verdad ni me di cuenta de nada. Me agarró mi papá y empezamos a correr. Nos salvamos de milagro.

Negocios ilegales

En años recientes se han registrado varios ataques a casinos, negocios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada. Monterrey es conocida como Las Vegas de México con más de 50 casas de apuestas; la mayoría opera sin los debidos permisos estatales ni municipales. La proliferación de estos negocios se da con opacidad y tráfico de influencias en la venta de permisos federales por millones de dólares.

El auge de casinos contrasta con la falta de afiliados ante la Concanaco, que no tiene ningún registro con este giro, precisamente por las lagunas legales en su operación, ya que los permisos los proporciona la autoridad federal, mientras los estados y los municipios sostienen largas batallas para cerrarlos.

Desde el inicio de la administración del alcalde de Monterrey Fernando Larrazabal, se han instalado en la ciudad nueve casinos, todos ilegales, según informó. El aumento de la inseguridad ha provocado más de mil 200 muertos en el estado en lo que va del año y los casinos parecen estar ligados a la delincuencia organizada que anteriormente ha perpetrado varios atentados.

Entre los beneficiados de la última remesa de casinos autorizada por Santiago Creel Miranda como secretario de Gobernación, están Emilio Azcárraga, Olegario Vázquez Raña, José María Guardia, Arturo Rojas Carmona, Jesús Héctor Gutiérrez Cortés, Juan Eduardo Mounetou Pérez, Carlos Enrique Abraham Mafud, Raúl Santiago Fernández, Pablo Cortina de la Fuente, Fausto Zerón Medina y Greg Sánchez.

Generalmente los casinos no figuran con los nombres de los propietarios, sino con una razón social o sociedad anónima, lo que propicia mayor opacidad y facilita el lavado de dinero procedente del narcotráfico. Según el Estudio Binacional de Bienes Ilícitos México-Estados Unidos en nuestro país son introducidos al año para su blanqueo entre 19 mil y 29 mil millones de dólares producto de la venta de drogas.

Los problemas de ludopatía se han disparado en Monterrey sin que hasta el momento las autoridades sanitarias implementen programas efectivos para atender a los adictos al juego.




jueves, agosto 25, 2011

Informe. Comité Cerezo en su 10 aniversario

 

desde aquí, un saludo y un abrazo de felicitación por su trabajo en defensa de los derechos humanos; a la vez una congratulación para todos los que nos beneficiamos de su labor, su postura y la claridad y compromiso de sus luchas. Vamos juntos!

RCP en NL

Informe. Saldos de la Represión en México 2009-2010: una guerra contra el Pueblo

Por medio de este informe, no sólo pretendemos arrojar cifras que por ellas mismas resultan estremecedoras, sino mostrar que existe una estrategia de violación a los derechos humanos a la que la población mexicana en general se enfrenta cada día, además de que estas violaciones se presentan aún con mayor sistematicidad en contra de los defensores de derechos humanos. El estudio y conocimiento de estas tendencias intenta hacer evidente no sólo la existencia de presos que han sido juzgados por motivos políticos como una forma de represión, sino la implementación y el uso de grupos paramilitares y militares en contra de defensores de derechos humanos.

 http://www.comitecerezo.org/spip.php?article993