lunes, junio 13, 2011

INICIAN LOS EFECTOS DE LA DENUNCIA


El pasado martes 7 de junio de 2011 en el acto de recepción en la Ciudad de Monterrey a la Caravana del Consuelo que encabeza el Poeta Javier Sicilia, un integrante de la Comisión de Resistencia Civil Pacífica en Nuevo León, dio lectura a un testimonio que pretendía dar voz a Jorge Humberto Martínez Compeán quien fue torturado y asesinado cuando estaba bajo custodia de las autoridades municipales y federales, específicamente de la Policía de Santa Catarina, Nuevo León y de la Marina-Armada de México. 

Va enseguida el texto completo de esta lectura y posteriormente reproducimos un reportaje publicado hoy lunes 13 de junio de 2011 por los periódicos el Norte de Monterrey y Reforma de la Ciudad de México que da cuenta de la Recomendación 34/2011 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la que se afirma que la Marina-Armada de México es presunta responsable de desaparición forzada y tortura.


TESTIMONIO
Mi nombre es Jorge Humberto Martínez Compeán, tenía 26 años, casado y con tres hijos pequeños. Hace un año vivía en una colonia en la zona de la Huasteca en el Municipio de Santa Catarina, Nuevo León.
La mañana del domingo 21 de marzo de 2010 fui capturado por la policía municipal, acusado de narco menudista o presunto distribuidor de droga. Nunca llegué a ser procesado ni sentenciado, pues no me pusieron a disposición del ministerio público.
Cuando me llevaban detenido hubo un enfrentamiento entre la policía y un grupo armado, al parecer pretendían atentar contra el Secretario de Seguridad Pública de Santa Catarina René Castillo Sánchez. Yo resulté ileso, y la Marina me trasladó en un helicóptero, junto con el Jefe de policía Luis Eduardo Murrieta Maya y los heridos.
Posteriormente fui golpeado y torturado. Mi cuerpo sin vida, encobijado, fue tirado y encontrado al día siguiente en un terreno baldío de la Colonia Palmas Diamante en el Municipio de San Nicolás de los Garza.
La Marina afirma que me trasladó al Hospital Universitario y que me entregaron en custodia al Jefe de Policía de Santa Catarina Murrieta Maya. Éste dice que minutos después regresaron los soldados de la Marina y me llevaron en el helicóptero a su cuartel en el municipio de San Nicolás de los Garza. Según la prensa testigos dicen que a mí no me bajaron del helicóptero y que no existe constancia de mi ingreso al Hospital Universitario. Marcelo Adrián Lucio Barajas también detenido y trasladado en el helicóptero, en su declaración coincidió con Murrieta Maya, quien aseguró que el helicóptero de la Marina hizo dos traslados. El Secretario de Seguridad de Santa Catarina René Castillo Sánchez declaró que por ser militar no podía opinar sobre lo dicho por sus superiores.
Oficialmente no se sabe quiénes son los responsables de mi tortura y asesinato, pues la Procuraduría de Justicia del Estado aún no concluye la investigación. Lo que si sabemos es que quienes me custodiaban eran integrantes de la Secretaría de Marina-Armada de México y de la Policía Municipal de Santa Catarina.
Mi esposa Hilda Angélica exige que se investigue y castigue a los responsables de mi muerte. Tuvo que pedir ayuda económica para sufragar los gastos de mi funeral pues no contaba con medios para pagarlo. No sé cómo está resolviendo la manutención de nuestros tres hijos.
La tortura es una de las formas más graves de violación a los derechos humanos que no debe justificarse bajo ninguna circunstancia. Les pido que, a favor de las víctimas y sus familiares, se comprometan a erradicar la tortura, los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No más violaciones, golpes, asfixia, choques eléctricos, ni palizas.
Hoy mi voz se une a la de ustedes para clamar:·¡JUSTICIA!







El 21 de marzo de 2010, policías municipales de Santa Catarina, NL, detuvieron a José Humberto 
Márquez Compeán.  El 22 de marzo, el cadáver de Márquez fue hallado con huellas de tortura 
a 500 metros de la base provisional de la Marina. Fotos: Archivo


Periódico Reforma y Periódico El Norte, 13 de junio de 2011.

Acusa CNDH a Marinos de Tortura

Involucra CNDH en tortura a marinos.

Asegura que "muy probablemente" torturaron 
y mataron a un detenido.

Reporteras: Verónica Sánchez y Daniela Rea.

Ciudad de México  (13 junio 2011).- El 
presunto narcomenudista detenido por 
agentes de Santa Catarina, Nuevo León, 
el 21 de marzo de 2010 que apareció 
muerto en un lote baldío al día siguiente 
en San Nicolás fue víctima de desaparición 
forzada y tortura presuntamente por parte 
de marinos, afirmó la Comisión Nacional 
de Derechos Humanos (CNDH).

Asimismo, el organismo señaló que el joven 

murió a causa de torturas, "muy probablemente" 
cometidas por elementos de la Marina.

