Este es el hombre destacado por el que se ocupa y preocupa la clase política del país

Si usted es de los que sienten algo de conmiseración ante la noticia de la desaparición" del llamado "jefe" Diego, ahí le van algunos datos, notas, nomás para que el recuerdo concuerde con la realidad

Fernández de Cevallos, su casita con jardín y tráfico de árboles

Publicado el Noviembre 14, 2009 por PoKaMa

La casita

La ex Hacienda La Barranca, en Jerécuaro, es un ex convento jesuita del siglo XVI y era propiedad del criador de toros Fernando de la Mora

Se trata de un ex convento jesuita de estilo plateresco construido en el Siglo XVI (1543), y se encuentra a 25 kilómetros de la cabecera municipal y a 25 de la capital del estado. Consta de dos pisos con 50 cuartos que son una cocina, un comedor para 24 personas, una sala de madera de caoba, 21 recámaras, una bicicleta de madera de 1870 y una iglesia aún en funcionamiento.

A un lado de la iglesia está otra edificación ocupada como casa habitación para los peones. Tiene 15 caballerizas, una pequeña laguna, una plaza de toros y pozos con agua a baja profundidad. Al visitar las inmediaciones de la hacienda los vecinos afirman que el dueño es el panista.

La hacienda se puso en subasta pública en 1767, desde entonces se le ha dado mantenimiento constante.

Sus instalaciones fueron usadas por la Santa Inquisición y en sus habitaciones se realizaban actividades eclesiásticas, pero también funcionan como calabozos de encierro y tortura.

El ex convento fue transformado en Hacienda durante la administración de Porfirio Díaz. Actualmente sus actividades se enfocan a la ganadería especialmente a la crianza de caballos. (leer más)

La hacienda tiene una extensión de 480 hectáreas, donde se cultivan 50 de forrajes, maíz, avena y cebada. Emplea alrededor de 15 personas, en su mayoría originarias de esta zona donde están las comunidades de La Barranca, El Fresno, Sabanilla, Tepozán, entre otras.

.

El bosque privado

Con el uso de tecnología de punta y el pago de mil pesos, una empresa trasplantó al menos una decena de nogales –propiedad de una familia pobre de esta región- para adornar una finca con más de 50 habitaciones, iglesia propia y 15 caballerizas, propiedad del panista Diego Fernández de Cevallos.

“Vivero Siempre Verde”, empresa radicada en la ciudad de Querétaro, ofreció a los dueños de los nogales entregarles frutales a cambio de que le “donara” los árboles, algunos con más de 100 años de vida, los cuales, les dijo, serían plantados en una hacienda del ex senador panista.

Se trata de la hacienda “La Barranca”. Información en poder del gobierno de Jerécuaro advierte que Fernández de Cevallos compró en 2005 la propiedad a Fernando de la Mora Ovando y que se ubica a 25 kilómetros de la ciudad de Querétaro y a 25 kilómetros de San Vicente.

.

Hacienda para invitados políticos

Apenas en mayo pasado en esta propiedad, se casaron Rodrigo Fernández de Cevallos Medina y Estefanía Navarro Álvarez. Los invitados: el entonces procurador Eduardo Medina Mora, los ex procuradores Jorge Carpizo y Antonio Lozano.

Además de la clase política panista de Querétaro que en ese momento encabezaba el ahora ex gobernador Francisco Garrido Patrón, los ex candidatos del PAN a la gubernatura y presidente municipal de Querétaro, Manuel González Valle y Francisco Domínguez Servién, y el ex gobernador Ignacio Loyola.

La hacienda del “Jefe Diego” contrasta con la pobreza de esta pequeña ranchería donde las calles son empedradas y la gente vive al día,de lo que produce en sus parcelas, de sus animales de corral o de las remesas de sus familiares en Estados Unidos.

El ayuntamiento detuvo el traslado de los nogales, que inició el pasado sábado, cuando al atender una queja ciudadana por la ruptura de una tubería de agua potable descubrió la operación. La empresa ya tenía preparados 13 nogales para trasplantarlos… hoy están muriendo.

EL UNIVERSAL buscó a Fernández de Cevallos y a Juan Manuel Yáñez Piña, representante de la empresa ante el ayuntamiento, sin obtener respuesta. El panista no respondió la llamada y en el número proporcionado por la empresa al ayuntamiento se negó la existencia de esa compañía.

