jueves, agosto 30, 2007

Correrán a los consejeros del IFE de un jalón


- - - - - - - - - - - - - - - ¿LE LLEGÓ SU WATERLOO?

La Jornada, jueves 30 agosto 2007.

Está contemplada la renovación total del IFE

Cede el PAN y hoy habrá proyecto de reforma electoral

La forma en que se removerá a consejeros atora discusiones
ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS

A pesar de la resistencia del Partido Acción Nacional (PAN), las fuerzas políticas en el Congreso presentarán hoy el proyecto de reforma electoral, que incluye un nuevo marco jurídico en materia de comicios y la renovación total del Instituto Federal Electoral (IFE), con la consecuente salida de los consejeros, este mismo año o a más tardar en 2008.

La propuesta de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) es reformar siete artículos de la Constitución, entre ellos el 41, y crear un transitorio, en el que se establezca “la conclusión anticipada del mandato” de los integrantes del Consejo General del IFE. Las negociaciones se prolongaron hasta muy noche sin que se llegara al consenso requerido, toda vez que el PAN insistió en que la salida debe ser escalonada.

Para salvar ese punto se decidió presentar la propuesta de reforma electoral con algunos artículos “encorchetados”, es decir, sujetos a negociación en el debate que se dará en las cámaras. Entre ellos está la remoción de los consejeros electorales, y quién tendrá a su cargo el Registro Federal de Electores y el nombramiento del titular de la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (Fepade).

Por tratarse de una reforma constitucional, se requiere el voto de las dos terceras partes de los legisladores. La oposición sola no logra esa proporción y por ello se busca el consenso con el PAN. La discusión giró en torno a la salida de los consejeros.

A excepción del blanquiazul, las demás fuerzas políticas coincidieron en que el Consejo General, con Luis Carlos Ugalde a la cabeza, debe ser renovado en su conjunto, ya que no garantizan la equidad y transparencia de los comicios de 2009. De acuerdo con varios legisladores que participan en esa negociación, el único que ha defendido a los consejeros es el coordinador de los diputados panistas, Héctor Larios, quien en los últimos días utilizó una argumentación idéntica a la esgrimida el martes pasado por Ugalde, en el sentido de que su salida sería un reconocimiento a que hubo fraude en los comicios de 2006.

Su actitud contrastó con la de los senadores del PAN, quienes se abrieron a las negociaciones, aunque Larios insistió en que los consejeros salgan de manera escalonada: es decir, tres en 2008, otros tres en 2009 y los restantes tres concluyan su mandato en 2010.

Sin embargo, PRI y PRD mantienen la decisión de que los nueve consejeros sean removidos este mismo año –al concluir hacia octubre el proceso constitucional–, ya que una salida escalonada puede provocar que los tres primeros en salir se amparen bajo el argumento de una aplicación selectiva de la ley. Por ello, y por considerar que no garantizan elecciones confiables, PRI y PRD han mantenido la postura de que todos los consejeros salgan, sobre todo después de la posición adoptada la víspera por Ugalde. El coordinador perredista, Carlos Navarrete, dijo ayer, luego de una reunión de la Junta de Coordinación Política, que no comentaría las acusaciones del aún presidente del IFE porque, dijo, “a quien ya se va, puente de plata”. Otro perredista, Ricardo Monreal, advirtió que se trata de “una imprudencia de Ugalde, que sólo viene a demostrar que no se le puede mantener, ya que sería revivir el 2006 en 2009”.

Mientras, el coordinador priísta, Manlio Fabio Beltrones, lamentó que Luis Carlos Ugalde adopte tal postura ya que, dijo, las fuerzas políticas representadas en el Congreso tomaron ya el acuerdo de “buscar que la salud del IFE quede garantizada con la renovación escalonada de los consejeros”.

Los representantes de los partidos y los grupos parlamentarios se volverán a reunir hoy, previo a la reunión de la Comisión Ejecutiva para la Negociación y Construcción de Acuerdos para la Reforma del Estado (CENCA), citada para las cinco de la tarde. En cuanto a los cambios propuestos en torno a las coaliciones, hay consenso entre PRI, PAN y PRD, pero los partidos pequeños están en contra, toda vez que la nueva reglamentación obliga a que cada fuerza política que participe coaligada lo haga a través de candidaturas comunes, con su propia boleta.

