miércoles, enero 20, 2010

Varios sobre el mismo tema: las posturas de la iglesia frente a las legislaciones en el DF


¿Por qué tanto miedo?


Por: Marta Lamas

MÉXICO, D.F., 19 de enero.- Muchos temores y aprehensiones rodean la cuestión de la crianza infantil a cargo de lesbianas y gays. Parte sustantiva del rechazo a que personas homosexuales adopten criaturas responde a una ignorancia generalizada sobre los efectos de la orientación sexual de los adultos sobre los niños. Desde un discurso fundamentado en la biología reproductiva, los conservadores aducen que, puesto que dos hombres o dos mujeres no pueden producir hijos entre ellos, no deberían tener derecho a criarlos. Si la “naturaleza” no les permite procrear juntos, ¿por qué aceptar socialmente que adopten? Lo tramposo del recurso retórico sobre “la naturaleza” es que sólo se utiliza para poner objeciones a nuevos arreglos sociales y no para otro tipo de avances humanos. Un caso: si la “naturaleza” no nos dio alas, ¿por qué entonces volar en aviones? Hay mil ejemplos más que muestran cómo los seres humanos rebasamos las limitaciones que “la naturaleza” nos impone y creamos socialmente nuevas condiciones de vida.
Una de las preocupaciones más reiteradas en relación con la adopción por gays es la duda sobre el eventual daño psicológico que las criaturas podrían sufrir si se crían en hogares homoparentales. “Nadie es producto de dos hombres o de dos mujeres. Si se permite la adopción por parejas homosexuales, esas criaturas tendrán dos padres o dos madres”.
Está más que probado que no provoca daños crecer entre mujeres (madre, abuela, tías) o entre hombres, lo que es menos frecuente. ¿Por qué en este caso sí lo haría? ¿Por el “mal ejemplo” de la homosexualidad? Creer que la orientación sexual de quienes crían niños es un requisito básico para la salud mental de éstos es eludir, muy convenientemente, el hecho innegable de que son justamente familias heterosexuales las que han estado produciendo psicóticos y personas con todo tipo de conductas delincuenciales. Además está comprobado que la proclividad a la homosexualidad se da en familias de padres y madres heterosexuales, lo cual tira al suelo el argumento de que la combinación de los sexos de los progenitores determina el desarrollo afectivo de sus hijos. Y según el psicoanálisis, ni el sexo ni la orientación sexual de los padres garantizan una réplica en las elecciones erótico-amorosas de los hijos.
Terapeutas que tienen una práctica clínica con familias homoparentales aseguran que no se requiere la presencia de los dos sexos en el hogar para que la infancia crezca bien. Lo imprescindible es proteger a los niños de la violencia, el maltrato psicológico y el descuido parentales, conductas que no dependen de la orientación sexual de los padres/madres.
Por eso, más que intentar preservar el modelo de familia tradicional como paradigma del bienestar infantil, habría que entender qué requieren las criaturas para desarrollarse adecuadamente. La oposición a que los gays adopten sugiere, de manera errónea, que la orientación sexual es una característica decisiva del ejercicio parental.. Sin embargo es mucho más importante tener una madre tranquila que una angustiada, un padre cariñoso que uno violento, independientemente de sus prácticas sexuales.
Las familias homoparentales existen hace tiempo y ya han sido estudiadas con el objetivo de ver si las lesbianas y gays que crían infantes los exponen a peligros y daños mayores que los que podrían enfrentar si fueran criados por heterosexuales. Las investigaciones sobre homoparentalidad hablan de ambientes familiares menos violentos y con una división más igualitaria del trabajo doméstico y la crianza. Claro que estos resultados alentadores son discutidos por investigadores anti-gay, que afirman tener pruebas contrarias. Al revisar dichos estudios, aparecen problemas y conflictos debidos a la estigmatización de la homosexualidad. O sea, los “daños” no se derivan de la orientación sexual de los padres/madres, sino de la homofobia social y de las dificultades que produce. Es necesario contar con investigaciones no ideologizadas para conocer más certeramente qué ocurre con el cuidado infantil dentro de las familias, y no sólo en las homoparentales, sino también en las tradicionales.
Gran parte de las madres lesbianas y los padres gays han procreado en matrimonios “tradicionales”, tratando de evitar así las consecuencias sociales de la homofobia. Pero como la homosexualidad empieza a tener más aceptación social, cada vez menos personas homosexuales se casan con heterosexuales para cubrir las apariencias. Por eso también es que surge la demanda de la adopción.
Antes de obstaculizar esta medida antidiscriminatoria, sería provechoso abrir un debate público sobre las condiciones necesarias para realizar una buena adopción. El primer punto podría consistir en ver cómo se garantiza que todos los niños adoptados estén realmente protegidos de la violencia y el maltrato emocional, de los prejuicios y la ignorancia, independientemente de si viven en familias heteroparentales u homoparentales. Eso sí, algo indispensable para poder debatir con una cierta racionalidad en el contexto homofóbico en México sería escuchar a quienes tienen conocimientos sobre el desarrollo infantil y el psiquismo humano. Tal vez así se podrán desmontar algunos prejuicios.


