Respuesta de Sergio Aguayo a Primitivo Rodríguez

Respuesta al escrito de Primitivo Rodríguez titulado Sergio Aguayo y el derecho a saber

31 de julio de 2009

A los interesados en los buenos chismes,

La carta de Primitivo Rodríguez Oceguera del 30 de julio del 2009, tiene un buen número de imprecisiones, medias verdades, omisiones y mentiras. Nos cuenta que baila rumba y toma fotografías, pero no incluye entre sus pasatiempos la pasión que, desde hace más de una década, tiene por desprestigiarme.

Es tan intenso su sentimiento en mi contra que se enreda y tropieza con los hechos y las cifras. Por ejemplo afirma, que “sólo por su participación semanal en el programa Primer Plano de Canal Once, Aguayo recibe del bolsillo de los contribuyentes 50 mil pesos mensuales, según información que recibí el año pasado en uso de la Ley de Transparencia”.

Falso. En la fecha a la que Primitivo se refiere, por cada programa se nos pagaban 11,875 pesos y, como somos seis los panelistas y nuestro promedio de asistencia es de tres programas al mes, la cifra que recibía al mes era de 35,625 y no 50 mil. La diferencia es notable.

El fondo del asunto está en otro lado. En su afán por “desenmascararme” Primitivo abusó de la libertad de expresión y me difamó. En el año 2005, presenté una demanda en su contra. Después de recorrer todas las vías legales, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ratificó, en el año 2007, lo que habían decidido diferentes tribunales: que mi honor había sido dañado por 29 escritos de Primitivo, quien abusó de su libertad de expresión. Lo condenaron a pagar 400 mil pesos. En el 2008 y por petición suya le hice una rebaja del 90 por ciento. Primitivo Rodríguez Oceguera me dio un cheque que entregué a los abogados como pago parcial de mis deudas con ellos. En todo caso, pienso yo, que al pagarme reconoció su culpabilidad.

Es una historia complicadísima y en la que hay un buen número de personajes. Sobre tan barroco asunto se ha escrito bastante, incluyendo el correo enviado por Primitivo el 30 de este mes. A quienes tengan la paciencia y el interés les recomiendo que entren a mi página (www.sergioaguayo.org). En la sección de “Reconocimientos, polémicas y difamaciones” verán el inciso “La defensa jurídica de mi honor”. Ahí están los textos legales en donde aparecen con toda precisión, claridad y transparencia las posturas de las dos partes. También incluí un intercambio final con Primitivo que llevó al acuerdo definitivo del caso, en un texto de mi autoría, con algunas reflexiones sobre la difamación y otro, de dos de los abogados que me representaron.

En suma, lo demandé, le gané y me pagó una indemnización.

Como Primitivo no es el único que busca desprestigiarme –y para el ejemplo bastaría el volante que repartieron en la Asamblea Nacional del Voto Nulo del pasado 30 de junio– en los próximos días abriré en mi página una sección de “Preguntas frecuentes” y desde ahí, abordaré algunas de las acusaciones de ese tipo de gente que, coincidentemente aparece, cuando mi activismo en favor de la democracia y los derechos humanos adquiere cierta visibilidad.

Un saludo afectuoso para todas y todos,

Sergio Aguayo Quezada