lunes, marzo 19, 2007

Planeta sin ley


La Jornada, 19 marzo 2007
Adolfo Gilly


La tradición de los oprimidos nos enseña que el estado de excepción en que ahora vivimos es en verdad la regla.
Walter Benjamin


Cómo la vida es lenta
Y cómo la Esperanza es violenta.
Guillaume Apollinaire

Lo que en América Latina se dio en llamar "populismo" después de la Segunda Guerra Mundial eran alianzas políticas de direcciones nacionalistas con movimientos sociales populares, campesinos y obreros. De esas alianzas, sustentadas en diferentes formas de organización y movilización popular desde abajo, surgieron tres principales resultados:
a) Una nueva regulación de las relaciones entre capital y trabajo, una red legal protectora, antes inexistente, de los derechos y los ingresos de los trabajadores: sueldos y salarios, salud, vacaciones, estabilidad en el empleo, negociación colectiva, representación de los trabajadores en el lugar de trabajo. En otras palabras, una nueva generación de derechos del trabajo y una consiguiente ampliación de la ciudadanía.
b) Una nueva relación entre el Estado nacional y las potencias extranjeras.
c) Una marea de organización de los trabajadores, los campesinos y el pueblo, un nuevo sentimiento y una nueva práctica de la solidaridad, la afirmación del respeto a cada uno, eso que también se llama dignidad.
Estos derechos legales y organizativos eran la expresión material de la herencia inmaterial dejada por la experiencia de las largas décadas de luchas de los obreros, los campesinos, los pueblos, los indios, los morenos, durante los tiempos difíciles de la primera mitad del siglo XX; y no sólo de esas luchas sociales sino también, y sobre todo, de la más secreta y universal experiencia de sus vidas cotidianas, el reino desde afuera invisible de la vida social y política propia de las poblaciones subalternas.
No era ese mundo un paraíso. Pero en su novedad llevaba consigo una cierta carga de esperanza para las nuevas generaciones: la imaginación veía posible un empleo seguro, educación, salud, vivienda y descanso como porvenir social accesible para todos.
Se puede llamar a esto "populismo" si nuestra mirada se dirige a lo que las elites nacionalistas dirigentes pensaban y hacían. Pero le toca un nombre diferente si nuestra mirada y nuestro sentimiento parten desde lo que los grupos y clases sociales subalternas estaban haciendo y viviendo, desde sus experiencias y sus pensamientos.
* * *
Ahora todo aquello es pasado. Un entero mundo ha sido destruido. Hoy, como a finales del siglo XIX, otra vez hemos entrado en una época de violencia y despojo. Esta época fue inaugurada por una despiadada violencia estatal dirigida a abrir la vía, material y humana, al "mercado global desregulado". No la pacífica "libertad de mercado", sino Pinochet y Kissinger la iniciaron en Chile, para toda América Latina, con el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Así empezó este planeta sin ley de nuestros días.
Mucho más que un "modelo económico", el neoliberalismo es una forma de dominación, despojo y apropiación privada del producto social excedente y del patrimonio social, sustentada en una subordinación de la ciencia al capital que va más allá de todos los límites antes imaginados.
En varias sociedades latinoamericanas -México, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia...- sucesivas generaciones habían construido, trasmitido y aumentado un patrimonio social de servicios públicos, propiedad nacional, educación pública y recursos naturales protegidos que, insuficientes como fueran, pertenecían a la comunidad nacional. Estos "ahorros públicos" e "inversiones públicas" nacionales, transmitidos de generación en generación, durante los años 90 del siglo XX fueron desmantelados, enajenados y vendidos por tres centavos a los viejos y nuevos dueños de las riquezas y del poder.
La desregulación neoliberal, además, ha dejado casi indefensos a quienes construyeron ese patrimonio, sometidos hoy a la competencia entre la masa de los asalariados en el mercado global y a la desvalorización de su fuerza de trabajo. Por otra parte, nunca ha sido tan grande la masa global de asalariados, sus familias, sus relaciones y sus lugares de vida urbana o semiurbana: más de mil millones en el mundo, según la estimación de Mike Davis en Planet of Slums.