Información del Ayuntamiento de Apaseo el Alto, detalla que la empresa acreditó su dirección en Boulevard Centro Sur 89, fraccionamiento Colinas del Cimatario, en la ciudad de Querétaro. Pero sus dueños rechazaron hacer declaraciones.

Los árboles se ubicaban en una huerta de la comunidad de San Vicente, a unos 25 kilómetros de la cabecera municipal, en un terreno que ha sido heredado por generaciones y cuyos dueños hoy son los hermanos Teobaldo, Pablo y Domingo Santos Hernández… ancianos que con sus familias viven al día.

Teobaldo Santos Hernández, uno de los dueños de la huerta, dijo que la empresa le entregó mil pesos por dejarlos entrar al terreno por sus tierras y por algunos árboles de durazno que tuvieron que cortar para el acceso de los camiones.

Su hermano Domingo Santos dice que la empresa no le pidió permiso para abrir una brecha a través de su parcela para que los transportes pesados penetraran y sacaran los árboles. Dice que los vehículos destrozaron su milpa y la siembra que tenían de calabazas y alfalfa.

.

Piden dejar árboles en el municipio

Diana Karina Hernández, secretaria del Ayuntamiento, dijo en entrevista que el municipio mantiene la disposición de que los árboles sean trasplantados al jardín de la comunidad: “es un hecho ilegal porque no hay permisos federales, estatales o municipales, pero es mejor que se queden dentro del municipio a que mueran.

“La empresa nos dijo que los llevaban a una hacienda en la comunidad de La Barranca pero no nos dijeron si era para un rancho del señor Diego Fernández de Cevallos. Se extrajeron diez árboles y están preparados otros 12 para trasladarlos. La empresa, sin costo, se compromete a ubicarlos dentro del municipio”.

Jesús Barrón Paredes, director de Planeación y Desarrollo Urbano de Apaseo el Alto, dijo que el pasado fin de semana la maquinaria utilizada para arrancar los árboles rompió un tubo de agua potable y al atender el problema, personal de Protección Civil detectó la extracción de los árboles e informó a Seguridad Pública Municipal, que detuvo las maniobras.

Explicó que la empresa utilizó maquinaria de grandes dimensiones para excavar alrededor de los árboles para después, con una grúa, extraerlos luego de cortar su raíz principal y envolverla con una especie de lona, y posteriormente, montarlos en dos tráileres. Se aseguraron al menos tres árboles que ya se encontraban arriba de las plataformas de los camiones para ser transportados, aunque se dijo que desde el viernes ya se habían llevado por lo menos 9 de ellos y el sábado se contabilizaron 13 más, ya preparados para el traslado. “Las personas que fueron detenidas en el momento argumentaron que ya lo habían hecho y que nunca les habían solicitado ningún permiso… argumentaron que no afectaban el entorno ecológico del estado porque los árboles no saldrían de la entidad pues las llevarían a Jerécuaro, municipio vecino de Apaseo el Alto.

“Sólo presentaron un escrito del dueño y otro del comisariado ejidal, pero ninguno está facultado para autorizar la salida de árboles del municipio… si no hay nada raro, por qué los trasladaban en fin de semana”, dijo el funcionario municipal.

En oficio escrito a mano se establece que Camerino Hernández Alanís, comisario ejidal de San Nicolás y anexo San Vicente, conoció del problema porque el propietario Teobaldo Santos aseguró que donó los árboles, pero no recibió gratificación por ello.

Aseguraron no cometer delito alguno

Los encargados del traslado eran Juan Manuel y Óscar Gregorio Yáñez Piña, quienes decían no cometer ningún delito pues no los estaban talando sino que solamente les darían otra ubicación y aseguraron que el dueño de los terrenos, Teobaldo Santos Hernández, se los donó. Sin embargo, y aunque una de las camionetas lucía la razón social “Vivero Siempre Verde” con domicilio registrado en Colinas del Cimatario, dijeron que los árboles serían sembrados en terrenos del mismo estado de Guanajuato cerca de La Barranca o la comunidad de El Soldado pero nunca aclararon a detalle para quién trabajaban, se limitaron a señalar que se trataba de una Hacienda y que facturaban a nombre de “Desarrollos Habitacionales”.

Ayer, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) notificó a la familia Santos que se había recibido una “denuncia popular” en contra de los dueños de la huerta por el daño ecológico. El gobierno municipal dejó el caso en manos de las autoridades federales. (El Universal)