2008, año de penumbra

PorEsto!
Lilia Arellano
Lunes 19 noviembre 2007

Este domingo, al rendir su primer informe como Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador -quien hay que decirlo no ha errado ninguno de sus pronósticos en torno a la grave situación del país- llamó la atención sobre la pretensión del gobierno calderonista de privatizar la producción petrolera y la de energía eléctrica, con el apoyo de las bancadas del PAN y PRI en el Congreso, por lo que pidió a sus seguidores realizar actos de resistencia civil pacífica para impedirlo.

También adelantó que este lunes presentará un proyecto alternativo para evitar la entrega del petróleo al extranjero y rescatar y desarrollar la industria nacional para convertir a México en potencia energética, en un contexto internacional cada vez más complicado y en el que los conflictos en medio oriente, así como la baja en las reservas de las principales economías del mundo, han lanzado los precios de los hidrocarburos a las nubes al punto de que están ya en los umbrales de los 100 dólares por barril, en contraste con un fuerte debilitamiento de la divisa estadounidense.

A casi doce meses del inicio de la administración calderonista el balance es por demás negativo: un crecimiento económico mediocre, de apenas el 3 por ciento, insuficiente para cubrir las necesidades de los mexicanos que día a día ven erosionado su poder adquisitivo por una inflación inocultable; en el ámbito político predominan los acuerdos cupulares PAN-PRI por encima de los intereses de la Nación con lo que las reformas estructurales han tenido vía libre; vivimos el imperio de la impunidad en el que los grandes capos de la delincuencia organizada ostentan cínicamente el producto de sus hurtos a la Nación, tal y como lo han hecho en primer lugar los miembros de la ex pareja presidencial, Vicente Fox, Marta Sahagún y sus hijos los Bribiesca Sahagún; y, por si fuera poco, sigue aceleradamente el endeudamiento del país, el enriquecimiento de unas cuantas familias, en complicidad con el gobierno en turno, y el hundimiento en la miseria del grueso de la población.
Y a partir del primer minuto de 2008 la situación empeorará y todos los mexicanos despertaremos e iniciaremos un nuevo año con el pie izquierdo. Enero será un mes no sólo negro, negrísimo, pues resentiremos una andanada a nuestra ya raquítica economía con el aumento a las gasolinas y el diesel, los incrementos de impuestos por la llamada reforma fiscal y, por si fuera poco, la apertura de las fronteras para maíz y fríjol, que lastimará seriamente a los productores nacionales. Además, en la agenda del gobierno federal que encabeza Felipe Calderón y en la del Congreso de la Unión, que dominan las bancadas del Partido Acción Nacional y del Partido Revolucionario Institucional, está en primerísimo lugar una serie de reformas para continuar con la privatización de la palanca del desarrollo económico nacional: la producción petrolera y la energía eléctrica.

Al basurero un cuarto de siglo

En el Zócalo de la Ciudad de México, el ex candidato de la Coalición por el Bien de Todos recordó que en los últimos 25 años los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox y ahora también Felipe Calderón, han tratado con saña a las empresas públicas del sector energético, porque siempre han buscado justificar o tener el pretexto para privatizar la industria eléctrica y el petróleo. En ese periodo la política energética ha sido manejada con perversidad y de manera irresponsables por lo que la exploración de nuevas reservas se redujo a la nada y prácticamente toda la producción depende de los campos descubiertos en los años 70, sobre todo del yacimiento de Cantarell, en el mar de Campeche, y de los pozos de Chiapas y Tabasco.

López Obrador subrayó que todo ese tiempo no se ha construido una nueva refinería, por lo que estamos importando 300 mil barriles diarios de gasolina, que se podrían producir en nuestro país generando empleos para los mexicanos, por los que se pagan 210 mil millones de dólares, exactamente lo que costarían las tres refinerías que necesita la Nación para ser autosuficiente. También se refirió al caso del gas, y dijo que los tecnócratas que han dirigido al país nunca vieron la importancia estratégica que llegaría a tener este energético, por lo que la producción desde 1983 sólo aumentó el 2 por ciento anual mientras que la demanda creció un 4 por ciento en ese periodo.

Con contundencia señaló que PEMEX tiene recursos y tecnología que le permiten generar cada año 60 mil millones de dólares, lo que la mantiene como la empresa más rentable del país, por lo que consideró que la falta de inversión en la paraestatal es tan sólo una estrategia del gobierno para privatizarla. Ante ese hecho, exclamó: “¡La patria no se vende, la patria se defiende!” y reconoció que “tenemos frente nosotros mismos el desafío de defender la industria petrolera. Si se entrega el petróleo, no hay posibilidad de sacar adelante al país pues este es la palanca de desarrollo nacional. Si el petróleo se maneja razonadamente se pueden impulsar empleos, y llevar a cabo acciones para fortalecer la economía nacional”.
También anunció la conformación de una comisión coordinadora para la defensa del petróleo integrada por Ifigenia Martínez, Claudia Sheinbaum, Jesusa Rodríguez, Layda Sansores, Rosalinda López, Berta Maldonado y Alfredo Jalife, quienes habrán de diseñar una estrategia para tal fin que será presentada el próximo 18 de marzo en la Cuarta Convención Nacional Democrática.