La expresión política que saldrá de este turbulento cambio social todavía en curso en América Latina no puede ser llamada "populismo", y ni siquiera "populismo radical". Más bien habría que buscar sus antecedentes históricos en las tradiciones del jacobinismo, del sindicalismo revolucionario, de los levantamientos populares urbanos y las revoluciones agrarias que cerraron la primera Bella Época, los tiempos de don Porfirio. Pero sus actuales y aún no precisados rasgos requerirán tiempo, sufrimientos y luchas para llegar a revelarse totalmente. Apresurarse a clasificar es embrollar las pistas.
* * *
El neoliberalismo ha originado una nueva mezcla de trabajadores despojados, desplazados e informales, junto con hombres y mujeres sin trabajo estable y sin calificación para ingresar al cambiante y restringido mercado de trabajo formal: migrantes, desarraigados, desempleados o transitorios, ambulantes, milusos, cartoneros, tanto adultos como niños.
Esta mezcladera y desarraigo violento de la fuerza de trabajo y las clases subalternas en América Latina es un proceso brutal y permanente en los barrios, los pueblos, los suburbios marginales sin protección ni ley de los centros urbanos y los centros de trabajo dispersos por el territorio. No es, en sentido alguno, un proceso de desindustrialización o marginalización. Por el contrario, es la gran avenida de la nueva industrialización, desde América Latina a Europa del Este a China, India, Indonesia o Sudáfrica.
Son gentes éstas forzadas hoy a adaptarse al desempleo, la vulnerabilidad, la precariedad, la carencia de vivienda, servicios públicos, hospitales, las migraciones, la inseguridad, la violencia y el hambre. Con su mezcla única de experiencias vividas y heredadas, estas poblaciones emergen con formas de organización y lucha recién inventadas. Hoy no están sólo resistiendo, como en los años 90 pasados: están contratacando en muchas formas originales y en terrenos apenas ayer inventados.
Entre los primeros reflejos en el mundo de la política formal de ese inquieto estado de ánimo al despuntar del siglo XXI, están los gobiernos mal llamados "populistas" como Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Correa en Ecuador e incluso Tabaré Vázquez en Uruguay, junto al terceto radical -Bolivia, Venezuela y Cuba- que desafían abiertamente al gobierno de Estados Unidos. Hoy como hoy el FMI, el Banco Mundial y los centros financieros internacionales tienen que aceptar a estos dirigentes, por lo demás diferentes entre sí, como mediadores legitimados por el voto ciudadano.
El orden neoliberal global, por supuesto, llegó para quedarse. Esos cambios políticos no alteran la dominación global y sus bases esenciales en cada país. Pero son una prueba más de que ese orden, en más de un cuarto de siglo desde su irrupción, no ha sido capaz de alcanzar una legitimidad estable, como en cambio la lograron después de la segunda guerra mundial aquellos regímenes llamados "populistas".
Los subalternos latinoamericanos han empezado a utilizar algunas de las posibilidades de la democracia representativa: organizarse a plena luz, movilizarse legalmente, protestar, expresarse sin temor. Además tratan de utilizar en su provecho reglas del juego político reconocidas (aun cuando no respetadas): las elecciones, los derechos políticos de la ciudadanía, los derechos humanos de cada persona.
Por otro lado, muchos terrenos de organización antes existentes se han desvanecido o fueron destruidos por el orden neoliberal, mientras otros se han desplazado del aparato productivo al territorio: los comités vecinales de El Alto, Bolivia; los piqueteros y las organizaciones barriales de Argentina; el Movimiento de los Sin Tierra en Brasil; las Juntas de Buen Gobierno de Chiapas y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en México; las organizaciones indígenas nacionales y locales en Ecuador; y numerosas otras por todo el continente, hasta las organizaciones de los migrantes mexicanos y latinoamericanos en Estados Unidos y las múltiples formas organizadas del insurgente movimiento indígena en México, Bolivia, Ecuador, Perú, Chile.