Anoche se discutía aún en torno al Registro Nacional de Electores, ya que el PAN pretende que sea el Consejo Nacional de Población (Conapo) el que esté a cargo de ese organismo, el PRI propone que sea el INEGI el responsable de esa tarea, y el PRD pide que quede a cargo de un órgano autónomo. Como no hubo consenso, se decidió también encorchetar ese punto.

También quedará con corchete el nombramiento del titular de la Fepade, ya que aunque los negociadores panistas habían respaldado que sea designado por el Senado a partir de una terna propuesta por el Ejecutivo, a última hora se echaron para atrás.

A la nueva reforma electoral algunos la llaman “la reforma del mea culpa”, porque reglamenta algunos de los puntos más controvertidos en las elecciones del pasado 2 de julio de 2006, entre ellos, impedir las campañas negras, la guerra sucia, como la que se puso en práctica en contra de Andrés Manuel López Obrador.

En ese sentido, se establecen sanciones para el candidato que contrate promocionales para atacar o satanizar al adversario, pero también para la organización responsable de financiarlos y para el medio de comunicación que los transmita.

Asimismo, se regulan campañas y precampañas. En el caso de estas últimas se precisa que serán de 60 días, en el caso de las contiendas por la Presidencia de la República, y de 45 días para elección de senadores y diputados. La campaña presidencial se reduce de 180 a 90 días, y aquel partido o candidato que vulnere tal disposición se le sancionará incluso con la anulación del registro y la candidatura.

Se reduce el financiamiento para campañas en 50 por ciento, se establecen nuevos topes y se endurecen los requisitos para el registro de nuevos partidos. De entrada, en lugar de cada tres años será cada seis cuando se abra el registro para integrar fuerzas políticas. Hay acuerdo en presentar hoy la iniciativa que modifica los artículos 41, 83, 97, 99, 105, 116 y 122 de la Constitución, para crear un nuevo orden jurídico en materia electoral.

Los consejeros cumplieron su tiempo, expresa Gamboa

La posición de Ugalde es ya insostenible: González Garza

“Se volvió loco”, dice el perredista; el PRI no cree que hubo fraude
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

Los grupos parlamentarios de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados confirmaron que, como parte de la reforma electoral, se modificará la estructura del Instituto Federal Electoral (IFE) y se sustituirá a todos los consejeros. Inclusive, ante la postura asumida por el presidente del Consejo General, Luis Carlos Ugalde, en el sentido de que removerlo de su cargo sería aceptar el fraude, el coordinador perredista, Javier González Garza, exclamó: “¡Se volvió loco!”

A su vez, Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priísta, rechazó las expresiones de Ugalde porque, argumentó, de haber existido un fraude en las elecciones de 2006, el PRI no habría asistido a la toma de protesta de Felipe Calderón. “Creemos en las instituciones, las hemos formado y creemos que los consejeros ya cumplieron su tiempo”, sostuvo.

La sustitución de los consejeros no es avalada aún por Acción Nacional, pues el coordinador del blanquiazul en San Lázaro, Héctor Larios, dijo que si bien hay un acuerdo para el relevo, su partido insistirá en que éste sea hasta 2010, es decir, cuando los funcionarios cumplan con su encargo. Explicó que sería un cambio “en el futuro; que el relevo de los consejeros sea escalonado, que se elijan tres un año, al siguiente otro grupo de tres y así cada uno con duración de nueve años”.

Sin embargo, González Garza sostuvo que la permanencia de Luis Carlos Ugalde y los otro ocho consejeros electorales es insostenible, porque “estuvieron a punto de echar por la borda” los procesos democráticos “con la gran cantidad de errores y malos manejos; estuvieron a punto de quebrar una institución de la importancia del IFE”.

