Relatan hijos de Radilla Pacheco desaparición de su padre ante CIDH

Ésta es la primera vez que la Corte Interamericana abre juicio contra el Estado mexicano por desapariciones forzadas que ocurrieron durante la llamada "guerra sucia", entre finales de la década de los 60 y fines de los años 70.

AFP
Publicado: La Jornada, 07/07/2009 17:54

San José. A 35 años de la desaparición del mexicano Rosendo Radilla Pacheco a manos de militares en México, la Corte Interamericana de Derechos Humanos conoció este martes una demanda de sus familiares, que exigen el esclarecimiento del caso y reparaciones.

La demanda presentada el 15 de marzo de 2008 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington y que actúa como fiscal, incluye una larga lista de cargos contra el Estado mexicano por violaciones del derecho a la vida, la libertad personal, las garantías procesales y la protección judicial, entre otros.

Ésta es la primera vez que la Corte Interamericana abre juicio contra el Estado mexicano por desapariciones forzadas que ocurrieron durante la llamada "guerra sucia", entre finales de la década de los 60 y fines de los años 70.

El número de desaparecidos durante ese periodo se desconoce con precisión, pero organismos humanitarios registran al menos 557 casos.

Los representantes del gobierno de México han rechazado los cargos argumentando que el tribunal interamericano no tiene competencia en el caso, pues la desaparición de Radilla, el 24 de agosto de 1974, ocurrió "antes de que el Estado mexicano aceptara la competencia contenciosa de la Corte".

En la audiencia celebrada este martes en San José, sede de la Corte, el hijo del desaparecido, que también se llama Rosendo Radilla, relató cómo fue detenido su padre en un retén militar en las afueras de Acapulco, en el estado de Guerrero, de lo cual fue testigo.

Tita Radilla, hija de la víctima, también declaró ante la Corte y relató detalles de la larga lucha que ha librado la familia por esclarecer los hechos y recuperar el cuerpo de su padre, cuyo paradero sigue siendo un misterio.

También contó de amenazas de que ha sido objeto por parte de los militares debido a su labor como presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de México.