Este es el lazo sutil existente entre situaciones, antecedentes y salidas tan diversas como las de las rebeliones contra los gobiernos neoliberales en tres distantes ciudades latinoamericanas: Buenos Aires, Argentina, 2001; El Alto, Bolivia, 2003 y 2005; Oaxaca, México, 2006.
* * *
Esta situación social latinoamericana ha ingresado en Estados Unidos con las movilizaciones sin precedentes de los migrantes en 2006; y, por el lado opuesto, con las tareas represivas asignadas a la Guardia Nacional y el delirio de la construcción de una Gran Muralla en la frontera con México.
Todo esto forma parte de un turbulento proceso de definición de reglas y relaciones políticas, sometido además a las presiones provenientes por un lado de la economía mundial, y por el otro del Pentágono y el aparato militar mundial de Estados Unidos.
En 2005 el Pentágono tenía 737 bases militares distribuidas como una red sobre todo el planeta. Esta es la estructura material básica del mercado global capitalista: desregulado sí, pero bajo estrecha vigilancia e iniciativa militar también. Su subsistencia ulterior tampoco es concebible sin guerras y, finalmente, sin guerra global. La cuestión de la guerra es un tema cardinal de cualquier proyecto democrático y de izquierda en Estados Unidos. Como otras veces, es sobre todo desde adentro que se podrá por fin jalar el freno de emergencia a la hoy desenfrenada maquinaria bélica del imperio.
* * *
Los pueblos latinoamericanos, con tradiciones, intensidades y organizaciones diversas, están en movimiento por la recuperación y la expansión bajo formas nuevas, democráticas y autónomas, de las redes protectoras y solidarias y, además, por nuevos derechos, garantías y libertades. Las insurgencias indígenas en las tierras de las civilizaciones originarias, la movilización por derecho propio de las poblaciones de ascendencia africana en Brasil, Venezuela y el Caribe, forman parte de esta realidad emergente.
Por otra parte, es preciso no olvidar que el orden neoliberal tiene también sus pilares sociales, tal vez minoritarios pero no menos sólidos. En sus economías se han consolidado una espesa red de intereses de nuevos y viejos capitales nacionales y extranjeros, legales e ilegales, formales e informales; y también un sector social de técnicos, profesionistas, comerciantes, ejecutivos, expertos en nuevas técnicas y tecnologías, dispuestos a defender hasta lo último sus privilegios y su movilidad y que claman por la criminalización de la protesta social. De esos sectores agresivos y de su clientela proviene buena parte de la sólida votación que siguen obteniendo los partidos de derecha, de ellos se nutre la ideología conservadora de las cadenas de comunicación y la política neoliberal de los gobiernos de Colombia, Perú, México y varios otros.
Nada fue fácil antes, nada lo será mañana. Venimos del gran desastre universal de los años 90, el que consolidó e hizo más feroces a los nuevos y antiguos ricos de la tierra, el que engendró también la nueva furia de los antiguos y los modernos condenados de la tierra.
Que no nos vengan con que es el tiempo de la esperanza. Es ahora el tiempo de la ira y de la rabia. La esperanza invita a esperar; la ira, a organizar. Así irrumpió la revolución en Bolivia a inicios del siglo XXI. Así pueden despuntar otros porvenires en América Latina.
El llamado "populismo" de varios de sus gobiernos es una primera respuesta moderada -y significativa- al nivel de las instituciones existentes. Pero los más importantes y todavía no bien definidos procesos de insurgencia social están tomando forma en ese inframundo del orden neoliberal, pletórico hoy de movimiento y furia, poblado por las modernas víctimas de la explotación, el despojo, el racismo y la represión.
Hay un tiempo para la esperanza y hay un tiempo para la ira. Este es el tiempo de la ira. Después de la ira viene la esperanza.
* Texto leído como apertura en la sesión plenaria inaugural del Left Forum 2007: "Forjando un futuro político radical", Nueva York, Cooper Union, 9 marzo 2007, 19 horas. El foro continuó los días 10 y 11 de marzo, con 94 mesas de debate sobre múltiples temas de la izquierda. Concluyó el domingo 11 de marzo a las 17:30 horas con una sesión plenaria de clausura: "Más allá de mañana: reinventando la emancipación social".

