EL BOICOT EN MÉXICO HOY

EL BOICOT EN MÉXICO HOY

Pietro Ameglio
Oct 2006.

La lucha de resistencia civil pacífica y noviolenta está caracterizada en sus niveles más intensos por dos formas históricas centrales: la no-cooperación y la desobediencia civil.

La no-cooperación se mantiene dentro de los cauces de la legalidad, pero se retiran las formas usuales de cooperación con la persona, actividad, institución, régimen o país cual se está en conflicto; o sea, se deja de operar a favor de las fuentes que reproducen o legitiman injusticia.

Se parte del principio que la acción colectiva masiva -iniciada desde la individual- de toma de conciencia y acción radical sobre cómo el propio cuerpo, recursos materiales e identidad social son la base por la cual el adversario se sostiene en el poder, y por tanto si esta fuente de poder le es retirada entonces se origina una crisis en las fuerzas adversarias. Por ello, se trata de retirar, e inducir a otros a hacerlo, la cooperación económica con el adversario que agravia; incluso muchos países han usado estos métodos de resistencia en su lucha de independencia o nacionalista contra potencias extranjeras invasoras u opresoras. La palabra “boicotear” se usó por primera vez en 1880 cuando un grupo de campesinos irlandeses protestó contra un capitán Boycott. Existen boicots sociales, económicos y políticos.

En el importante texto de Gene Sharp (Métodos de la acción noviolenta), traducido por Caridad Inda, se señala lo siguiente en el apartado referente a la “No-cooperación económica (boicot de consumidores):

“Consiste en la suspensión o el rehusarse a continuar teniendo relaciones económicas, especialmente el comprar, vender o manejar bienes y servicios... Por ejemplo:
En 1934, en los Estados Unidos los católicos de la Legión Católica de la Decencia y algunos protestantes organizaron un boicot contra películas ‘inmorales’.

También los afro-americanos de Montgomery, Alabama, organizaron el famoso boicot a los camiones que duró 381 días de 1955 a 1957.

Numerosos ejemplos se pueden derivar de la época de la ocupación nazi en Europa. Los ciudadanos de Praga, por ejemplo, se rehusaron a comprar periódicos controlados por los alemanes durante la semana del 14 al 21 de septiembre de 1941.

En la Rusia zarista en 1859 los siervos campesinos trataron de expresar su odio hacia la esclavitud por medio de un movimiento contra la bebida, para privar al Estado de los impuestos que cobraba por el monopolio del vodka.

En Nashville, Tennesse, un poco antes de la Pascua de 1960, los negros que apoyaban una manifestación de protesta estudiantil para que no hubiera segregación en las barras para comer de las cafeterías, decidieron no comprar ropa nueva para celebrar la Pascua como medio de presión contra los comerciantes de Nashville. Para el 10 de mayo ya se había llevado a cabo la integración.”

Otro exitoso ejemplo histórico central de campaña de no-cooperación es la desarrollada en 1920 en la India por el movimiento gandhiano contra la ropa y los productos ingleses, que incluso fueron quemados en grandes hogueras públicas.

En ocasiones, el boicot económico prevé la publicación de listas de empresas injustas, corruptas o a no apoyar, como por ejemplo se hizo en el “Manifiesto de la Desobediencia Civil para la Defensa de la Economía y la Dignidad del pueblo de Tabasco” (31 enero 1995), en la lucha por la democracia estatal.

Por otro lado, algunas características históricas importantes para los muchos triunfos de las campañas de boicot han sido que: a) sean masivas; b) que tengan un plazo de duración limitado hasta que el adversario cambie sus conductas negativas; c) que la marca o símbolos boicoteados sean de fácil comprensión para las masas en cuanto a su responsabilidad negativa social y en sus vidas, así como que existan alternativas de consumo a esos productos. Actualmente hay campañas internacionales de boicot contra:
· Nestlé (por sus campañas contra la leche materna);
· Nike (por la explotación del trabajo infantil y esclavo),
· Mercedes Benz (por sus acciones en fábricas de armas);
· Wal Mart (por su monopolio y la explotación a sus trabajadores);
· Mc Donald’s (por la baja calidad de sus alimentos chatarra y la explotación de niñ@s asiáticos en la manufactura de los juguetes de su “cajita sorpresa”);
· Costco-Comercial Mexicana (destrucción de los patrimonios culturales y ambientales);
· Starbrucks (por sus políticas de bajo pago a productores de café);
· Pepsi-Cola (por su bajo pago a productores de tomate en Estados Unidos);
· Coca-Cola (en Colombia y Latinoamérica por la tortura y asesinato de sindicalistas);
· Productos de Colgate, Palmolive, L’Oreal, Ariel, Always, Head and Shoulders, Zest (por hacer experimentos sobre animales);
· Caterpillar (por vender bulldozers a Israel usados para destruir casa palestinas);
· Chevron-Texaco (por derramar billones de tóxicos en el Amazonas)…

En México, actualmente se han realizado importantes acciones de protesta contra compañías y productos que apoyaron ilegalmente a la derecha en las pasadas elecciones. Como una acción más radical de protesta el movimiento de Resistencia Civil ha estado proponiendo una CAMPAÑA NACIONAL DE BOICOT CONTRA, entre otras marcas:

o COCA-COLA,
o JOHNSON AND JOHNSON,
o PEPSI-COLA,
o KIMBERLEY KLARK,
o JUMEX,
o BANAMEX,
o SABRITAS,
o BIMBO,
o WAL-MART,
o CHEDRAHUI,
o GIGANTE-OXXO,
o COMERCIAL MEXICANA-COSTCO,
o CEMEX,
o BANCOMER,
o TELEVISA,
o TV AZTECA,
o CASA CUERVO,
o CINEMEX.

Es una oportunidad histórica de insertarse en una forma de lucha no violenta, bastante original en la experiencia reciente mexicana, pero que en otras partes del mundo ha demostrado con creces su efectividad.