Durante la Tercera Convención Nacional Democrática realizada con el fin de impulsar acciones contra el alza de precios, por la defensa del petróleo y para exigir que se deslinden responsabilidades en la tragedia de Tabasco, el político tabasqueño lanzó fuertes críticas al gobierno de Calderón por los acuerdos que ha tejido con los jerarcas del PRI y la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, lo que ha permitido, entre otros lamentables hechos, la impunidad de los gobernadores de Puebla, Mario Marín, y de Oaxaca, Ulises Ruiz, así como por el remate de Aeroméxico, que, recordó, beneficia a José Luis Barraza, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y al grupo de Banamex de Roberto Hernández.

“El Peje” hizo un recuento de las acciones de la actual administración federal que evidencian el “pago de favores” por ayudar a cometer el fraude electoral que llevaron a Calderón a “Los Pinos”, quien cumple puntualmente la agenda del Fondo Monetario Internacional, que incluye la reforma a la Ley del ISSSTE, la reforma fiscal y, como siguiente paso, sigue reformar y profundizar la privatización de la industria energética.

La tercera asamblea de la CND se realizó después de casi un año de la toma de posesión de López Obrador como “presidente legítimo”, nombramiento que fue aprobado por más de un millón de delegados que reconocieron su triunfo en las elecciones del 2 de julio. En esa ocasión también desconocieron a Felipe Calderón como Presidente y acordaron iniciar un plan de resistencia civil pacífica “en contra de la usurpación”. Meses después, el 25 de marzo de 2007, el tabasqueño anunció durante la segunda CND que presentaría una propuesta de reforma fiscal para que los empresarios sean progresivos, justos y equitativos, misma que fue dada a conocer puntualmente por Mario Di Costanzo. Ahora, se convocó a una cuarta asamblea nacional a realizarse el 18 de marzo de 2008.

Mandoki y el fraude del 2006

Este domingo en la Convención Nacional Democrática se escucharon muchas verdades, más de las que el gobierno de Felipe Calderón consideraba que serían expresadas. No en balde mandaron instrucciones para que de nuevo se diera arranque a una guerra sucia en contra del tabasqueño. Analistas que se dicen expertos en la izquierda consideran que el ex candidato a la presidencia llegó a convertirse en un lastre para esos grupos, situación que han aprovechado los de Nueva Izquierda para lanzar críticas hacia quien logró que puedan disfrutar plenamente de un presupuesto que jamás imaginaron y crear una división interna en el PRD que en poco tiempo logrará sacarlos de las principales jugadas políticas.

El fin de semana ha resultado demasiado largo y amargo para los panistas quienes tuvieron que contemplar que la película de Mandoki, el documental en el cual se presentan una y cien pruebas de lo que fue el fraude electoral del 2007, logró despertar apasionamiento, revivió la indignación que priva entre la sociedad ante el cúmulo de irregularidades registradas en esos comicios. El inicio de esta proyección, las imágenes dicen más que mil palabras.

Hace su aparición en la pantalla nada más y nada menos que el célebre cardenal Norberto Rivera Carrera, el hombre que ha embestido a los grupos que apoyan a López Obrador, que se dirige a ellos y no precisamente al PRD ¿o alguien ha visto aparecer a uno de los “chuchos” o de los senadores o diputados de esa corriente enfrentándose al prelado? Y en esas imágenes se dirige a un selecto grupo de pro-hombres: Carlos Salinas de Gortari, panistas y demás tricolores para bendecir los alimentos que los llevaron a reunirse en torno a esa mesa.

Un acto cien por ciento monárquico. Un acto que los une a todos dentro de la misma pandilla, con o sin sotana. Un acto que es revelador de que la derecha, el clero, el Vaticano ejerce su influencia, su poder, su dominio como lo ha hecho durante siglos en nuestra tierra. Un acto, una acción que nos habla del grado de unidad que existe entre quienes han apoyado masacres en América Latina escudados detrás de altares y crucifijos. Su estrategia, visto está, no conoce descanso. López Obrador es, después de ver esa escena, un verdadero peligro para sus planes.

Fraude México 2006 es más que un documental, toda una denuncia, y bien vale la pena que desde el partido en el que se milite se analice, hay que verla para creerla, sobre todo porque se acercan cambios en las fechas de procesos electorales locales, sobre todo porque se van acomodando otras piezas que serán de suma importancia para que se logren los planes de empobrecimiento y entrega a los Estados Unidos, que derecha y PAN han puesto en marcha con la ayuda de mexicanos que ya gobernaron a este país y que se consideran los verdaderos autores de un cambio que sólo ha representado miseria para los mexicanos. Sobre todo porque no se puede permitir que de nuevo manipulen la voluntad popular.