lunes, diciembre 21, 2009

Cumbre Climática Copenhague


(tomado de Juventud Rebelde, sabado, 19 de diciembre de 2009)

Palabras de Bruno Rodríguez Parrilla
en la sesión final de la Cumbre
Climática
en Copenhague


(El canciller cubano reiteró la protesta por las graves
violaciones de procedimiento que se han producido en la
conducción antidemocráticadel proceso de esta Conferencia


Señor Presidente:

Hace ya cuatro horas el presidente Obama anunció un
acuerdo que no existe; falta el respeto a la comunidad
internacional, se comporta como un jefe imperial.

El documento que usted varias veces afirmó que no
existía, señor Presidente, aparece ahora. Todos hemos
visto versiones que circulan de manera subrepticia y
que se discuten en pequeños conciliábulos secretos,
fuera de las salas en que la comunidad internacional, a
través de sus representantes, negocia de una manera
transparente.

Resulta, señor Presidente, que el documento que no
existió, existe. Lamento profundamente la manera en
que usted ha conducido esta conferencia.

Puedo anticiparle que la delegación de la República
de Cuba ha decidido no aceptar el proyecto de declaración
que usted presenta. No requiero consultas adicionales
en ningún marco ni formato, y, por tanto, declaro que
en esta conferencia no existe consenso sobre este
documento (Aplausos).

Sumo mi voz a la de los representantes de Tuvalu,
Venezuela y Bolivia. Cuba considera extremadamente
insuficiente e inadmisible el texto de este proyecto
apócrifo. La meta de 2º centígrados es inaceptable y
tendría consecuencias catastróficas incalculables, en
particular para los pequeños Estados insulares.
Significaría un grave impacto en numerosas especies
de la biodiversidad.

El documento que usted, lamentablemente, presenta
no contiene compromiso alguno de reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero.

Conozco las versiones anteriores que también, a
través de procedimientos cuestionables y clandestinos,
se estuvieron negociando en corrillos cerrados que
hablaban, al menos, de una reducción del 50% para el
año 2050. Tengo conmigo aquí esas versiones anteriores,
que valdría la pena ofrecer a los medios de prensa y
a los representantes de la sociedad civil y hacer públicas
en esta sala.

El documento que usted presenta ahora, omite,
precisamente, las ya magras e insuficientes frases
clave que aquella versión contenía. Este documento no
garantiza, en modo alguno, la adopción de medidas
mínimas que permitan evitar una gravísima catástrofe
para el planeta y la especie humana.

El texto de este documento, para Cuba, es incompatible
con el criterio científico universalmente reconocido,
que considera urgente e insoslayable asegurar niveles
de reducción de, al menos, el 45% de las emisiones para
el año 2020, y no inferiores al 80% ó 90% de reducción
para el 2050.

Este vergonzoso documento que usted trae es también
omiso y ambiguo en relación con el compromiso específico
de reducción de emisiones por parte de los países
desarrollados, responsables del calentamiento global
por el nivel histórico y actual de sus emisiones, y a
quienes corresponde aplicar reducciones sustanciales
de manera inmediata. Este papel no contiene una sola
palabra de compromiso de parte de los países
desarrollados.

La delegación de Cuba reitera, además, su convicción
de que la reducción de las emisiones de carbono de
los países del Sur no puede formularse de manera que
obstaculice el ejercicio del derecho al desarrollo.
Este papelucho ignora ese concepto.

Todo planteamiento acerca de la continuación de
las negociaciones para adoptar, en el futuro, acuerdos
de reducción de emisiones, debe incluir, inevitablemente,
el concepto de la vigencia del Protocolo de Kyoto, y
de que estos acuerdos serán parte de un segundo período
de compromisos de dichos protocolos. Su papel, señor
Presidente, es el acta de defunción del Protocolo de
Kyoto que mi delegación no acepta.

La delegación cubana desea hacer énfasis en la
preeminencia del principio de “responsabilidades comunes,
pero diferenciadas”, como concepto central del futuro
proceso de negociaciones. Su papel no dice una palabra
de eso.

Este proyecto de declaración omite compromisos
concretos de financiamiento y transferencia de
tecnologías hacia los países en desarrollo como parte
del cumplimiento de las obligaciones contraídas por los
países desarrollados bajo la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático. El documento se
limita a la idea de que los países desarrollados participen
en una llamada movilización de recursos que se dice que
pueden ser públicos o privados, bilaterales o multilaterales,
o provenir, incluso, de fuentes alternativas. Los países
desarrollados, que imponen sus intereses mediante su
documento, señor Presidente, evaden cualquier compromiso
concreto.

La delegación de Cuba reitera su protesta por las graves
violaciones de procedimiento que se han producido en la
conducción antidemocrática del proceso de esta conferencia,
especialmente, mediante la utilización de formatos de
debate y de negociación, arbitrarios, excluyentes y
discriminatorios. Lo que usted llama, señor Presidente,
“un grupo de líderes representativos” es, para mí, una
grosera violación del principio de igualdad soberana que
consagra la Carta de las Naciones Unidas, un mecanismo
que intenta imponer decisiones a la comunidad internacional
y manipular a la opinión pública. La formulación no
transparente de proyectos de documentos ha sido constante
en esta conferencia.

Debo expresar, señor Presidente, mi protesta y
preocupación por la restricción del acceso de las
organizaciones no gubernamentales a esta conferencia.

La delegación de Cuba hace parte de las posiciones
expresadas por los Estados miembros de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, en
particular de los discursos de los presidentes Hugo
Chávez y Evo Morales.

Señor Presidente, le solicito formalmente que esta
declaración sea recogida en el informe final sobre
los trabajos de esta lamentable y bochornosa 15 Conferencia
de las Partes.

Muchas gracias. (Aplausos).

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