Iglesia católica refrenda descalificaciones contra homosexuales


Rodrigo Vera

MÉXICO, DF, 19 de enero (apro).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) volvió hoy a condenar los matrimonios entre homosexuales, a pesar del diálogo que, para limar asperezas, actualmente sostiene con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), principal impulsor de la legalización de este tipo de enlaces.


José Guadalupe Martín Rábago, arzobispo de León, reprobó estas uniones, al señalar que la homosexualidad es una desviación: “El ejercicio de la homosexualidad es una desviación, objetivamente hablando es una falta moral”.


En conferencia de prensa, Martín Rábago aclaró que, no por esto, la Iglesia condena a los homosexuales:
“La Iglesia no sataniza a los homosexuales, no hay una posición de satanización. Para decirlo de una manera usada en los medios de comunicación; no hay homofobia de parte nuestra”.


Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia y también presente en la conferencia de prensa, realizada en la sede del Episcopado, instó a los homosexuales a que dominen sus instintos:
“Lo importante es que el hombre tenga capacidad de dominio sobre sus pasiones, sobre sus instintos, que sepa comportarse a la altura de lo que es; una persona que sabe valorar su propio cuerpo y entienda el verdadero sentido del amor”.


Por su parte, la coordinación de prensa del PRD en el Senado informó que líderes del partido se reunieron ayer lunes precisamente con Suárez Inda y otros obispos, a fin de hacer las paces con la Iglesia, luego del enfrentamiento y las mutuas descalificaciones que provocó la aprobación de las bodas gay en el Distrito Federal.


Por parte del PRD, al encuentro acudieron Carlos Navarrete, coordinador en el Senado de los legisladores perredistas; Silvano Aureoles Conejo, el vicecoordinador; así como el diputado Guadalupe Acosta Naranjo.
Por el lado de la CEM, acudió su presidente, Carlos Aguiar Retes, así como los 22 miembros de su Consejo Permanente.
Dijo el senador Navarrete sobre el encuentro:


“Hemos logrado un diálogo de confianza. Y con este encuentro estamos iniciando una nueva etapa de una relación institucional entre el PRD y la dirigencia de la Iglesia católica, que debe ser valorada adecuadamente por todos”.

Y agregó que, en el futuro, cualquier diferencia será resuelta mediante “un diálogo directo, sin intermediarios, no mediático, sino en los espacios que juntos acordemos”.


Quien se mostró renuente a dialogar con el PRD fue el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, ya que –dijo-- “no es posible el intercambio de opiniones en un ambiente en el que no impera el respeto a la persona, a su dignidad, al derecho fundamental de la libre expresión, a sus valores y creencias religiosas”.


Rivera Carrera puso dos condiciones para entablar un diálogo con el PRD: que este partido retire las demandas interpuestas contra él, y que el diputado local Víctor Hugo Romo ofrezca una disculpa pública por haber calumniado al ya fallecido cardenal Ernesto Corripio Ahumada, a quien acusó de haber procreado hijos.


El día de hoy, la dirigencia del Episcopado, encabezada por Aguiar Retes, sostuvo también un encuentro con el presidente Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los Pinos.


Al salir de la reunión, Aguiar Retes aclaró que en ella no se trató el tema de las bodas gay:
“Sólo le expresamos al señor presidente lo que, como Iglesia católica, estamos proponiendo para colaborar en la reconstrucción del tejido social”, dijo el presidente del Episcopado.


Y adelantó que, el próximo 15 de febrero, la CEM dará a conocer un documento relativo a la inseguridad y a la violencia que vive el país.

Derecha declara guerra virtual contra asambleistas por bodas gay

Por: Juan Pablo Proal

México, D.F., 14 de enero (apro).- La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) convocó a sus agremiados a enviar correos masivos contra los asambleistas del Distrito Federal para expresar su desacuerdo por la reciente aprobación de matrimonios entre homosexuales.

Consuelo Mendoza García, presidenta de la UNPF, exigió a la Asamblea Legislativa convocar a una consulta ciudadana para reconsiderar la autorización de unión de personas del mismo sexo.

“La familia está formada por un hombre y por una mujer con lazos de sangre, de amor y lazos jurídicos”, definió.

La UNPF es una organización de derecha fundada hace ochenta años, después de un llamado del Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum, para combatir al espíritu “jacobino” de la época.

Esta organización iniciará este sábado una campaña por todo el país para bombardear los correos electrónicos y teléfonos celulares de todos los legisladores del Distrito Federal que votaron a favor de las uniones gay.

“No vamos a ceder hasta que estén saturados los teléfonos y correos de los legisladores”, amenazó.

Las acciones de la UNPF coinciden con el anuncio del PAN de emprender una consulta en 40 puntos del Distrito Federal sobre los matrimonios entre homosexuales. Ambas organizaciones comenzarán sus campañas a partir del sábado.

La UNPF se quiso deslindar del PAN. La presidenta del organismo dijo ignorar el por qué de la coincidencia entre ambas campañas.

Mendoza García citó una encuesta de María de las Heras que concluye que el 78 por ciento de los ciudadanos se opone a las bodas gay para reforzar sus argumentos en contra de las uniones entre personas del mismo sexo.



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