Con el mismo esquema

Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre.

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Pasada la euforia del denominado secretario del Trabajo y Previsión Social por la desarticulación de la huelga de los mineros de Cananea a base de la acción disuasiva y represora de la Policía Federal, bastante maquillada por la mediocracia, las cuentas de las inversiones multimillonarias, públicas y privadas, que triunfalmente anunció Javier Alarcón Lozano, empiezan a caer por su propio peso.

El primero en recular fue Guillermo Padrés Elías, el gobernador de la entidad que públicamente se comprometió a impulsar la solución negociada con los huelguistas y sus dirigentes, como se lo demandó el Congreso de Sonora, de la misma manera que asumió semejante compromiso Fernando Francisco Gómez-Mont Urueta bajo la exigencia de la Cámara de Diputados, el abucheado secretario de Gobernación en el Auditorio Nacional y a quien el lunes le invertimos aquí sus nombres.

Dice el titular del Ejecutivo sonorense que siempre no son 113 mil sino 58 mil millones de pesos los que invertirán principalmente el gobierno del futbolero Felipe (del Sagrado Corazón) de Jesús Calderón Hinojosa, quien se encuentra de tour por Sudáfrica mientras aquí esperan soluciones, no los acostumbrados discursos, el Sindicato Mexicano de Electricistas, sus 20 mil afiliados en movimiento y los huelguistas de hambre en deterior peligroso; los desalojados de la mina de cobre de Cananea; los bloqueados habitantes de San Juan Copala por un grupo paramilitar con la complacencia de Ulises Ruiz Ortiz; los padres de los 49 niños que murieron hace un año en la guardería ABC, ubicada también en Hermosillo, Sonora, y con quienes ni siquiera ha podido ni querido reunirse Calderón; las huelgas de Taxco, Guerrero, y Sombrerete, Zacatecas; y un largo listado para el que no alcanzaría el resto del espacio disponible. Rezago y soluciones de fuerza, policiacas y militares, son palabras que describen la última década de alternancia presidencial.

El gobernador aclaró, tras la enérgica reacción de legisladores de todos los partidos –“¿De dónde saldrá el dinero”?--, incluido el blanquiazul por el que compitió y le ganó la gubernatura a su primo hermano, que 55 mil 295 millones de pesos provendrán de Grupo México, presidido por Germán Feliciano Larrera Mota Velasco (integrante del Consejo de Administración de Televisa), 2 mil 595 millones corresponderán al gobierno federal y 382 millones de pesos al suyo.

La danza de las cifras multimillonarias contrasta con la miserable conducta asumida por el consorcio frente a las elementales demandas económicas, de seguridad e higiene de los mineros de Cananea, Sombrerete y Taxco, así como de los deudos de Pasta de Conchos que sólo exigen los 63 cadáveres de sus familiares. Por cierto, Armando Luna González Canales, secretario general de Gobierno de Coahuila, redujo la orden de sellar la boca de la mina por parte de la Secretaría de Economía, misma que la negó, a “un pleito” entre Gómez-Mont, Alarcón Lozano y Gerardo Ruiz Mateos. Además de ineptos, facciosos entre sí.

Pleitos aparte, con los que se llevan entre los pies el dolor que desde el 19 de febrero de 2006 cargan las viudas y huérfanos, el pianista, otrora reseñador de conciertos de opera y experto en telecomunicaciones, se volvió a topar con la misma piedra al poner en operación, con la venia de Calderón Hinojosa, el mismo esquema que aplicó contra el SME, y que ocho meses después muestra su fracaso, al desatar un conflicto social de largo aliento.

No aprende el poblano que actuó sin reparos como virtual vocero del Grupo México y pone en serio riesgo, por ello, su corto, muy corto, futuro político e institucional porque esto apenas comienza.

Acuse de recibo

Salvadores de qué (7-VI-10) suscitó el comentario de Luis Enrique Torres Prieto: “Ya no saben como distraer la atención para que la gente no se percate del inicuo y mendaz saqueo que están haciendo de los bienes de la nación, léase minería, petróleo, electricidad, mercado interno, finanzas y sobre todo los brutales crímenes de los nacionales, bien sea niños, periodistas, trabajadores, indígenas y todo aquel que se les oponga o piense diferente; es más, están haciendo su frente distractor de la oligarquía con su Iniciativa México (…)”. Antonio del Campo Gordillo felicita, desde Comalcalco, Tabasco, “a los verdaderos periodistas (…) son los Quijotes de estos tiempos de perversidad, que le hacen frente al malvado, que arriesgan sus existencia para proteger al inocente, que sacrifican sus vidas para el bien de la gente”… Ramsés Ancira advierte: “La Policía Federal e incluso elementos del Ejercito acompañaron a la Caravana que pretendía romper el cerco a San Juan Copala cuando nadie los necesitaba y cuando faltaban menos de 20 kilómetros, anunciaron que había mucho peligro y que la abandonaban a su suerte. Felipe Calderón admite en los hechos que cualquier grupo tiene derecho a apoderarse de una fracción de país, secuestrar a miles de habitantes y decidir si reciben o no alimentos o servicios básicos como el de energía eléctrica”.

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