Piden a regios darle la mano a migrantes

El Padre Luis Eduardo Villarreal Ríos en la Casa Nicolás, donde se apoya a migrantes mexicanos y de otros países que buscan cruzar hacia EU. Foto: Daniel Santiago

Daniel Santiago

Monterrey,  México (2 noviembre 2012).-  Al presentar ayer la Casa Nicolás, un espacio que hospeda a migrantes en su paso hacia Estados Unidos, el sacerdote Luis Eduardo Villarreal Ríos indicó que la mejor ayuda que puede dar la sociedad es no criminalizar a quien viaja en busca de una vida mejor.

Aunque el sustento llega principalmente por donativos, toda apoyo es bienvenido, como la labor que pueden prestar psicólogos, trabajadores sociales o cocineros. Pero la más importante, subrayó Villarreal Ríos, director de la casa, es dar dignidad a estas personas.

"Es un 'viacrucis', un verdadero altar de muertos el que están viviendo los migrantes en territorio nacional y esto nos indigna", expresó Villarreal Ríos, al dar a conocer este proyecto.

En Guadalupe, cerca del cruce de Pablo Livas y Serafín Peña, el albergue se une a otros dos que ya existen en la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis.

El inmueble forma parte de la Parroquia de San Francisco Xavier y en ella un grupo de voluntarios brinda servicio humanitario a quienes sufren la pobreza económica en sus lugares de origen y de extorsiones en su paso por México.

Fue en el 2004 cuando se comenzó la edificación de Casa Nicolás. En el 2008, cuando apenas terminaban el segundo piso de lo que hoy es un lugar con capacidad para 80 personas ­hombres y mujeres­ comenzaron a llegar los primeros migrantes.

"Se corre la voz", comentó el presbítero.

Luego de semanas e incluso meses de viajar con las inclemencias del tiempo, la amenaza de la delincuencia organizada y las extorsiones policiacas, un lugar en el que se les brinda comida, techo y descanso resulta un verdadero oasis.

"Llegan por tren desde Saltillo. Esta llegada del tren está en el cruce de la Carretera a Colombia y el Libramiento, en Escobedo", explicó Villarreal Ríos. "Ahí les dan la 'bienvenida' garroteros y policías de todos los niveles".

Cientos de personas, la mayoría varones, han llegado a este lugar en estos últimos años. Recientemente se les brinda también apoyo psicológico y orientación migratoria.

Los otros dos espacios para este fin son la Casa del Forastero Santa Martha, para centroamericanos, y la Casa del Trabajador Mexicano Santa Martha, para quienes tramitan su visa temporal de trabajo y necesitan hospedaje.

La población migrante extranjera que busca llegar a Estados Unidos a través de México sufre numerosas violaciones a sus derechos humanos.

Hay quienes, al solicitar trabajo en la Ciudad, son víctimas de explotación por su situación migratoria, pues sus empleadores los hacen trabajar al triple por 50 ó 100 pesos a la semana, contó Alejandro Ramírez, coordinador de proyectos.

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