Esto requiere, agregó, que como parte de la reforma se reconstruya el instituto, se le otorguen nuevas atribuciones para evitar que se redite la intervención presidencial que, como en el caso de Vicente Fox, puso en peligro las elecciones pacíficas en México.

Además, González Garza resaltó que el IFE no detuvo la intervención de Fox Quesada en favor de Felipe Calderón en la campaña presidencial del año pasado. “El señor Ugalde se hizo pato”, afirmó.

Su compañera de bancada Valentina Batres Guadarrama expuso que es ridículo que Ugalde utilice como argumentos para aferrarse al cargo, que los partidos lesionarían la autonomía del IFE, cuando fueron tanto él como los consejeros quienes pusieron en riesgo la estabilidad política del país y dañaron la independencia de la institución.

Una vez aprobada la reforma no procede ninguna impugnación de su parte, dicen

Rechazan juristas que el cargo de consejero electoral sea “inamovible”.

Difieren de lo declarado por Luis Carlos Ugalde y lo califican de “empecinado”
ALFREDO MENDEZ

Si las dos terceras partes de las cámaras de Diputados y de Senadores, así como la mayoría de los congresos estatales aprueban la reforma electoral que plantea, entre otras cosas, la remoción total o parcial de los integrantes del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), será un “mandato del constituyente permanente, único órgano reformador de la Constitución”, y en contra de eso no procede ninguna vía de impugnación jurídica, ni siquiera el juicio de amparo, coincidieron cuatro connotados constitucionalistas.

En entrevistas por separado, los juristas Elisur Arteaga Nava, Raúl Carrancá y Rivas, Clemente Valdés y Lorenzo Córdova rechazaron que el cargo de consejero del organismo electoral sea “inamovible”, tal como lo aseguró el pasado martes Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE.

“Es una tozudez el empecinamiento que están teniendo Ugalde y toda su camarilla, después del mal desempeño que tuvieron en el pasado proceso electoral; se están aferrando al hueso”, sostuvo Arteaga Nava. Sin embargo, Córdova indicó que la remoción de los consejeros “debe ser consecuencia de la reforma electoral, no condición de los partidos para aprobarla”.

Para Raúl Carrancá, “una vez echada a andar la maquinaria legislativa para un constituyente permanente, y ya logrado un consenso entre las fuerzas políticas y una conclusión, absolutamente sí cabe la posibilidad, y no tiene nada de inconstitucional, de una reforma de un organismo como el IFE.

“No se trata de un castigo o una sanción a los consejeros; no es que de pronto el Poder Legislativo diga ‘oye Ugalde, te vamos a retirar a ti y a tus compañeros’, no es eso. Se trata de decir: dentro de la reforma electoral vamos a transformar el IFE con otro esquema; creo que a los funcionarios removidos se les darán todas las cortesías y lo que es su derecho, como alguna jubilación o bono de retiro”, puntualizó el constitucionalista.

El también especialista en derecho constitucional Clemente Valdés aseveró que “una vez aprobada la reforma no cabría la vía del amparo, sería inimpugnable; lo único que podría reclamarse mediante el juicio de garantías es el hecho de que la reforma constitucional no se hubiera dado dentro del procedimiento jurídico que establece el artículo 135 constitucional, es decir, que no se hubiera tenido mayoría de votos entre los legisladores”.

Asimismo, abundó que la reforma electoral necesariamente debe plantear una mejoría en el IFE, aunque esto “no necesariamente debe pasar por la remoción del Consejo General del instituto”.

Desde la perspectiva de Lorenzo Córdova, “equivoca el tiro” quien piense que la salida de uno, varios o todos los consejeros sea condición para aprobar la reforma electoral, pero “si a consecuencia de la reforma se plantea la remoción de los funcionarios, pues será un mandato del constituyente, es decir, de un órgano reformador de la Constitución, y contra eso no cabe el amparo”.

El especialista destacó durante una entrevista radiofónica la importancia de la aprobación de una reforma electoral. “El último gran proceso de reforma electoral ocurrió hace 11 años. Lo que evidenciaron los comicios de 2006 fueron una serie de lagunas, de huecos que deben subsanarse desde la propia ley electoral, pues de no hacerlo muy pronto estaremos arrepintiéndonos”.

