jueves, mayo 17, 2007

Más allá de la tasa de desocupación abierta

Luis Miguel González
Milenio 17 mayo 2007

Las estadísticas son como los bikinis: enseñan mucho pero tapan lo esencial. Decir que la tasa de desocupación abierta en marzo fue de 3.96 por ciento sólo significa que hay 1 millón 747 mil 929 personas que caben en la definición del INEGI de abiertamente desocupados. Esta definición no basta. Es tan restrictiva que deja fuera la mayor parte de las personas que no trabajan. No considera, por ejemplo, a aquellos que están disponibles para trabajar, pero no buscan empleo por considerar que no tienen posibilidades de conseguirlo. Estos desesperanzados suman 5 millones 58 mil 197 personas, equivalentes a 11.4 por ciento de la población económicamente activa.

La definición de desocupación abierta incluye a aquellos que buscaron trabajo en la última semana y no lo encontraron. Por eso excluye a los 2 millones 845 mil 953 personas que afirman tener interés para trabajar, pero se encuentran en un contexto que les impide hacerlo.

La tasa de desocupación abierta es el indicador del mercado laboral que recibe más difusión, a pesar de sus limitaciones. Por ello es fundamental revisar la serie fotográfica completa del INEGI. Son especialmente interesantes aquellos cuadros que describen la economía informal y el universo estadístico de las personas que trabajan, pero se emplean menos de lo que pueden y quieren: los subocupados.

Un poco más de 11 millones 862 mil personas trabajan en la economía informal. Este grupo equivale a 26.8 por ciento de la población económicamente activa. En los últimos años ha crecido en número total, pero ha mostrado una tendencia de reducción marginal como proporción del total, luego de que en 2003 alcanzó su máximo porcentual, 28.8 por ciento.

Los subocupados suman casi 8 millones de personas. Hay 2 millones 728 mil personas que trabajaron menos de 15 horas a la semana y 5 millones 63 mil 820 que laboraron menos de 35 horas, a pesar de tener capacidad y disponibilidad para estar más tiempo en tareas productivas.

Hay un dato de la encuesta de empleo del INEGI que para mí es inquietante: 2 millones 869 mil personas trabajan sin recibir remuneraciones. Son uno de cada 16 trabajadores y se habla poco de ellos. Son casi invisibles e indefinibles.


Nota: Este artículo llena algunas lagunas que dejan los datos "duros" que brinda el INEGI en la nota que sigue

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