sábado, noviembre 25, 2006

Ven interés 'de familia' en Valle de Reyes

El Norte, 19 noviembre 2006,
Monterrey, Nuevo León, México.

Ven interés 'de familia' en Valle de Reyes
Luciano Campos Garza - Proceso

APRO

Una sociedad de inversionistas pretende construir el fraccionamiento Valle de Reyes en el parque nacional Cumbres de Monterrey, área natural protegida que en octubre último fue declarada patrimonio de la humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas.

Grupos de ecologistas, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Cabildo de Santa Catarina se oponen a la construcción de este desarrollo inmobiliario, en el que se invertirían 500 millones de dólares y abarcaría una superficie de 2 mil 500 hectáreas.

El parque nacional Cumbres de Monterrey, ubicado en la Sierra Madre Oriental, fue creado el 4 de octubre de 1939 por un decreto del Presidente de la República Lázaro Cárdenas del Río.

En 1996 se intentó crear el fraccionamiento Valle de Reyes en terrenos de Santa Catarina, municipio que se localiza al oriente de Monterrey. Se invertirían 200 millones de dólares. Pero las protestas de los ecologistas impidieron que se concretara. Ese mismo año, el gobierno de Benjamín Clariond Reyes negó el permiso para el desarrollo inmobiliario.

En marzo de 1998 se supo que uno de los interesados era Salomón Marcuschamer, socio en la constructora Javer, de Enrique Catalán, cuñado del entonces Presidente Ernesto Zedillo.

Cuando se difundieron los nexos de los inversionistas con el Presidente, los trámites fueron suspendidos. Y aunque en mayo de 2000 el cabildo de Santa Catarina consideró la posibilidad de revivir el plan, el Gobierno del Estado negó el permiso definitivamente.

En ese mismo año un grupo de propietarios de tierras se amparó contra el decreto por el cual el Presidente Zedillo declaró zona protegida el parque nacional Cumbres de Monterrey, de 177 mil 395 hectáreas.

Luis Francisco González Parás, hermano del actual Gobernador, José Natividad, es parte de la firma de abogados que representó a esos propietarios y además adquirió un predio cerca de la zona.

Cuando reinició la controversia sobre el proyecto, Natividad González Parás aclaró que el terreno de Luis Francisco no está en el ejido El Potrero, en la zona conocida como Cañón de Ballesteros, donde se construirá el fraccionamiento, y que lo adquirió antes de que fuera anunciado el desarrollo inmobiliario, que incluye un campo de golf.

"Hasta donde sé, no tengo los datos precisos, en primer lugar, esa propiedad se adquirió antes de que yo fuera gobernador, con otro grupo de empresarios. Hasta donde sé no está ubicada en el Valle de Reyes", dijo al respecto ante medios locales el pasado viernes 3.

De los 33 amparos promovidos contra el decreto de 2000, sólo seis prosperaron. Los propietarios que obtuvieron un triunfo legal fueron quienes estaban representados por el despacho de abogados Santos-Elizondo-Cantú-Rivera-González-De la Garza, S.C., del cual forma parte Luis Francisco González Parás.

Para establecer bases legales para la construcción del fraccionamiento, el Cabildo priista de Santa Catarina realizó una maniobra apresurada: la Alcaldesa Irma Adriana Garza Villarreal renunció al cargo cinco días antes de que concluyera su gestión, con el argumento de que el Gobernador le pidió integrarse a su gabinete.

En su lugar fue designado Ramiro Ayala, quien el pasado 28 de octubre, en una sesión extraordinaria de Cabildo, que sólo duró 12 minutos, encabezó la reunión para aprobar el Plan de Desarrollo Sustentable de La Huasteca 2006-2030, que incluye el proyecto inmobiliario Valle de Reyes.

La delegada de Semarnat en Nuevo León, Concepción Guadalupe Garza Rodríguez, se queja de la premura de aquella sesión, pues el Ayuntamiento no le informó acerca de la consulta pública que alega haber realizado. "Hubo declaraciones en la prensa en las que decían que esto se iba a dejar para la siguiente administración, y de repente llaman a la sesión extraordinaria y lo votan en 12 minutos. Pensamos que un plan urbano no puede aprobarse al vapor; hay que estudiarlo, verlo, pues implica muchísimas cosas.