Primer Congreso o Primer Encuentro Nacional de la Red de Blogs en México

Primer Congreso o Primer Encuentro Nacional de la Red de Blogs en México.

Monterrey, Nuevo León, 19 de marzo de 2007

A todos los integrantes de la Red de Blogs en México.

Por este medio me permito poner a su consideración

la siguiente propuesta:

Primero.- Que efectivamente nos convirtamos en un medio de

comunicación por internet del Gobierno Legítimo a fin de consolidar

la efectividad y coordinación práctica de las medidas políticas, acciones de

resistencia civil y de organización que se promuevan y en apoyo a la página

de la CND.

Segun
do.- Que la Red de Blogs en México inicie actividades para fortalecerse,

realizando su Primer Congreso o Primer Encuentro Nacional en el que

se analice: a) La politica de comunicación más efectiva a realizar por internet;

b) La coordinación nacional e internacional, entre nosotros y con otros medios

de comunicación alternativos, prensa, radio y TV; c) Cursos de capacitación que

Mejoren técnicamente la efectividad del medio de comunicación que utilizamos; y,

d) Otros temas de interés general para el movimiento.

Este Primer Congreso Nacional o Primer Encuentro Nacional propongo se

realice en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León los días 16 y 17 de junio

de 2007 asumiendo un servidor la responsabilidad de su organización.

Atentamente.-

Esteban Bárcenas Alcalá
Por la Cordinación de la Comisión

de Resistencia Civil en Nuevo León.
neo5mty@gmail.com

Tel 83 - 33 - 35 - 75

domingo, marzo 18, 2007

Calendario de tareas de la CND


Cien días de involución

Diego Petersen Farah, Milenio, 18 marzo 2007

En una reunión de empresarios, los lugares del podio que tradicionalmente ocupaban los líderes obreros, ahora estaban ocupados por el arzobispo de la localidad y por el general encargado de la región militar. La escena, natural ya para los asistentes, pues el arzobispo lleva diez años en ese lugar (no así el representante militar) no llamó la atención de nadie, ya que la desaparición de los obreros de la mesa principal ha sido un proceso que ha caminado despacio, pero consistentemente.

El mensaje no puede ser más claro. Los interlocutores del poder económico ya no son los obreros, sino factores de poder real de la sociedad. Las organizaciones obreras ya no representan nada ni a nadie. Son, en el mejor de los casos, instituciones que están desquebrajándose, pero detrás de ellas no viene, o al menos no se vislumbra, nada nuevo.

La transición golpeó duro al corporativismo. Desde 1997, cuando el PRI tiene su primera gran derrota electoral, el diseño de poder por cuotas del partidazo quedó hecha añicos. Perdieron muchos diputados del PRI, pero fundamentalmente los candidatos obreros que eran quienes competían en los distritos urbanos. Sin duda es para festejarse la desaparición del corporativismo que tanto daño le hizo al país, el problema es que de las cenizas del sector obrero dinosáurico no ha nacido absolutamente nada.

De los muchos errores que se le achacan a Vicente Fox, muchos sin duda exagerados, está el no haber atendido y promovido una democratización del sector obrero. Dejó, como en la mayoría de los casos, que las cosas las resolviera el tiempo, pero como siempre sucede, al tiempo le faltó tiempo.Dice la teoría que el vacío de poder no existe: lo que uno pierde lo ocupa otro u otros, y en aquel presidio era más que evidente. Desde Carlos Salinas (esto no es un asunto exclusivamente de panistas) los gobiernos le han dado visibilidad y poder a la Iglesia.

