La justicia en México, otra bala para Acteal
“A los 15 años y tres meses de la
masacre de Acteal, donde perdieron la vida nuestros seres queridos,
sigue la impunidad de los autores materiales e intelectuales de la
masacre, pero además, la impunidad, como una mala hierba, sigue
extendiéndose en nuestro país. (…) Lo que estamos viendo ahora en México
confirma lo que siempre hemos dicho Las Abejas: los órganos de
procuración y administración de justicia en México no están al servicio
de la justicia sino de los intereses de los poderosos”.
Organización civil Las Abejas de Acteal
Organización civil Las Abejas de Acteal
Por: Alma Sánchez
Chiapas, México. Con las
liberaciones de los autores materiales de la masacre de Acteal, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación “pone en riesgo la paz social” en
una zona donde los paramilitares siguen armados y los sobrevivientes
están amenazados de muerte, señala Víctor Hugo López, director del
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
En entrevista con Desinformémonos para
valorar la decisión de la Corte, López señala que las liberaciones se
apoyan en una aplicación administrativa de la justicia, sin que la
Suprema Corte considere que se trata de un sonado episodio de
contrainsurgencia. Ante la impunidad y la falta de justicia, que
demuestran que “los pueblos indígenas no cuentan en México”, lo que
queda es fortalecer la autonomía como alternativa al sistema político,
afirma.
A partir de 1995 el Estado mexicano
impulsó la creación de grupos paramilitares que acosan a los miembros de
los distintos grupos políticos simpatizantes con el zapatismo. Para
principios de 1997, el conflicto político en los Altos de Chiapas se
complejizó y los grupos paramilitares tomaron represalias contra quienes
no aceptaron sumarse a su causa. El 22 de diciembre de 1997, un grupo
de cerca de 90 tzotziles equipados con armas de grueso calibre
asesinaron a 45 personas de la organización civil Las Abejas (18 mujeres
adultas, cinco de ellas embarazadas; 7 hombres adultos y 20 menores de
edad) e hirieron a 26, en su mayoría menores de edad, varios de los
cuales resultaron con lesiones permanentes.
Las personas atacadas se encontraban
refugiadas en la comunidad de Acteal debido al continuo hostigamiento de
grupos armados que quemaban sus casas y cultivos, y robaban sus
pertenencias. Estaban completamente desarmados, realizando una jornada
de ayuno y oración por la paz. El hecho de que un puesto de operaciones
mixtas (fuerza militar, judicial y de seguridad pública) se encontrara
asentado a 200 metros del lugar de la masacre ha servido para justificar
las opiniones que apuntan hacia una responsabilidad directa del Estado
mexicano.
El hecho violento tuvo sus consecuencias
políticas inmediatas con la renuncia del secretario de gobernación
federal, Emilio Chuayffet, y del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz
Ferro. Se aprehendió a Jacinto Arias Cruz, presidente municipal de
Chenalhó, como sospechoso de proporcionar el armamento a los
paramilitares. Sin embargo no ha sido investigado ningún funcionario de
alto rango.
El 10 de abril de 2013, la Suprema Corte
de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó liberar a 15 indígenas que
participaron en la masacre, entre ellos Jacinto Arias Cruz, debido a que
se violaron sus derechos constitucionales como el del debido proceso.
Noé Castañón León, secretario general de gobierno estatal, indicó que
los 15 liberados firmarán un acuerdo para permanecer fuera de la
cabecera de Chenalhó, para evitar que se altere la paz.
¿Cuántos de los autores de la masacre de Acteal están libres y cuántos siguen presos?
La liberación de autores materiales de
la masacre comenzó en 2009, cuando el Centro de Investigaciones y
Docencia Económicas (CIDE), interpuso recursos ante la SCJN, para que se
revisaran las sentencias de los implicados. Lo que argumentó el CIDE
fue que había irregularidades en el debido proceso. En ese entonces, la
Corte atrajo el recurso que interpuso el CIDE y decidió liberar a un
primer grupo de personas, entre 20 y 25. En 2010 liberan otro grupo, y
en 2012 fueron liberados de manera intermitente grupos de entre tres y
cinco personas. Suman 75 personas con las liberaciones registradas desde
2009 hasta 2013, y quedan presos todavía 10.
De entre las 75 personas liberadas,
cinco testificaron en sus declaraciones que sí participaron en la
masacre, entre ellos el expresidente municipal Jacinto Arias.
¿El Centro de Derechos Humanos Fray
Bartolomé de las Casas considera que existieron estas faltas al debido
proceso de los autores materiales de la masacre?
