miércoles, febrero 24, 2010

De Emeequis


Hace unos días la Auditoría Superior de la Federación dio

a conocer un informe demoledor que demuestra que en México,

en plena crisis económica, los servidores públicos manejan el

presupuesto nacional en forma discrecional, arbitraria, opaca.


Mientras se quejan de que no hay recursos, dejan de ejercer millones

en necesidades vitales... o las derrochan en rubros suntuosos.


Muestra de ello es el fenómeno de la burocracia dorada: un pequeño

grupo de altos funcionarios que se ha conformado en torno a los

secretarios de Estado. Y no les va nada mal: muchos ganan más que

presidentes y jefes de gobierno como Vladimir Putin (Rusia), José Luis

Rodríguez Zapatero (España), Lula da Silva (Brasil), Cristina Fernández

(Argentina), Michelle Bachelet (Chile) o Álvaro Uribe (Colombia).


Su tarea es servir al Presidente de la República o a los titulares

de las dependencias federales, atender sus requerimientos y

necesidades. Ostentan todo tipo de cargos: secretarios privados,

secretarios particulares, secretarios técnicos, secretarios auxiliares,

asesores, coordinadores de asesores, directores de agenda, jefes de

oficina, coordinadores de gestión, coordinadores de eventos

y logística, escoltas… y un largo etcétera.


Además de sus ingresos

–que pueden llegar a los 140 mil pesos mensuales–, reciben pago de

alimentos, gasolina, teléfonos celulares, vehículos. Y disponen, a su

vez, de choferes, secretarias, chef y cocineros.


Los staffs de los secretarios de Estado pueden ser muy amplios,

pero el récord en número y costo es de la Secretaría de Relaciones

Exteriores, cuya titular, Patricia Espinosa, cuenta con 39 funcionarios

para atender directamente sus requerimientos, a un costo de

23 millones de pesos al año.



La Oficina de la Presidencia de la República tiene una estructura de más de 300 personas, en la que los mandos superiores perciben salaries y prestaciones similares a secretarios y subsecretarios de Estado. Un caso: la jefa de la Oficina de la Presidencia de la República, Patricia Flores Elizondo, tiene un salario de 145 mil pesos mensuales, más 11 mil 500 pesos para gastos de mantenimiento de su vehículo, 10 mil pesos para cellular y un seguro institucional de 108 meses. Patricia Flores está ligeramente mejor pagada que Michelle Bachelet, la aún presidenta de Chile, quien tiene un salario equivalente a 165 mil pesos.

Si se revisa el organigrama de Los Pinos, es posible encontrar que el secretario particular del Presidente gana más que Luis Inazio Lula da Silva, el mandatario brasileño. Éste tiene un salario de 52 mil pesos al mes, casi tres veces menos que su tocayo Luis Felipe Bravo Mena, quien recibe 144 mil pesos. Incluso el secretario particular del secretario particular del presidente Calderón es mejor compensado que Lula da Silva: recibe 92 mil pesos mensuales.

El mandatario mexicano también tiene una secretaria privada adjunta, quien recibe un salario de 122 mil pesos. A su vez, la secretaria privada adjunta del Presidente tiene un secretario técnico con salario de 122 mil pesos.

Y así por el estilo.




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