No se trata de un nuevo rol de las iglesias en general, sino de un espacio de poder creado específicamente para la Iglesia católica, mayoritaria, pero no única, en este país. Fue Salinas el que pactó con los obispos y el entonces delegado (y posteriormente, ya con relaciones reestablecidas, nuncio) Girolamo Priggione. Ahora Felipe Calderón está haciendo algo similar con los militares. No sólo les dio un lugar preponderante e inusual en su toma de posesión (como lo hizo Salinas con la Iglesia) sino que los ha convertido en el interlocutor preferido de su gobierno. En apenas cien días Calderón tuvo diez actos oficiales con las fuerzas armadas y, en medio de un presupuesto de austeridad, les concedió un aumento de 46 por ciento (amistad que no se refleja en la nómina no es amistad, parece ser el nuevo lema del PAN).

Más allá de ideologías, preferencias o creencias, el nuevo rol de la Iglesia y del Ejército representan una involución (vuelta hacia dentro) del Estado mexicano. Una de las grandes virtudes que tuvo el PRI (que fueron casi tantas como defectos) fue haber sacado a los militares y a la Iglesia de la lucha por el poder. Fueron luchas que costaron mucha sangre: la de los cristeros y la de los que recibieron las balas cristeras; las de las tropas leales a uno u otro caudillo militar.La modernización del Estado mexicano se logró porque se superaron los enfrentamientos con la Iglesia, y porque los militares dejaron de buscar el poder. En nuestros 186 años de vida independiente como país, los gobiernos civiles no han sido ni mayoría ni la constante. Hace apenas 60 años que los militares dejaron el poder.

La construcción del Estado laico ha sido la mejor garantía de la libertad de creencia. No es, en sí misma la presencia de un arzobispo en una toma de posesión o en cada vez más actos públicos lo que representa un problema para el Estado laico, sino el que esta presencia se traduzca en influencia y en políticas públicas. Finalmente, los curas han logrado colocar, por ejemplo, la idea de que la mejor sexualidad es la que no se ejerce. Esa es una creencia, muy respetable, de la Iglesia católica, pero el gobierno de Calderón la ha convertido en política pública de salud al publicitar que la mejor forma de evitar las enfermedades de transmisión sexual es la abstinencia (los anuncios ya están en la radio).

No se trata de rasgarse las vestiduras ni de inmolarse en la vía pública, pero esta tendencia involutiva que comenzó con Salinas está tomando con Calderón una velocidad preocupante, en sólo cien días.

Los 102 de Calderón, “el idóneo”...

Juan Pablo Becerra Acosta, Milenio 18 marzo 2007

Esto de hacer evaluaciones cuando un gobernante apenas tiene cien días en el poder es absurdo, pero ya que el propio Felipe Calderón provocó tal insensatez política, veamos qué ha habido en estos 102 días que hoy cumple como presidente…

En libertad de expresión, va muy bien: dispondrá de 701 mil horas en radio y televisión durante 2007. Algo así como 32 programas de una hora cada día. Bravo: ya superó a Vicente Fox.

En seguridad, la cosa está estable: en enero y febrero se han perpetrado 397 ejecuciones, seis por día, una más que el promedio del año pasado. Entre los acribillados hubo 51 policías, uno por día. El más reciente, para respetar usos y costumbres, fue decapitado en Sonora el sábado pasado.

En la erradicación del corporativismo sindical, no ha habido mezquindades: Calderón se puso “a las órdenes” de la gloriosa CTM priista.

La austeridad es un sello del nuevo gobierno: apenas tenía 16 días en el poder cuando se gastó 666 mil pesos en su posada navideña realizada en Los Pinos.

En política, la Secretaría de Gobernación ha sido eficaz: decidió gastar 86 mil pesos en artículos deportivos, muy útiles para la gobernabilidad del país encargada a Francisco Ramírez Acuña, quien decidió —él sí— limpiar la nación de las tepocatas (y Pejes): gastará quince millones en actividades de lavandería, limpieza y fumigación.

