viernes, marzo 05, 2010

toda tecnología tiene riesgos y beneficios; esto debe ser evaluado por los países.



Soslaya declaratoria oficial puntualizar la decisión soberana de las naciones sobre su uso
Esta reunión sobre biotecnologías era para los pobres, pero ellos no estaban: Pat Mooney
Los OGM no son 100 por ciento seguros, pero si un país los quiere utilizar, es su derecho: FAO
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Foro alternativo del maíz en Guadalajara, JaliscoFoto Arturo Campos Cedillo
Angélica Enciso L.Enviada
Periódico La Jornada
 
Viernes 5 de marzo de 2010, p. 45

Guadalajara, Jal., 4 de marzo. Entre los acuerdos plasmados en el informe final de la Conferencia técnica internacional sobre biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo de la FAO, se mantuvo promover el uso de alternativas biológicas, incluidos los organismos genéticamente modificados (OGM), en esas naciones para ayudar a reducir la pobreza y el hambre, así como la asociación entre los sectores privado y público para el intercambio de información y de metodologías.

En el texto no se menciona explícitamente que un grupo de trasnacionales está detrás de esos desarrollos y el reiterado planteamiento del propio organismo de que la adopción de ella es decisión de las naciones, indicó Pat Mooney, del Grupo ETC, quien participó en el comité organizador, al cual renunció hace unos días, y asistió al encuentro como observador.

En la sesión plenaria, al momento de la discusión del documento, tomó la palabra para exponer su preocupación porque desde la apertura de la conferencia se dijo que los países eran los que debían decidir sobre el uso de la biotecnología, pero esto no quedó señalado en los acuerdos, y aparecen una especie de órdenes de lo que deben hacer los países; además, no se marca la diferencia entre los distintos tipos de desarrollo.

El presidente de la conferencia, Jeffrey McNeely, agradeció la cachetada, pero precisó que los asistentes, alrededor de 300 delegados de los 60 países en desarrollo de África, Asia, América Latina y el Caribe, estaban de acuerdo con los términos en que se redactó el documento.

En el texto –resultado de cuatro días de sesiones– se señaló a los países que las políticas y unos marcos reguladores nacionales eficaces y propicios en el ámbito de la biotecnología pueden facilitar el desarrollo y el uso de biotecnologías apropiadas en los países en desarrollo. También indicó que la FAO y otros organismos internacionales deberían aumentar significativamente sus esfuerzos para apoyar el fortalecimiento de la capacidad nacional en el campo del desarrollo y uso apropiado de biotecnologías agrícolas orientadas a las necesidades de los pequeños agricultores y productores de los países en desarrollo.

Refirió que estas naciones deberían aumentar considerablemente las inversiones nacionales en el desarrollo y uso de las biotecnologías para apoyar, en particular, a los pequeños productores.

Lo que sí precisó, ante el reiterado señalamiento de que la biotecnologías no son sólo los OGM, es que ellas abarcan una amplia gama de herramientas y metodologías que se aplican en cierta medida en los cultivos, la ganadería, el sector forestal, la pesca, la acuicultura y la agroindustria.

En conferencia de prensa, a la pregunta de por qué no se precisó la decisión soberana de las naciones en la materia, Sivahi Pandey, director de Producción y Protección Vegetal de la FAO, dijo que esto sí ocurre y, según él, era suficiente el inciso d) del documento, donde se menciona: hay necesidad de una visión nacional clara del papel de las biotecnologías.

Agregó que ningún país tiene el derecho de decirle a otro lo que tiene que hacer; la FAO nunca ha dicho que los OGM son 100 por ciento seguros, pero si un país los quiere utilizar, es su derecho. Además, precisó que toda tecnología tiene riesgos y beneficios; esto debe ser evaluado por los países.

Pandey puntualizó que la FAO en sus políticas no apoya la biotecnología ni es la mejor solución para enfrentar el hambre.

Con 40 años de trabajo en conferencias de la FAO, Pat Mooney hizo una evaluación de la reunión: desde el principio no tenía altas expectativas, a lo que se redujo fue a una reunión de biotecnólogos que se juntaron y dicen: queremos más.

En entrevista dijo sentirse ofendido ante la constante referencia de que esto es algo para los pobres y para los pequeños productores. Es una conferencia dentro de la FAO donde se ha hablado mucho de ellos, pero no están aquí. No hay precedente, agregó, de que la FAO haya hecho una reunión en referencia a estos productores y estuvieran ausentes; ha habido otras conferencias donde han sido tomados en cuenta como observadores y han tenido espacios de participación.

El documento da las directivas de adónde tienen que ir los países; esto es avalar el uso de los transgénicos y a las empresas: con esta conferencia la FAO publicita los desarrollos de las trasnacionales, concluyó.



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