sábado, noviembre 04, 2006

LAS TRAMPAS DE OAXACA PARA AMLO Y LA CND

LAS TRAMPAS DE OAXACA PARA AMLO Y LA CND
Por Benjamín Castro
3 Noviembre de 2006

Es por lo menos sospechoso que el secretario de gobernación Carlos Abascal, con una larga trayectoria personal y familiar al servicio de la causa del sinarquismo y del ultramontanismo, nos venga a decir, al cuarto para las doce, que el conflicto de Oaxaca habrá de continuar por tiempo indefinido debido a que es un problema de "justicia social", que solo habrá de resolverse mediante "la reforma del Estado". También Vicente Fox, anunció que el conflicto habrá de extenderse y que tendrá que "heredarlo" a su sucesor Felipe Calderón. Lo sospechoso radica también en que otras voces provenientes principalmente de organismos empresariales como el CIDE o de periódicos de reciente viraje derechista como Excelsior, vienen proponiendo como remedio a la situación de Oaxaca precisamente una "reforma del estado" o, cuando menos, el fin del sistema de partidos políticos vigentes. Estos analistas, como Raymundo Riva Palacios, Leo Zuckerman o el propio secretario de gobernación Carlos Abascal, están muy listos para proponer "la reforma del Estado", hacia alguna forma de sistema parlamentario pero, se hacen los occisos en la cuestión del cambio de modelo económico. Como si la parálisis económica de los últimos veintitantos años no tuviera nada que ver con lo que actualmente sucede. Como si el estrangulamiento financiero del Estado y de la economía no tuviera nada que ver con las condiciones de desesperación en que se encuentra una gran parte de la población de Oaxaca y de todo México. En algunos de sus artículos recientes, el periodista Alvaro Zepeda Neri, habló de situaciones similares a la de Oaxaca no solo en Chiapas o Michoacán sino también en los estados del norte de México como Sonora, en donde la miseria se ha generalizado y el empobrecimiento de los trabajadores y las clases medias ha sido violento. Por eso, llama la atención que los valientes que se lanzan a promover el fin del presidencialismo o el advenimiento del parlamentarismo no quieren ni siquiera mencionar la dictadura financiera y económica impuesta a nuestro país por el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde cuando menos 1983. Como si no supieran que los candados presupuestarios que invocó el gobierno federal para no aceptar la "rezonificacion" de los maestros de Oaxaca fueron el origen del conflicto. O como si no supusieran que la alianza del Pan y del PRI para sostener a Ulises Ruiz en el gobierno de Oaxaca es parte de un acuerdo para que el "PRIAN" aprueba las "reformas estructurales" del FMI en el Congreso.
Que Carlos Abascal o la derecha del CIDE y a veces Porfirio Muñoz Ledo (que es su talón de Aquiles), invoquen sus muy antiguos deseos de un sistema parlamentario a la europea, es decir, "el cretinismo parlamentario", --en donde los diputados y senadores pueden decidir lo que sea menos el programa económico que impone el banco central y el FMI--, como solución a todos los males, es comprensible porque siempre han sido lo que son.
Sin embargo, lo más extraño de todo esto es que los dirigentes de la APPO y de la Sección 22, a pesar de su radicalismo y de su enorme capacidad para la "guerra popular prolongada", tampoco dicen nada sobre la dictadura económica que padecemos todos los mexicanos, como si no lo supieran tampoco. Sus reformas democráticas en Oaxaca apuntan también hacia desafiar el orden jurídico y el organigrama político de su Estado y del país, pero sin desafiar a la dictadura economica (léase FMI), que ha hecho que el Estado se colapse y se desintegre. La mayoría de los estados de la federación, tanto los del norte como los del sur, están en bancarrota y son incapaces de atender las necesidades más básicas de la población como es la educación. Cualquier dirigente como Enrique Rueda o Flavio Sosa lo saben, pero no lo mencionan y convierten la lucha de la APPO en una mera lucha oposicionista sin proyecto nacional y sin alternativas.
Por todo esto, Oaxaca también puede ser una trampa para Andrés Manuel López Obrador y el movimiento de resistencia pacifica que encabeza. López Obrador ha propuesto desafiar la política económica impuesta al país en los últimos 24 años y también a las instituciones que la han impuesto al pueblo de México y dentro de ellas la alianza inmoral del PRI y del PAN para este fin. Cambiando esa política económica podrán resolverse muchas cosas, entre ellas la de Oaxaca por la vía de ejercer la soberanía del estado mexicano y su obligación de velar por el "interés público" o bienestar general, ejerciendo su derecho a reactivar la economía mediante la emisión de crédito para impulsar el crecimiento al mismo tiempo que se lucha, como lo hace el presidente argentino Nestor Kirchner, por la reforma de las instituciones financieras internacionales como el FMI. Esta facultad del ejecutivo en el sistema presidencialista mexicano es lo que la derecha quiere eliminar mediante un sistema parlamentario de primer ministro y un parlamento de diputados impotentes. Obligar a López Obrador a reducir su movimiento de un gobierno paralelo, --un gobierno que ejerza un poder dual efectivo frente al proyecto depredador de los banqueros que representa Calderón--- , para enfrascarse en una lucha local meramente oposicionista, puede ser una trampa urdida por el propio Calderón y sus asesores como el franquista José Maria Aznar , para atrapar su movimiento y sofocarlo. . .


El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche

ischillernl@hotmail.com

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