En empleo y seguridad social, el caso de los 343 mil despedidos —sin pensión— que hubo en los primeros 45 días de gobierno fue revertido: el ex vicepresidente Francisco Gil Díaz se embolsó 3.2 millones de pesos por concepto de “seguro de separación individualizada”, y ya ha tenido un par de ofertas de chambitas.

En infraestructura ha habido eficiencia: después de los 17 mil millones de dólares usados en el rescate carretero, se decidió reprivatizar las carreteras… incluso entre los empresarios que las quebraron.

En combate a la pobreza y ayuda alimenticia no ha habido avaricia: el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, dispondrá de un millón 30 mil pesos para comidas, 2,821 pesitos al día.

En política exterior la soberanía ha sido salvaguardada: Estados Unidos logró desarmar a los policías yucatecos por la visita del presidente gringo.

Calderón dijo el sábado que sus primeros cien días son un “preludio” de lo que será su sexenio. Será por eso que sólo cinco de cada diez mexicanos aprueban su gestión. No cabe duda, monseñor Carlos Abascal tiene razón: se trataba del idóneo...

Oposición total

Por Esto, sábado, 17 de marzo de 2007

El Frente Amplio Progresista buscará impedir las reformas a la Ley del ISSSTE / Ricardo Monreal anuncia que habrá movilizaciones de protesta / PRD presentará contrapropuesta de reforma

TLAXCALA, Tlaxcala, 16 de marzo (LA JORNADA/NTX).- La iniciativa de nueva Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es un "albazo" de la alianza PAN-PRI mediante la cual pretenden iniciar una serie de reformas a los sistemas de seguridad social que van en contra de la estabilidad de la clase trabajadora, sostuvo el senador perredista Ricardo Monreal Avila.

Por ello, anunció que a partir de la próxima semana, el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, en coordinación con el STUNAM, el del Gobierno del Distrito Federal, la CNTE y algunas secciones del SNTE, así como organizaciones gremiales afiliadas a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), iniciarán una serie de movilizaciones para "frenar este atraco que pretenden perpetrar en contra de los logros sindicales".

En conferencia de prensa, el ex gobernador de Zacatecas aseguró que la referida iniciativa es "la punta del iceberg mediante el cual la administración de la derecha pretende acabar con los logros y la estabilidad de la clase trabajadora, por lo que vamos a agotar nuestras fuerzas para impedir que eso ocurra".

El senador manifestó que esta iniciativa será "el primer encontronazo serio de la administración federal con la clase trabajadora. Sin el mayor recato pretenden ampliar de un plumazo diez años más a la obligación de los trabajadores para poder jubilarse, situación que es grave y no es la mejor forma de fortalecer a esa institución".

Por ello, Monreal Avila aseguró que si la administración de Felipe Calderón pretende una estabilidad social "deberá enmendar este camino, porque la sociedad le va a mostrar su repudio".

Además, estimó que en el caso los legisladores del Frente Amplio Progresista (PRD-PT-Convergencia) harán causa común para que "no pase la pretendida reforma" y adelantó que existen voces al interior de la bancada en el Senado como en la Cámara de Diputados, del PRI que también se oponen a esta adecuación".

De igual forma, advirtió que en caso de que insista la Federación con esta propuesta, existe el riesgo de que otras reformas estructurales planteadas por Calderón Hinojosa "no pasen", como son la reforma energética y Hacendaria.
El senador Ricardo Monreal Avila, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció que el Frente Amplio Progresista (PRD-PT-Convergencia) iniciará movilizaciones pacíficas en contra de la aprobación de reformas a la Ley del ISSSTE.

En conferencia de prensa, el legislador perredista expuso que los partidos políticos que conforman el FAP impedirán que se avalen las reformas al sistema de pensiones del instituto.
En la Cámara de Diputados, PAN, PRI, PVEM y Panal impulsan la iniciativa de reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que prevé crear la Afore Pensión-ISSSTE y aumentar la edad de retiro de los trabajadores.
Monreal Avila mencionó que para los legisladores del PRD, Partido del Trabajo y Convergencia, es necesario "convocar a movilizaciones ciudadanas para detener esta regresivas reformas que pretenden vulnerar y enterrar las conquistas laborales".

