domingo, junio 07, 2009

Comité cerezo

Los Hermanos Cerezo en Monterrey.

Los hermanos Antonio y Héctor Cerezo Contreras, jóvenes que sufrieron prisión durante 7 y medio años gracias al foxiato, estuvieron en Monterrey, el sábado 7 en el local del CETLAC y el domingo 8 en la Kasa Komunitaria.

Presentaron el documental de Emilio Altuna: “Seguir siendo” sobre su historia a partir del delito que les atribuyó el régimen panista que tenía a Macedo de la Concha como procurador. Como se recordará, se les detuvo y acusó de ser autores de sendas explosiones en sucursales de Banamex en el DF. Pronto, ante la falta de pruebas, se les exoneró de tal delito pero entonces se les condena por delincuencia organizada y terrorismo, entre otros. Junto a su hermano menor, Alejandro, son aprehendidos y llevados a cárceles de máxima seguridad. Al momento de su detención, contaban con 19, 22 y 24 años. Es importante recordar que son hijos de miembros del ERP, por lo que se entiende el afán del régimen por criminalizarlos. Admirablemente ni los hijos ni los padres se doblegaron ante la represión del sistema.

Sus hermanos Francisco y Emiliana, y un grupo de amigos, constituyen el Comité Cerezo, que incansablemente lucha por su libertad. Gracias a este trabajo sin tregua logran generar un movimiento y sumar a su lucha a diversas organizaciones defensoras de derechos humanos; poco después de tres y medio años de cárcel se logra la liberación de Alejandro, mientras que Antonio y Héctor debieron esperar 4 años más.

Es altamente gratificante comprobar que cuando hay convicción aún las peores condiciones no logran doblegar el espíritu. Los jóvenes Antonio y Héctor, leyeron y estudiaron durante los primeros tres años en que se les permitía acceder a libros, cuando se les negó la posibilidad de lectura, enfocaron su vitalidad en ejercitarse físicamente y en escribir; pronto podremos leer el producto de su estadía en prisión, un libro de poesía y una novela respectivamente.

El Comité Cerezo es una organización que se orienta a la defensa y promoción de los Derechos Humanos de los presos políticos y de conciencia, para lo cual ofrecen talleres para concientizar de la necesidad de conocer qué son los Derechos Humanos y utilizarlos como una herramienta para la lucha social. En este sentido, generosamente comparten sus conocimientos y experiencia ante el inminente endurecimiento del sistema y para la mejor defensa de quienes son perseguidos o privados de la libertad. Insisten en que cada organización o movimiento social, o incluso de manera individual, se debe preparar a las personas para que utilicen los instrumentos existentes que disminuyan el riesgo de una represión impune por parte de los diferentes cuerpos de poder: ejército, policía o instancias de los distintos niveles de gobierno: municipal, estatal, federal. La necesidad de documentar los casos de manera clara y concisa, llenar fichas, integrar expedientes, incluso la posibilidad de recurrir a instancias internacionales para solicitar medidas cautelares, acciones preventivas o acciones urgentes.

Agradecemos a Héctor y a Antonio por su afabilidad y disposición. Admiramos su fortaleza, compromiso y preparación. Ante ejemplos como estos no queda de otra que continuar trabajando para conseguir un mundo más justo. Como dicen ellos, la lucha por la defensa de los derechos humanos no terminará en un sistema como el actual, pero en el camino a construir otro podrá atenuar las condiciones de injusticia.

Termino con una frase que portaban en su camiseta: “Las rejas no callan la verdad. Presos ayer. ¡Libres siempre!”

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