sábado, agosto 09, 2008

La Jornada, sábado 9 de agosto de 2008

■ Termina Caravana de Solidaridad su recorrido por zonas indígenas con gobierno propio.

Celebran comunidades zapatistas 5 años de la experiencia viva de la autonomía.

Hermann Bellinghausen (Enviado)


Ejido Morelia, Chis., 8 de agosto. El quinto aniversario de las juntas de buen gobierno (JBG), celebrado en los cinco caracoles zapatistas, coincide con el fin del recorrido de la Caravana Nacional e Internacional de Solidaridad con las comunidades zapatistas en una veintena de éstas. Desde el jueves comenzaron los festejos en las sedes zapatistas, establecidas en agosto de 2003 en los antiguos Aguascalientes.

Un lustro de experiencia de gobiernos autónomos regionales en más de 40 municipios rebeldes en toda la Chiapas indígena. Aquí, en el caracol Torbellino de Nuestras Palabras, la JBG no deja de recibir comisiones, individuos y representantes de alguno de los siete municipios y tres regiones que abarca la llamada región Tzotz Choj. Desde el día anterior se han ido congregando aquí muchísimas familias, en su mayoría tzeltales y tojolabales. Y asuntos no faltan.

Con la bailable y revolucionaria música de la fiesta como fondo, los caravaneros de la delegación que vino a Morelia forman un círculo en el césped y comparten sus experiencias de la semana iniciada el 31 de julio. Llama la atención su juventud y que más del 90 por ciento de ellos pisa por primera vez territorios zapatistas, y sin embargo ya participan en la Zesta Internacional o la otra campaña en México.

La caravana vino a verificar las condiciones en muchos de los territorios afectados por la guerra de “baja intensidad” que se de-sarrolla aquí en relativo silencio, al menos mediático. Pero también pudo encontrar la experiencia viva de la autonomía en la cotidianidad. Y este viernes fue testigo de la madura expresión de las formas de gobierno propio en las comunidades rebeldes, a pesar de tanta contrainsurgencia y las presiones en contra.

La delegación para esta región se dividió a su vez en brigadas que recorrieron los municipios 17 de Noviembre, Che Guevara, Primero de Enero y Vicente Guerrero. Sus reportes coinciden en que sostuvieron extensas conversaciones con los concejos autónomos, los colectivos de mujeres y las comisiones de educación y salud.

Recorrieron comunidades y predios amenazados, y también comunidades donde la autonomía funciona, sin conflictos mayores con organizaciones oficialistas vecinas o con el gobierno. O sea, no todo fue denuncia ni llamados de alerta. También encontraron experiencias y logros que celebrar, como el destino que han tenido las tierras recuperadas a los ganaderos tras el levantamiento del EZLN en 1994.

Al visitar la comunidad 8 de Marzo, en el municipio 17 de Noviembre, la brigada conoció el trabajo de las mujeres y vio la antigua casa del finquero convertida en escuela; también la amenaza de un proyecto turístico, pues en las inmediaciones se localiza una zona arqueológica y el gobierno intenta promover un “desarrollo turístico”, que rechazan no sólo los zapatistas sino también sus vecinos de otras organizaciones.

La comunidad Francisco Villa, del mismo municipio, se encuentra también en peligro por una represa que, de construirse, inundaría ese y otros poblados. La caravana conoció también la clínica autónoma y las escuelas, la historia de la construcción de Nueva Revolución en tierras recuperadas. Visitó la cooperativa de café Tatawelo y el centro recreativo autónomo Tzaconejá, en un hermoso paraje entre dos ríos.

En el municipio Vicente Guerrero, los caravaneros caminaron San Miguel Chiptic, Nueva Esperanza y la sede municipal. En 21 de Abril observaron los predios recuperados y las fracciones ocupadas por miembros de la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic); además, los zapatistas reciben amenazas de muerte y desalojo; al parecer, como sea, la tensión ha disminuído.

La ex “presa política” María Delia Pérez Arizmendi, del colectivo Voces Inocentes, liberada del penal El Amate en julio pasado, y hoy participante en la caravana, revela que recibió una carta de solidaridad y aliento para los presos de La Voz del Amate, firmada por la comunidad zapatista Nueva Revolución.

Otra conclusión relevante de la caravana, al escuchar los testimonios indígenas, es que los partidos políticos “aquí son usados por el gobierno para dividir a propósito a los pueblos como parte de una estrategia de contrainsurgencia”.

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