Contra la reforma laboral Lozano-Calderón
El Correo Ilustrado, La Jornada, 5 de abril de 2010 Nuestros derechos son irrenunciables, inherentes a nuestra condición de trabajadores, inembargables, intransferibles e inalienables.
Por ejemplo, en el convenio 87 de la OIT, dice que los trabajadores no tenemos por que registrarnos ante nadie y en el artículo 123 se sustenta el derecho histórico de huelga por las razones que los trabajadores acuerden.
La contrarreforma Lozano-Calderón pretende dar mayores beneficios a los patrones, limitar el ejercicio del derecho de huelga, legalizar la práctica de la subcontratación (outsourcing) para no generar derechos laborales e imponer los denominados períodos de prueba.
Por ejemplo, en el convenio 87 de la OIT, dice que los trabajadores no tenemos por que registrarnos ante nadie y en el artículo 123 se sustenta el derecho histórico de huelga por las razones que los trabajadores acuerden.
La contrarreforma Lozano-Calderón pretende dar mayores beneficios a los patrones, limitar el ejercicio del derecho de huelga, legalizar la práctica de la subcontratación (outsourcing) para no generar derechos laborales e imponer los denominados períodos de prueba.
La contrarreforma autoriza a los patrones pedir revisión del contrato colectivo para reducir prestaciones y cambiar condiciones de trabajo; busca imponer el despido libre; extender el trabajo eventual y por temporada, a la vez de acabar con el puesto fijo de trabajo y la plaza de base.
Tal pretensión busca anular el sentido del trabajo digno establecido en la actual legislación e imponer la idea del trabajo como mercancía; el eje principal de la contrarreforma es acabar con la plaza de base e imponer el contrato mercerizado, sin derechos y ni prestaciones.
El empleo a prueba, los ilegales exámenes de ingreso, los cursos de capacitación condicionados a la certificación son parte de ese perverso sistema de adelgazamiento acelerado de la plantilla de personal de base, suplido por personal de confianza.
La contrarreforma de Lozano-Calderón es para legalizar lo que en décadas los neoliberales han hecho. ¡No pasará!
Tal pretensión busca anular el sentido del trabajo digno establecido en la actual legislación e imponer la idea del trabajo como mercancía; el eje principal de la contrarreforma es acabar con la plaza de base e imponer el contrato mercerizado, sin derechos y ni prestaciones.
El empleo a prueba, los ilegales exámenes de ingreso, los cursos de capacitación condicionados a la certificación son parte de ese perverso sistema de adelgazamiento acelerado de la plantilla de personal de base, suplido por personal de confianza.
La contrarreforma de Lozano-Calderón es para legalizar lo que en décadas los neoliberales han hecho. ¡No pasará!
Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE.
Responsable: Daniel Ávila Chávez
Responsable: Daniel Ávila Chávez
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