El también ex gobernador de Zacatecas expuso que los derechos de los trabajadores del ISSSTE serán defendidos "con todas nuestras fuerzas políticas, morales y sociales".
La bancada del PRD en San Lázaro alista una contrapropuesta de reforma a la Ley del ISSSTE, misma que pondrá a consideración del pleno la próxima semana, informó el diputado Miguel Angel Navarro Quintero.
Por su parte, la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con sede en el estado de Oaxaca, no permitirá alguna reforma a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), afirmó el secretario de organización de la misma, Ezequiel Rosales Carreño.

Dijo que ante la posibilidad de un albazo entre las fuerzas políticas que la respaldan (PRI, PAN, PVEM y Panal) las bases magisteriales decretaron una "alerta roja" para estar pendientes de cualquier eventualidad y responder contundentemente.

Integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) informaron que a partir de la próxima semana, iniciarán las movilizaciones de protesta contra la iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE, al asegurar que se trata de una nueva estrategia para beneficiar a "banqueros y empresarios que serán los primeros en obtener ganancias con la privatización del sistema de pensiones de los trabajadores del Estado".

Ley del ISSSTE, verdades a medias

Arturo Alcalde Justiniani, la Jornada, sábado 17 marzo

Mala ley debe ser cuando para justificarla se requiere de la manipulación informativa, el ocultamiento de datos y las verdades a medias. Mala ley cuando se chantajea a la población amenazándola de caer en el precipicio si no se acepta como única opción. Peor aun, si se anula el análisis y la discusión urgiendo a una vía rápida obligando a los legisladores a votar de inmediato.

El colmo son las declaraciones del director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en las que apremia a la aprobación de la ley como requisito para "atender una larga cola de enfermos que esperan meses por una intervención quirúrgica de urgencia". Es claro que estamos siendo víctimas de una manipulación orquestada que debemos resistir planteando correctamente el problema, exigiendo información veraz, descubriendo sus verdaderas intenciones y, al mismo tiempo, proponiendo soluciones responsables a los graves problemas de la seguridad social.

Decir la verdad implicaría que la propuesta básica contenida en esta iniciativa de ley responde en esencia a la recomendación del Banco Mundial, que ha hecho suya la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y se presenta con el sello de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Hablar con honestidad, sería informar que los principales beneficiarios del modelo de salud y del sistema pensionario planteado serán grupos financieros del sector privado, con los que se contrataría finalmente el seguro de retiro de cada trabajador cuando el Pensionissste -que operará con las mismas reglas que las afores privadas- termine su misión temporal. Hablar con franqueza sería señalar que por la vía de la subrogación se lesiona el carácter público de los servicios de salud; por esta y muchas otras razones, el sector privado aplaude a rabiar esta iniciativa, presiona para su inmediata aprobación y descalifica a cualquiera que pretenda poner en riesgo este futuro negocio.


Esta iniciativa de ley debe ser leída a partir de sus transitorios, en donde se condonan hasta 80 por ciento de los gigantescos adeudos de dependencias públicas, los mismos que generaron en parte la degradación de esta institución. Conviene reclamar información básica para evaluar las propuestas ahí contenidas, identificando la relación entre los problemas de origen y las soluciones planteadas. Los datos no están aportados, fueron guardados en los archivos de la SHCP, impidiendo así hacer un análisis objetivo y comprobable de temas importantes, entre otros, el monto del bono de reconocimiento sujeto a un derecho de opción manipulable, y por otro lado, aparentemente mal calculado en perjuicio de los trabajadores. También sobre el futuro real de las cuentas individuales, incluyendo a las próximas generaciones que se nos pretenden presentar como totalmente ajenas a nuestro interés.

