Volumen 10, Número 19, enero 19 de 2010
Pemex desaparece a la ingeniería
La administración en turno de Pemex, con el aval de consejeros antinacionales, continúa con una política petrolera contraria al interés de la nación. La supresión de la ingeniería de proyectos implica condenar a México al subdesarrollo en favor de las corporaciones transnacionales.
Cancelan la ingeniería de proyectos
“Avanza la reestructuración de Petróleos Mexicanos”, informó la administración de Pemex, el anterior 15 de Enero de 2010, mediante el Boletín No. 004 (en www.pemex.com).
En efecto, “avanza la reestructuración” pero en términos del proyecto privatizador SUMA, diseñado en Houston, hecho suyo por Luís Ramírez Corzo, exdirector, profundizado por Jesús Reyes Heroles, exdirector y, ahora, instrumentado por Juan José Suárez Coppel, director en turno de Pemex.
Según la paraestatal “Petróleos Mexicanos está llevando a cabo las acciones necesarias para transferir las funciones y los recursos de la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos (DCIDP) a la Dirección Corporativa de Operaciones y a los organismos subsidiarios, en cumplimiento al acuerdo del Consejo de Administración en su sesión del pasado 18 de diciembre, en el que se estableció la eliminación de la DCIDP”.
Esa “transferencia de funciones” es, exactamente, la propuesta indicada en el proyecto SUMA para adecuar a Pemex a los planes privatizadores. En éstos, la ingeniería de proyectos es innecesaria pues se pretende favorecer el contratismo en todas las fases del proceso de trabajo, incluida la ingeniería, a cargo de las transnacionales.
Que la decisión la haya tomado el “nuevo” Consejo de Administración implica el aval de los consejeros a la privatización petrolera furtiva. En dicho Consejo está representado el gobierno en turno, los charros sindicales del STPRM y los llamados “consejeros profesionales” integrados por representantes de los partidos políticos: PAN, PRI y PRD. En nombre de éste, Fluvio Ruiz es co-participe acrítico de las decisiones antinacionales.
“El Consejo instruyó al director general de PEMEX a instrumentar las acciones conducentes que permitan implementar los acuerdos alcanzados. Por lo anterior, se está efectuando la transferencia de funciones y estructuras en materia de administración y finanzas de los cuatro organismos subsidiarios a la Dirección Corporativa de Finanzas, tal y como lo acordó el Consejo en la citada sesión”.
“En este proceso de reasignación de funciones y recursos, se realizan los análisis correspondientes que permitan aprovechar el conocimiento y la experiencia del personal que actualmente desarrolla dichas labores”.
Estas expresiones son un “decir” porque hace años que se venían desmantelando todos los grupos de ingeniería, en sus diversas especialidades. Ahora, simplemente, se da por cancelada la ingeniería de proyectos.
“En este sentido, el titular de PEMEX, Juan José Suárez Coppel, designó a Ernesto Ríos Patrón, quien actualmente es gerente de Normatización de Contratos de Obra Pública, como encargado de despacho de la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos, quien tendrá la responsabilidad de conducir la etapa de transición para transferir las funciones y recursos de la DCIDP a la Dirección Corporativa de Operaciones y a las cuatro subsidiarias”.
Acciones antinacionales
Esa etapa “de transición” es un paso más para seguir desmantelando a Pemex sustrayéndole sus funciones constitucionales estratégicas.
La medida tomada por Suárez Coppel es una acción contra la nación. Suprimir la ingeniería en Pemex significa abandonar al desarrollo tecnológico. Ese es el mejor camino al subdesarrollo y, al mismo tiempo, la mejor opción para las transnacionales.
Al entregar a las corporaciones todo tipo de contratos, especialmente en las fases estratégicas del proceso petrolero, éstas realizarán los trabajos con su propia tecnología. Pemex, cada vez, se torna en una empresa administradora de contratos. El desarrollo tecnológico no le interesa, la investigación científica, menos.
Es muy grave que en la principal industria energética paraestatal de México se siga una política diseñada en el norte. La adopción del proyecto SUMA es la continuación de una política petrolera antinacional.
El FTE de México está en contra de que Pemex cancele a la ingeniería de proyectos, otrora un orgullo nacional que dentro de la industria energética nacionalizada obtuvo importantes logros. También, estamos en contra de la política petrolera oficial. México necesita de una Política Energética Independiente, en la cual, la ingeniería constituye una fase del proceso de trabajo que debe realizarse por administración directa.
¡PeMEX sí, PeUSA no!
La industria petrolera es de la nación no de la burocracia en turno
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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Frente de Trabajadores de la Energía,
de México
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