martes, septiembre 04, 2007

Primero de septiembre

PLAZA PÚBLICA
Miguel Ángel Granados Chapa.

4 Sep. 07.

Además de la torpe censura a la explicación de la presidenta de la Cámara de Diputados para ausentarse de su lugar (su imposibilidad de recibir un documento de alguien procedente de un proceso tenido como ilegítimo por millones de mexicanos), Cepropie se excedió en sus funciones.

Este año, el 1 de septiembre readquirió su sentido principal, de carácter parlamentario, que consiste en la apertura del periodo de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión. En la inaugural, el Presidente de la República, conforme al artículo 69 de la Constitución de 1917 (cuyo significado fue alterado al paso de los años por el reglamento interior, de 1933 y por las leyes orgánicas del Congreso de 1979 y 1999), presentó su Informe por escrito.

A ello debió limitarse la asistencia de Felipe Calderón a San Lázaro, pero a través de un micrófono inalámbrico estratégicamente situado a la mano, si bien no en la tribuna, emitió un breve mensaje en que invitó al diálogo a los partidos.

Los partidos lo habían sostenido intensamente entre sí, a propósito de esa jornada, y convinieron en quitar al ordenamiento constitucional las rebabas que el presidencialismo exacerbado le había añadido a través de décadas. Estuvieron de acuerdo, para evitar los desaires y desórdenes que un año atrás impidieron a Vicente Fox leer su último Informe, que Calderón sólo entregaría el primero suyo.

También pactaron suprimir la toma de posición de cada grupo parlamentario, previa a la llegada del Ejecutivo a la Cámara y la eliminación del protocolo que convertía en monarca al Presidente de la República. Y se anunció que las bancadas del Frente Amplio Progresista se abstendrían de impugnar de cualquier modo al visitante, lo que cumplieron ausentándose del recinto.

De esa manera, el diálogo y la negociación hicieron que la política atenuara el conflicto previsible, dada la peculiar situación que vive el país, como prolongada secuela del proceso electoral del año pasado, juzgado fraudulento por un sector considerable de la sociedad mexicana, y por lo menos afectado por la incertidumbre según la mitad de la propia sociedad.

El acuerdo de los legisladores fue roto sólo por el senador Dante Delgado, que descalificó al resto de los partidos por haber suscrito un "pacto de silencio cómplice". Le faltó razón al formular esa denuncia, y no obedeció a ese defecto su decisión de ir a la tribuna. Delgado quiso hacerse notar para recordar que es la cabeza de un partido que desde 2006 ha visto difuminarse sus contornos por su obligada permanencia primero en la coalición que postuló a López Obrador (sin la cual no hubiera ganado posiciones legislativas, entre ellas la senaduría del propio Delgado) y luego en el Frente Amplio, donde impera el PRD.

Por otro lado, al día siguiente había elecciones en Veracruz y su antiguo Gobernador y ex candidato a la Gubernatura halló propicia la ocasión para hacer un acto de presencia propagandística con la mira puesta en sus paisanos, acto estéril por lo demás, vista la polarización de los comicios entre el PRI y el PAN.

Inmediatamente después de esa intervención, la presidenta del Congreso, Ruth Zavaleta, se dio la palabra a sí misma. Elegida sin voto en contra el jueves pasado, dirigirá los debates al frente de la Mesa Directiva hasta el último día de agosto del año próximo. Pero no encabezaría la sesión inaugural a partir de ese momento. Pidió al vicepresidente panista (hay uno del PRI y otro perredista), Cristián Castaño, que la reemplazara, pues se retiraría de la tribuna (y lo haría también del salón de plenos, junto con sus compañeros de bancada).

Antes de decretar un receso de 15 minutos, en espera del Presidente que a esa hora ya había salido de Los Pinos, explicó su actitud en líneas contundentes: "No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos".

Quienes seguían por televisión la apertura de las sesiones no oyeron, sin embargo, estas palabras y no entendieron por qué la presidenta no se hallaba en su lugar media hora después, en el momento de recibir el Informe. Silenciarla fue una decisión torpe, atribuida a un error técnico por el que se hizo pagar -el hilo se rompe por lo más delgado- al director del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales, que depende de la Secretaría de Gobernación y cuya actuación en general puede calificarse de ilegal pues su nombramiento concluyó en junio pasado.

El 17 de agosto, sin embargo, la Mesa Directiva de la Cámara le había pedido ocuparse de la "coproducción, iluminación del salón de sesiones y el equipo de TV", pero no de coordinar la cadena nacional, que estaba irregularmente a su cargo. El presidencialismo, que se rehúsa a morir, se hacía notar una vez más: el Congreso cuenta con su propio canal, que pone a disposición de los interesados la señal que emite, por lo que es innecesaria la participación de una dependencia del Ejecutivo, capaz de tomar decisiones como la que silenció a Zavaleta.

Tal presencia tiene sólo una explicación, la de que la casa presidencial siga decidiendo qué de lo que ocurre en otro poder pueden oír y ver los ciudadanos. Como si en verdad se hubiera cometido un desliz, se dijo que se remediaría el dislate transmitiendo el mensaje de la presidenta del Congreso a las nueve de la noche. Extemporánea y fuera de contexto, la presencia de la diputada Zavaleta interrumpiendo la programación normal debe haber resultado incomprensible y aun irritante a los televidentes.

A pesar de que no estuvo ausente el cuidado del propio interés -Delgado, Zavaleta, Calderón-, el sábado pudo anticiparse cómo será en lo sucesivo el primer día de sesiones del periodo otoñal del Congreso.

Cajón de Sastre

El 29 de agosto anunció el Canal 22 su nueva programación, disponible a partir de ayer, cuando se iniciaron series como Veredicto, con información y debate sobre las leyes en México, y Entrelíneas, revista de libros y literatura. El estreno de hoy es La oveja eléctrica, revista de ciencia y pensamiento conducida por José Gordon, a transmitirse los martes a las 19:00 horas (repetida los jueves a las 17:00 horas). Es una invitación "a descubrir la belleza de la inteligencia y de la mente abierta y crítica". Hoy, La oveja eléctrica incluye una entrevista con el Premio Nobel de Física 2006, un científico que explora la teoría del Bing Bang y el origen del universo. Como colaborador de Reforma, Gordon escribe El cuaderno verde, una columna que puede leerse en las páginas de cultura de este diario. Ya había participado en el 22 con el memorable noticiario que, por la hora de su transmisión se llamó 9:30, con la participación de Myriam Moscona, poeta y periodista que también tendrá su lugar en La oveja eléctrica.

Correo electrónico: miguelangel@granadoschapa.com

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