Debe reconocerse que los problemas del ISSSTE son muchos. Cualquier paciente que acude a solicitar un servicio ha sufrido la escasez de camas, medicamentos, equipo y personal. También es evidente que las bases que son sustento del actual sistema pensionario han cambiado, por lo que es elemental modificar sus reglas respondiendo a los cambios demográficos, ampliación en las esperanzas de vida y perfiles epidemiológicos. Es claro que los ajustes requerirán de más recursos y modificaciones en los requisitos de edad y tiempo de trabajo, pero este reconocimiento, no implica aceptar un modelo de solución que a pesar de los sacrificios colocará a los trabajadores nuevamente en la postración.

La iniciativa que hoy pretenden recetarnos ha demostrado ser una mala medicina. Basta observarla en perspectiva con la que se reconoce como su fuente de inspiración o ley espejo, precisamente la Ley del Seguro Social que entró en vigor el primero de julio de 1997. En aquel tiempo, como ahora, se sostuvo que todos los problemas del IMSS serían resueltos y las pensiones mejoradas. Hace 10 años vivimos la misma manipulación y urgencia en la aprobación, la misma propuesta de las cuentas individuales que "ahora sí serían propiedad de los trabajadores". Recordemos la campaña de medios en que los trabajadores y sus familias aparecían en playas y hoteles de lujo gozando la pensión prometida. La triste realidad vino después cuando los servicios de salud se degradaron. Actualmente la mayoría de los trabajadores tienden tan sólo ha obtener la pensión mínima.

Nuevos costos sociales

Miguel Bazdrech Parada
mbazdresch@milenio.com

18 marzo 2007


En alguna ocasión el querido maestro Manuel Rodríguez Lapuente concluyó su lección de historia con una metáfora: “el camino del hombre por la historia se parece al intento de un borrachín de cruzar un puente quien, para no caer por los bordos, trata de mantenerse en la línea central pero los humos etílicos le impiden mantener la vertical y lo hacen inclinarse ahora hacia un lado, ahora hacia el otro; así vamos por la historia dando bandazos de derecha a izquierda y de izquierda a derecha”. Las acciones del gobierno mexicano y las intervenciones recientes de la Iglesia Católica ilustran ese bandazo de la historia. ¿Qué y cómo pensar ante declaraciones intransigentes o actuaciones represivas de ciertas autoridades civiles o eclesiásticas?

La organización de la vida social mexicana no ha logrado establecer un nivel de vida satisfactorio para todos. En los últimos 30 años dicho nivel ha bajado para cada vez más millones de personas. Hoy sólo un subsidio económico, necesario porque el bajo nivel así lo exige, mantiene a muchos compatriotas con alguna esperanza de mejora. Muchos otros, ante la dilatada situación de muy poca satisfacción, han decidido buscar, en formas no pensadas en el diseño social mexicano, caminos de futuro menos desesperados. Son ejemplos de esta búsqueda la migración al norte, las actividades delictivas pero productivas, la renuncia a seguir dentro del marco del Estado, la lucha social permanente contra la arbitrariedad y las políticas que lastiman a la población.

Al mismo tiempo, en México vive el hombre más rico de América Latina. Su riqueza creció en 2006, tanto como el monto que el gobierno dedica a crear, dicen, “Oportunidades” para veinticinco millones de compatriotas. Esta polarización, manifestada en las elecciones del año pasado, no se resolverá con represión e intransigencia como la que sufren hoy, entre otros, las mujeres por su derecho a decidir, el Frente Democrático Campesino en Chihuahua hostigado por la Sagarpa, el catequista Diego Arcos Meneses, encarcelado por testimonio espurio de policías en Chiapas, Jon Sobrino teólogo católico reducido al silencio canónico, y otras personas y organizaciones civiles que dentro de la ley, se oponen a la exclusión y se niegan a ser empobrecidos por una política gubernamental servil de los poderes fácticos. El nuevo costo del bandazo a la derecha ya se puede medir en incremento de la desigualdad social y la desesperanza de millones. Esperemos que no en la agresividad o en la subversión.

Esperemos, sí, que en la conciencia y disposición a comprometernos para lograr un México mejor: justo y digno para aquellos que hasta ahora han carecido de todo y a quienes se les regatea sus más elementales derechos