Recuperar diálogo, pide Granados Chapa al recibir la Belisario Domínguez.
No se debe tratar de homogeneizar a México a la fuerza; hay que construir una nación incluyente, sostuvo.
La Jornada, 07/10/2008
México, DF. Al recibir la Medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado, el periodista Miguel Angel Granados Chapa consideró imprescindible restaurar las bases de la convivencia y mantener abierta la posibilidad del diálogo para construir una nación incluyente y equitativa, en el entendido que la sociedad mexicana es plural y diversa, y no puede tratarse de “homogeneizarla sino por la fuerza”.
Ante la actual situación del país, en el que "el ímpetu feroz de la delincuencia organizada parece no reconocer límites", el analista dijo frente al propio presidente de la República, Felipe Calderón, que es necesario identificar los “propósitos comunes impulsados desde la diferencia”. El hecho de ser distintos, dijo, no convierte al otro en un peligro ni en un enemigo, sino acaso en adversario.
En su discurso de agradecimiento, Granados Chapa mencionó que el contexto adverso podrá superarse si "cada quien desde su oficio; sin perder sus convicciones pero sin convertirlas en dogma que impidan el diálogo, impidamos que la sociedad se disuelva".
En ese sentido, destacó la importancia de la movilización y participación social directa. Es mentira, enfatizó, que la expresión civil sea antagónica a la constitucionalidad de un gobierno, de ahí que la sociedad procure no sólo manifestarse en las urnas, sino en las calles.
Recientemente, mencionó quien fuera fundador del diario La Jornada, la vitalidad de tales expresiones ha impulsado las iniciativas en materia de seguridad. Sin esta dinámica, precisó, la reforma petrolera que actualmente se analiza en el Poder Legislativo no se hubiera enriquecido con un debate nacional.
Asimismo, el también abogado instó a la Cámara alta a establecer un mecanismo social que condene la desaparición forzada de personas.
Aunque reconoció que ya hay una legislación vigente al respecto, ésta requiere mejorarse para que el Estado se erija como “el cumplidor de la ley y no como su infractor en perjuicio de la gente”, y reforzarse con una ley de amnistía que libere a todos los “presos políticos que hoy mismo, como en los peores tiempos del autoritarismo, padecen la prisión injusta”.
En la sesión solemne estuvo presente también el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, César Duarte; el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, así como miembros de la comunidad académica e intelectual del país.
Entre algunas otras distinciones, Granados Chapa ha recibido el Premio José Joaquín Fernández de Lizardi, en 1978; el premio Manuel Buendía, en 1987; el premio Periodismo Político, en 1989. En tres ocasiones ha sido distinguido también con el Premio Nacional de Periodismo, en 1981, 2004 y 2006.
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