jueves, octubre 26, 2006

LAS LECCIONES DE IRAK PARA MEXICO

Por Benjamin Castro
23 Octubre 2006
www.elregio.com

Quizá usted, amable lector, piense que Irak es un país muy lejano, con condiciones políticas y sociales muy diferentes a nuestro país y que por lo tanto lo que allá suceda no puede tener ninguna relación ni ningún impacto sobre nosotros. Eso es cierto pero solo a medias. Irak se parece a México porque, en primer lugar, es un país petrolero. Por lo tanto corre los mismos riegos que esa nación de ser intervenido militarmente por alguna potencia ambiciosa sobre todo ahora en que México vive tantos conflictos que pueden ser utilizados para acusarnos de "ingobernabilidad' por parte de esa potencia. La situación de la frontera norte, las ejecuciones generalizadas en varios estados de la República, los conflictos en Oaxaca y los que puedan sobrevenir en Tabasco y Chiapas, todo eso configura un cuadro delicado que cabe muy bien dentro de las definiciones neoconservadoras de "estado fallido" y que son el blanco de la "intervención" de esas fuerzas dizque para "reimponer el orden democrático".
Sin embargo, no son esas las lecciones que debemos de sacar los mexicanos de la situación den Irak en este momento. Esas son consideraciones que no debemos de soslayar, pero las lecciones son otras y tienen que ver con el fracaso de la arrogancia y del poder en ese país. Estados Unidos invadió Irak sintiéndose seguro de que en pocos meses lograría el control total de esa nación y podría imponerle su propio gobierno y apoderarse de sus recursos petroleros sin grandes problemas. Esa fue la idea que manifestó el presidente George Bush en el 2003, pocos meses después de la invasión. Hoy ha tres años del inicio de la guerra Estados Unidos se confiesa derrotado y admite haber sido "estupido" y "arrogante" en Irak. La guerra de resistencia del pueblo iraqui y de su ejercito trasformado en guerra de guerrillas le esta infringiendo una derrota a la primera potencia militar del mundo, una derrota similar a la que sufriera en Vietnam a finales de los años 70s. La lección es muy simple para todos nosotros y en especial para nuestros gobernantes del PRI, del PAN y del PRD, y para Felipe Calderón: Mas temprano que tarde el uso de la fuerza conduce a la derrota. Que no olviden nuestros gobernantes la lección de Irak a la hora de pensar en Oaxaca, en Tabasco, en Chiapas, y en todos los demás conflictos sociales que enfrentamos. El poder y la fuerza no garantizan el triunfo, este solo puede venir de la búsqueda del bienestar general y del beneficio de todos a traves de un proyecto de gobierno que busque favorecer a la población y no a los intereses de los favorecidos de siempre.

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