lunes, junio 07, 2010

Manifiesto a la Nación. Movimiento 5 de Junio

Difusión Cencos México D.F., 7 de junio de 2010

Boletín de prensa
Movimiento por la justicia 5 de junio

No quieras saber nunca
por quién doblan las campanas
¡están doblando por ti…!
John Donne

Hoy 5 de junio de 2010, cuando se cumple exactamente un año del crimen aún impune de la Guardería ABC, que les arrebató sus vidas inocentes a nuestros 49 hijos e hijas, y les ha dejado profundas heridas en el cuerpo y en el espíritu a los sobrevivientes, a sus familias y a la sociedad entera, seguimos en pie de lucha.

A las 14:45 horas, han doblado 49 veces a duelo las campanas de todas las iglesias en Hermosillo y en muchas otras poblaciones en recuerdo de quienes no debieron morir.
No olvidemos jamás a todos estos niños y niñas, víctimas de uno de los crímenes más brutales y trágicos jamás perpetrados en contra de la humanidad. Que se grabe bien, como ya está grabado con fuego en la memoria colectiva de la nación, el recuerdo imborrable de estas tiernas vidas truncadas, que han cambiado el presente y el futuro.

365 días han pasado, uno tras otro, sin que las putrefactas estructuras del Estado mexicano, de las procuradurías, ministerios públicos, investigadores, testaferros y policías -tan eficaces para perseguir trabajadores y luchadores sociales- hayan sido capaces de responder mínimamente a nuestro permanente reclamo de justicia.

En todo este tiempo transcurrido, se ha demostrado hasta la náusea, de manera ignominiosa, la falta de voluntad política de los gobernantes y su completa inoperancia para castigar a los culpables de este espantoso infanticidio masivo, producto de la corrupción extrema, del tráfico de influencias y de la insaciable sed de ganancias de unos cuantos a costa de todos nosotros.

En este trágico primer aniversario, una vez más preguntamos:

¿Qué es lo que tenemos después de un año? Nada.

Tenemos un Estado que ha fracasado en la salvaguarda del tesoro más preciado de toda nación, que es su niñez. Tenemos un Estado fallido.

Tenemos un ocupante de la presidencia de la República, Felipe Calderón, que se ha negado a escuchar y a responder de manera pública en Hermosillo, en el lugar donde se cometió el horrendo crimen, a las demandas de todos los padres y madres de las víctimas, sin exclusiones.

Tenemos un titular del poder ejecutivo cuyas órdenes de hacer justicia “caiga quien caiga, tope en donde tope”, se han estrellado en el muro de las complicidades y de la protección a los verdaderos culpables que no caen desde su pedestal de impunidad.

Tenemos un Seguro Social que subroga sus obligaciones, cuyo director actual, Daniel Karam, al igual que sus antecesores Juan Molinar y Santiago Levy, han violado garantías constitucionales y la propia normatividad del instituto para alimentar la voracidad de familiares y socios pertenecientes al primer círculo del poder, para la obtención de dinero fácil proveniente de nuestras cuotas y de nuestros impuestos.

Tenemos a un ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, que pretendió en vano comprar nuestras conciencias, desesperado ante el derrumbe de su propio castillo de soberbia, y que aún ahora continúa burlándose de las investigaciones, convencido de su impunidad.

¿Después de un año, qué es lo que queremos? Todo.

Queremos justicia ejemplar, completa e imparcial a través de procesos penales transparentes a todos los culpables del asesinato y de las lesiones a nuestros niños y niñas.

Queremos atención médica especializada de la más alta calidad y de por vida, para todos los niños y niñas convalecientes y a sus familiares, a cargo del Estado y sus instituciones.

Queremos pensiones vitalicias para las madres trabajadoras que no logran superar su gran pérdida, ni pueden trabajar por dedicarse a garantizar atención médica para sus hijas e hijos lesionados y atender a sus familias.

Queremos la cancelación inmediata de todos los contratos de subrogación de todas las guarderías del IMSS en manos de particulares.

Queremos la promulgación de una Ley general de estancias infantiles que establezca claramente la obligación del Estado de proporcionar la atención de los hijos de las trabajadoras y trabajadores, a cargo de personal capacitado y especializado.

Queremos reparación del daño moral a través del pago de indemnizaciones de acuerdo a la enorme magnitud de la pérdida sin condicionamiento alguno ni cesión de derechos.

Queremos, una vez realizadas las investigaciones, la demolición de las aberrantes instalaciones del sitio de la tragedia y la construcción de un memorial por nuestros niños y niñas mártires.

No vamos a esperar a los más que predecibles y nulos resultados de la investigación oficial, adelantados por el propio ex procurador Eduardo Medina desde su repugnante primera declaración de que en este caso se han cometido delitos “leves” que alcanzan fianza y que no han sido desmentidas por su sucesor Arturo Chávez.

Por eso acudimos ante los ministros de la Suprema de Corte Justicia de la Nación, para que hagan uso de sus facultades constitucionales de investigación e intervengan de manera definitiva abriendo el camino al pleno cumplimiento de nuestras exigencias.

Hoy, como hace un año, somos la conciencia de todo un pueblo que despierta y eleva el metal resplandeciente de su cólera, de su indignación y reclamo de justicia ante el máximo tribunal de la República, ante la mirada expectante y vigilante de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo.

Así lo ha manifestado clara e inequívocamente la sociedad sonorense con la realización del JUICIO CIUDADANO que encontró culpables a los socios propietarios de la Guardería ABC y a 18 funcionarios de los gobiernos estatal y municipal; tal y como habremos de hacerlo también en su momento con las instituciones del gobierno federal y el IMSS.

En este primer aniversario de nuestro duelo y de nuestra lucha, queremos que se escuche bien nuestro juramento solemne en todos los idiomas y en todas las lenguas; que resuene por todos los países y por todos los rincones del planeta:

No descansaremos hasta ver juzgados y condenados por este horrendo crimen a todos los vedaderos culpables.

Y mientras tanto, no preguntemos por quién doblan las campanas: están doblando por ti, por mí, por nuestros hijos y por todos nosotros; doblan por la justicia.

Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio
Hermosillo, Sonora, y Ciudad de México, Distrito Federal, a 5 de junio de 2010



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