NO AL FUERO DE GUERRA.
JUZGARÁN A MILITARES EN TRIBUNAL CIVIL,
CASO OTILIO CANTU, NUEVO LEON.
Regresan el caso Otilio a NL
Daniela Rea
Cd. de México (El Norte, 25 julio 2012).- La justicia en el caso del joven Jorge Otilio Cantú, asesinado por militares en abril del 2011 en Monterrey, parece no llegar.
Durante año y medio las procuradurías de Justicia Militar y la General
de Justicia de Nuevo León "pelotearon" el caso, declarando, ambas,
incompetencia.
Ahora, nuevamente, las Fuerzas Armadas se deslindaron de la investigación.
El doctor Otilio Cantú González, padre del joven, recibió un escrito de
la Procuraduría de Justicia Militar en el cual se le informa que desde
el 6 de julio se declaró el traslado de la causa penal 239-211 a la
Procuraduría de Nuevo León.
En un documento previo, del 14 de mayo, la Procuraduría Militar detalló los motivos de su declaración de incompetencia.
Los militares apelan a los artículos 1, 13, 31 y 133 de la Constitución
Mexicana y los artículos 36, 83 y 740 del Código de Justicia Militar, se
reconoce la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
respecto a la obligación de cumplir las sentencias de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, así como la jurisdicción de los
tratados y organismos internacionales.
"Esta representación social militar solicita a esa autoridad judicial
militar que sin trámite alguno decline la competencia constitucional de
la causa penal 239-211 que se instruye en contra del subteniente
intendente Roberto Guadalupe Rodríguez Aldama y seis elementos más por
el delito homicidio calificado y delitos cometidos en la administración y
procuración de justicia a favor del Juzgado de Distrito en materia
penal en turno en Nuevo León", señala el documento firmado por el Mayor
de Justicia Militar, José Juan Zubarán, quien funge como fiscal del
caso.
En abril del año 2011, Jorge fue asesinado por militares que ejercían
funciones de policía estatal en Monterrey, en la lateral de la Avenida
Lázaro Cárdenas y Puerto San Blas, en la Colonia Valle de las Brisas.
El joven fue asesinado en su vehículo cuando se dirigía a su trabajo, y
de acuerdo con la investigación penal que se les sigue a los militares
involucrados, se determinó que el fallecido no disparó ni llevaba arma
dentro de su unidad.
Los asesinos alteraron la escena del crimen para hacer pasar a Jorge como un integrante del crimen organizado.
El caso llegó a la Procuraduría estatal que se declaró incompetente al
señalar que los responsables eran miembros de las Fuerzas Armaras. Lo
trasladó y la Procuraduría Militar también rechazó investigarlo, pues si
bien eran militares, se encontraban en funciones de autoridades
civiles.
Así, llegó hasta un Tribunal Colegiado que el 30 de junio del 2011
resolvió el conflicto competencial y envió el caso a la Justicia
Militar, que lo tuvo en su poder durante un año.
Posteriormente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la
recomendación 73/2011, en la cual solicitaba a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación pronunciarse sobre la decisión del Tribunal
Colegiado, pues contradecía la resolución del máximo tribunal sobre el
caso de Rosendo Radilla y el proceso de militares ante juzgados civiles
cuando violan derechos humanos.
En ese periodo, relató el doctor Cantú, el fiscal de la Justicia Militar
se mantuvo en constante comunicación con la familia del joven y se
comprometió a que los responsables serían sentenciados antes de que se
cumpliera un año, el 18 de abril de este año.
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