miércoles, diciembre 28, 2011

2011, el peor año. Miguel Valencia



2011, el peor año del que se tenga memoria en México, después de la Revolución Mexicana

Indiscutiblemente, 2011 ha sido el peor año del que se tenga memoria en México, en términos de violencia, después de la Revolución Mexicana. Más de 13,000 muertos, cerca de 3,000 desaparecidos y cientos de miles de afectados directamente por estas muertes y desapariciones en este año; estas cifras que se acumulan a otras parecidas de los años recientes, a consecuencia de la guerra contra el crimen organizado, confirman niveles nunca vistos de violencia en México, en los últimos 80 años. Las matanzas que han filtrado los medios, como las de San Fernando, Tamaulipas; Boca del Río, Veracruz; Guadalajara, Jalisco, y las condiciones de terror en las que viven cientos de municipios y ciudades, resultan inéditas para virtualmente todos los mexicanos. Los testimonios de las víctimas ante el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, son devastadores; no hay palabras para describir tanta infamia; reflejan un avanzado desquiciamiento del Estado y de la Sociedad mexicana, condición que desesperadamente tratan de ocultar las televisoras y la gran mayoría de los demás medios de comunicación.

Ciertamente, la miseria y el desempleo han venido aumentando en el país desde hace unos 30 años, con disparos después de las crisis del 87 y del 94, muy especialmente, en esta última, pero, la fuerte caída de la economía en 2009-2010, ha colocado a 2011, como el peor año del que se tenga memoria, en términos de miseria y desempleo acumulado. Nunca ha habido tantos mexicanos en la miseria y en el desempleo, como los hubo en 2011 a pesar de lo que digan las torcidas cuentas del INEGI. Los últimos gobiernos han sido totalmente incapaces de recuperar los niveles perdidos en las décadas anteriores, por lo que sólo han conseguido aumentar la miseria y el desempleo en términos absolutos. La migración aleja de México, como nunca antes, a los más capaces, ya que nuestro país acumula un enorme desprestigio internacional. Además, hay que considerar la distinción que hace Mahid Rahnema: la miseria desplaza a la pobreza. En la miseria se pierde fácilmente la dignidad humana y la pobreza moderna se vive en condiciones cada día más deplorables, por la destrucción del tejido social. Grandes grupos en los extremos de la sociedad mexicana, tanto en la riqueza y como en la miseria, han perdido los límites que podría dar sentido a su vida: están desquiciados y nos desquician. En 2011, México ha vivido el peor año del que se tenga memoria, en los últimos 80 años, en términos de la economía de la mayor parte de sus ciudadanos.

La turbiedad extrema en la gestión pública de las concesiones del petróleo, de la minería, del agua y del suelo, los bosques y selvas y la atmósfera en 2011, han colocado a este año en el peor en los últimos 80 años, en términos del buen uso de los Dones de la Naturaleza y la preservación de la riqueza natural de México. En este año se aceleraron las tendencias negativas en la destrucción de la flora y la fauna nacional a un nivel nunca visto. Se destruyeron con insólita rapidez las bases naturales que podrían dar sustento a un posible futuro menos miserable que el vivido en los últimos años. Nunca antes nos habían saqueado como en este año los países poderosos, como EUA, Canadá, España, Inglaterra, Holanda, Japón, entre otros.

La corrupción y la impunidad registraron en 2011 niveles de punta; las concesiones, contratos y licitaciones fueron entregados por los gobiernos de los diferentes niveles a las empresas internacionales de peor historial; más de 94% de los crímenes no fueron investigados. El sistema judicial mexicano se esforzó como nunca en conseguir la mayor iniquidad en sus indagaciones, procesos y sentencias. Las legislaturas mexicanas no sólo ofrecieron un patético espectáculo de opulencia y despilfarro de los recursos públicos nunca visto sino que aprobaron leyes y reformas para beneficiar principalmente a los grandes inversionistas extranjeros y nacionales y vulnerar aun más los intereses de los ciudadanos.

Las grandes tendencias que hacen de 2011 el peor año del que se tenga memoria en México, nos indican que no hemos tocado fondo y que existe una gran probabilidad de que los próximos años pudiéramos llegar a padecer peores niveles de violencia, miseria, devastación ecológica, corrupción e impunidad que en 2011. Nos obligan a hacer sonar las alarmas sociales y adoptar acciones y actitudes cívicas extraordinarias, excepcionales, frente al desquiciamiento del Estado y la Sociedad mexicana; ante la peligrosidad del entorno internacional. Negar, ocultar o minimizar la gravedad extrema de lo que sucede en México y en el mundo; fundamentar nuestra acción en ideas y opiniones adoptadas sin reflexión y sentido crítico; ignorar el debate público cara a cara y la acción directa, sólo puede garantizarnos peores calamidades en los próximos años. Podría 2012 llegar a ser un año feliz, venturoso, sólo si lo es para todos o al menos para la gran mayoría de los mexicanos; podría 2012 llegar a ser un año afortunado únicamente si actuamos responsablemente frente a la violencia, la miseria, la devastación ecológica, la corrupción y la impunidad extrema que ahora sufrimos en México. Este desafío nos obliga a adoptar otra actitud social y política en 2012.

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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México
¡DESCRECIMIENTO O EXTINCIÓN!
Acción frente al Pico del Petróleo y al Cambio Climático
Blog:
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