En ese sentido coincidimos, porque
podemos decir que el cien por ciento de los casos que pasan por un
tribunal de justicia en México presenta faltas al debido proceso. Nos
encontramos contrariados que la Suprema Corte reduzca a un proceso
administrativo las faltas al debido proceso en un asunto que nosotros
interpusimos como de lesa humanidad. Y por si fuera poco, en la
argumentación que dan dicen que la Procuraduría General de la República
(PGR) es la responsable de las malas investigaciones. Nosotros, como
Frayba, decimos que si es la PGR la responsable del inculpar a estas
personas que ya están libres, por qué la Corte no responsabiliza a
quienes procuran justicia en México, en este caso a los responsables de
la PGR y a las autoridades que señalamos como autores intelectuales.
La SCJN dice que hubo fallas al debido
proceso y que esas personas tienen que salir, pero no se pronuncia por
el fondo del asunto. Hablamos de 45 personas asesinadas, más cuatro que
estaban en el vientre de las mamás. No es el asesinato de tres personas
ni la suma de una serie de eventos, sino un evento que constituye una
masacre, una respuesta de contrainsurgencia. En México ha sido una de
las más sonadas en los medios de comunicación y la SCJN no se pronuncia,
parece que se les dificulta explorar el fondo del asunto.
¿De qué manera impactan estas liberaciones en el lugar y en los sobrevivientes de la masacre?
Cuando liberan a estos autores
materiales, el gobierno federal los lleva a una finca que tiene rentada
para ellos y les suministran alimentos, parte de los programas de
desarrollo social. Se hacen beneficiarios de esos programas de
desarrollo para poder mantenerse un tiempo. Para el gobierno es
insostenible tenerlos así por muchos años, por lo cual ellos retornan a
sus comunidades. El gobierno les pide que se queden en esa finca con sus
familias, y no hay un acuerdo formal para reubicarlos en viviendas o
para reinstalarse permanentemente en otra comunidad.
Dejar libres a personas señaladas como
responsables de una masacre es un riesgo -en sus testimonios se
declararon culpables-. Todavía está en riesgo la zona; las armas no han
sido entregadas. Por más que el gobierno diga que estas personas van a
ser reubicadas, en realidad están regresando a sus comunidades. Esto
significa confrontar directamente a las víctimas dentro del conflicto
armado en Chiapas. Con este tipo de decisiones, la Suprema Corte es la
que pone en riesgo la paz social, y no la gente de la comunidad.
Las personas que viven en la comunidad
de Acteal comienzan a vivir situaciones de riesgo y de tensión, tanto
que su vida normal se ve coartada después de las liberaciones. Como
Frayba podemos decir que incluso se ve amenazada, porque pueden
encontrarse con los asesinos de sus familiares y estas personas
liberadas pudieran volver a cometer lo que hicieron en 1997, gozando de
impunidad.
¿Cuál es su valoración sobre las
declaraciones del secretario de gobierno Noé Castañón en cuanto a la
firma de acuerdos con los excarcelados para que no regresen a las
comunidades?
Es parte de la estrategia mediática y la
administración de la justicia. Todos los excarcelados han firmado el
mismo convenio. Es sabido públicamente que estos acuerdos no se han
cumplido. Las Abejas han denunciado en múltiples documentos que hay
gente que fue liberada hace un par de años y está viviendo en las
comunidades, e inclusive está actuando de forma provocadora contra las
comunidades aledañas.
Debemos recordar que en diciembre de
2012, el actual presidente de la mesa directiva de Las Abejas de Acteal
fue amenazado de muerte. Dentro de ese contexto, se está dando el
retroceso paulatino de la justicia.
¿Cuál es su conclusión sobre este proceso de liberaciones y vuelta de los autores materiales a las comunidades?
Queda claro que los pueblos indígenas no
cuentan ni caben en México y que no hay independencia de poderes en
este país; el poder legislativo y el poder judicial acatan las órdenes
del poder ejecutivo. Se confirma también que ante la falta de legalidad y
legitimidad dentro del Estado mexicano, es necesario que tomen mayor
fuerza y validez las alternativas al sistema en el país, como la
construcción de la autonomía. Las Abejas de Acteal han reflexionado en
estos años esas alternativas, porque el Estado mexicano no responde en
lo mínimo a las demandas históricas de los pueblos indígenas.
FUENTE: Desinformémonos
LINK:http://desinformemonos.org/2013/04/la-justicia-en-mexico-otra-bala-para-acteal/
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