Fernando Seriñá Garza, director del parque nacional y delegado de la Conanp en Nuevo León, señala que en el decreto promulgado por Zedillo para proteger el área ecológica no se permite, por ejemplo, la construcción de carreteras, y se pueden erigir casas solamente en alguno de los 34 núcleos poblacionales.

1 comentario:

San Judas Cuauhtemoc Cardenas dijo...

CUAHUTEMOC CARDENAS
En cierta ocasión tuve la oportunidad de conocer a un paisano que, entre plática y plática me comentó que tiempo atrás, antes de dedicarse al negocio de la soldadura —ahora carena barcos en los diques de la región—, había sido zardo en su juventud.

Me dijo que por cosas del destino y siendo su padre amigo personal de un prominente político, éste lo sacó de repente de la milicia para insertarlo —así sin más— en el grupo que servía entonces como guardia presidencial en los tiempos de la transición del poder entre De la Madrid y Carlos Salinas.

Por supuesto que no me sorprendió en absoluto cuando le escuché decir que ahora, el tan sólo pronunciar el nombre de Salinas le producía —así sin más— un cierto escozor en el pescuezo, pero reconoció que en su tiempo, “el chaparrito mondo” tuvo un poder super encabronado en nuestro país. Y he aquí que de repente, entre parrafada y cháchara, se le salió decirme algo que en verdad me cimbró.

Me dijo en voz baja —así sin más—, que en determinada fecha del año 1988, justo en los aciagos tiempos electorales y en cierto lugar (no mencionó el sitio naturalmente) de la ciudad de México, él fue testigo de un encuentro discretísimo entre las íntimas huestes de Cuauhtémoc Cárdenas y las de Carlos Salinas. Ellos, como cohorte personal de un Salinas ya “electo”, recibieron ordenes de acordonar la cuadra donde éstos dos individuos se entrevistaron, y desde luego, nada pudieron saber de lo que acordaron en secreto. Pero lo que sí pudo mirar —así sin más—, fue cuando Cárdenas salió del edificio cargado con maletas de dinero —él dixit—, las que metió rápidamente a uno de los vehículos para perderse después entre el tráfico.

Esto que digo no tendría nada que ver con inocencia o sospecha, con candor o suspicacia, con ingenuidad o recelo a no ser por la noticia que se publicó apenas ayer en “todos los periódicos México” sobre la personal postura de Cárdenas respecto de los sucesos políticos que están ocurriendo en el país. Sabido es que Cuauhtémoc, “el águila que cae”, por años ha tenido un cierto prestigio político —a últimas fechas ya algo desgastado— que, bien manejado por los cabecillas de la imposición puede surtir algún efecto en las ¿cándidas? mentes del defraudado elector.

Por ello cuando leí la nota recordé —así sin más—, la confidencia que me hiciera aquel paisano, el que fuera militar en su juventud y a la postre guardia presidencial, pero que hoy prefiere ser carenador de barcos en los diques de la región. Este humilde paisano, dolido por lo que vió, renunció poco después al cargo y prefirió salirse del estiércol que siempre ha sido la política mexicana.

Francamente y por más que uno le busque, no se puede entender la postura de Cuauhtémoc cuando todos sabemos que es el partido que él mismo fundó el que está luchando por un cambio de cosas en el México del siglo veintiuno. ¿De qué se trata, Cuauhtémoc? Como están las cosas casi todos sabemos —y una gran mayoría, cándidamente, lo sospecha— que en 1988 hubo fraude electoral. ¿Y qué hizo el buen Cuauhtémoc? ¿Volar como el águila aunque le quemasen los pies o entrevistarse a ultranza con Salinas para pactar la elección, para recibir esas maletas que mi paisano dice que miró? Y aquí la pregunta es: ¿se vendió Cuauhtémoc en el 88? No lo sabemos.

Pero si él en su momento no actuó con patriotismo, no fue capaz de defender un triunfo que a todas luces le favoreció, ¿por qué se opone ahora a que López Obrador defienda su causa envuelto en la bandera de su propio partido?

¿Daño irreversible a la izquierda o defensa de intereses particulares? ¿De qué se trata?

Ahora mismo he comenzado a sentir —así sin más—, al igual que mi paisano, el viejo zardo retirado sintió, un cierto escozor en el pescuezo.

Y puedo ver pájaros negros que sobrevuelan Palacio, penachos de plumas que se derriten en el fuego, extranjeros que nos queman los pies para encontrar el tesoro… y también —así sin más, como entre brumas—, a un águila que cae.