La Marina reportó que trasladó a José Humberto 

Márquez Compeán en helicóptero al 
estacionamiento del Hospital Universitario, 
donde lo habría entregado al director de la Policía 
de Santa Catarina, Luis Eduardo Murrieta Maya.

Sin embargo, el mando policiaco contradijo esta 

versión al declarar ante el Ministerio Público que 
en el hospital perdió contacto con el detenido.

En su recomendación 34/2011, la Comisión señala 

que, aunque fue conocido el paradero de 
Márquez Compeán, identificado como V1, 
se trató de una desaparición forzada, pues se 
desconoce a dónde fue trasladado 
durante al menos 14 horas.

"El helicóptero, del que nunca descendió V1, 

permaneció en el estacionamiento por un 
tiempo aproximado de 25 minutos y, 
posteriormente, despegó con rumbo desconocido 
para regresar aproximadamente 1 hora y media 
más tarde, ya sin V1 a bordo", indica la CNDH.

El organismo también concluye que Marcelo Adrián 

Lucio Barajas, quien fue detenido junto con 
Márquez Compeán, fue privado ilegalmente de 
su libertad y sufrió tratos crueles de los marinos.

"Aunque no se cuenta con evidencia para determinar 

quién torturó y privó de la vida a V1, ni bajo órdenes 
de quién (...) los servidores de la Marina incurrieron 
en responsabilidad, toda vez que en su calidad de 
garantes se encontraban obligados a salvaguardar la 
integridad física y psíquica de V1, ya que se encontraba 
bajo su custodia", dice el documento.

"Este organismo (...) considera que existen elementos 

de prueba suficientes que permiten indicar que V1 
fue víctima de tortura previa a su muerte, muy 
probablemente por los servidores de la Armada de 
México con la finalidad de obtener información (...). 
Esta es una línea de investigación que debe ser agotada 
por las autoridades ministeriales toda vez que 
las lesiones infligidas a V1 lo privaron de la vida", 
agrega la recomendación.

El texto relata que el 21 de marzo, Márquez Compeán 

y otro presunto narcomenudista, Marcelo Adrián 
Lucio Barajas, fueron detenidos por agentes 
municipales de Santa Catarina.

Al ser trasladados a la delegación de la PGR, se 

registró un ataque contra el convoy policial, con saldo 
de dos muertos y dos heridos, el propio Lucio Barajas 
y el director de tránsito de Santa Catarina, 
Antonio Marroquín Martínez.

Tras el ataque, el director de la Policía de Santa Catarina, 

Luis Eduardo Murrieta Maya, solicitó el apoyo de 
la Marina. Los dos heridos, además de Márquez 
y Murrieta, fueron trasladados al hospital 
universitario en Monterrey.

Esa fue la última vez que se vio con vida 

al joven de 26 años de edad.

En el hospital, dice la CNDH, los mandos 

ingresaron al nosocomio; Lucio Barajas se 
quedó en el estacionamiento, mientras que 
Márquez no bajó nunca de la aeronave. Ésta 
despegó y regresó una hora y media después. 
Luego llevó a los jefes policiales y a Lucio Barajas 
a una base provisional de la Marina, pero según 
el testimonio del presunto narcomenudista, Márquez 
Compeán ya no estaba en el helicóptero.

A las 07:00 horas del día siguiente, 16 horas después 

de que abordó el helicóptero de la Secretaría de 
la Marina, Márquez fue encontrado muerto envuelto 
en una cobija con varias bolsas de plástico encima 
que contenían enervantes y con señas evidentes 
de haber sufrido tortura.

"Esta situación parece indicar que los perpetradores 

de la muerte de V1 pretendieron dejar señales de 
que la misma se trataba de un homicidio más, que 
tenía vinculación con el narcomenudeo y la situación 
de inseguridad y violencia que actualmente se vive 
en el Estado de Nuevo León, donde estos casos 
se suscitan con frecuencia", advierte.

La CNDH subrayó que ante un caso de desaparición 

forzada le corresponde al Estado la carga de la prueba 
y en el informe que le entregó la Secretaría de la 
Marina, la dependencia no probó su negativa 
de participación en los hechos denunciados.

"Así, por el simple hecho de haber estado bajo 

su custodia, correspondía a estas autoridades 
suministrar una explicación satisfactoria y convincente 
para probar que no fueron las responsables y, al no 
hacerlo, se generan fuertes presunciones de hecho 
en su contra", remarca.

Exigencia de justicia

El miércoles pasado, al recibir a la Caravana 

del Consuelo encabezada por Javier Sicilia, 
un familiar anónimo de Márquez, quien tenía 3 hijos, 
leyó el testimonio de su detención, tortura y muerte 
durante un mitin en Monterrey.

Dijo que la esposa de Márquez, Hilda Angélica, 

exige que se investigue y castigue a los responsables, 
y que tuvo que pedir ayuda económica para 
pagar su funeral.

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