Refirió que esta nueva reforma que se plantea “es necesaria porque atiende el problema de la equidad en las contiendas electorales, el asunto del financiamiento a la política, se enfoca en el problema del acceso a los medios de comunicación y fortalece a los órganos electorales en términos de la fiscalización”.

Clemente Valdés explicó que una vez que las dos terceras partes de las cámaras de Diputados y de Senadores aprobaran la reforma electoral, “tendría que enviarse el documento a los congresos estatales para que cada uno lo estudie de acuerdo con las reglas de las constituciones locales y de las leyes orgánicas correspondientes, y al final voten para ver si se aprueba o no la reforma”.


Cuestiona si el Informe puede ser parte de una negociación sobre el futuro del IFE

“Honestidad política”, demanda Ugalde a Ejecutivo y Legislativo.

Vuelve a criticar los acuerdos alcanzados en el Congreso de la Unión sobre reforma electoral
ALONSO URRUTIA

Por segundo día consecutivo el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, cuestionó los alcances de las negociaciones que se llevan a cabo en el Congreso de la Unión sobre la reforma electoral, que involucran la remoción de los consejeros. Asimismo, hizo un llamado a la “honestidad intelectual y política” del Ejecutivo y el Legislativo, que acuerdan los alcances de dicha reforma:

“La celebración de un Informe de gobierno, en los términos previstos por la Constitución, y con la formalidad que amerita la investidura presidencial, ¿puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del IFE? Una negociación tan importante para el futuro social y económico del país, ¿puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con la reforma electoral?”, preguntó.

“Una negociación no puede reducirse a pedir cabezas”

Al término de la sesión del Consejo General del IFE, donde se presentaron los resultados de la consulta que realizó el organismo entre ciudadanos, Ugalde criticó que la reforma electoral se reduzca a la negociación de “las cabezas” de los consejeros y que esto lleve implícita la autonomía del organismo. A su juicio, eso implicaría tergiversar y trivializar el debate sobre el futuro de la democracia en México.

Deploró también que en la pretensión de los partidos políticos de remover a los consejeros electorales vaya incluida la marginación de temas sustanciales para la democracia mexicana, como es el hecho de qué hacer en torno a la penetración del dinero en la política. “¿Cómo evitar la perversión que se da cuando el dinero compra la política y a los políticos?”, volvió a preguntar.

–¿No se está dando un balazo en el pie Calderón al aceptar en una negociación la cabeza de los consejeros por la reforma fiscal?

–Yo haría dos preguntas como reflexión sobre el futuro de la democracia. La celebración de un Informe de gobierno, en los términos previstos por la Constitución y con la formalidad que amerita la investidura presidencial, ¿puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del Instituto Federal Electoral? Y la segunda es: ¿si la negociación política, tan importante para el futuro social, económico del país, puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con ella, como es la reforma electoral?

Ugalde acusó a los partidos políticos de trivializar el debate, al reducirlo a la discusión de “las cabezas” de los consejeros electorales. Criticó el hecho de que a pesar de ser una negociación de tal envergadura, lo que la sociedad conoce hasta ahora solamente es lo concerniente al cambio de los funcionarios del IFE, sin saber a fondo sobre el acceso de los partidos a los medios de comunicación y financiamiento, entre otros temas importantes.

Para el consejero presidente del IFE, con este tipo de negociaciones se corre el riesgo de mandar una señal en contra de la autonomía del propio instituto pues, insistió, el mensaje implícito con la salida de los consejeros es que se registró un fraude electoral. Ugalde apuntó que si se atiende a los dos argumentos vertidos para justificar la salida de los funcionarios –que hubo fraude electoral o que los consejeros perdieron la confianza ciudadana–, en realidad lo que se haría es mentirle al país.
La sociedad considera onerosas las campañas electorales

Señaló que el instituto realizó una consulta “ambiciosa” que involucró a más de 3 mil ciudadanos, la cual definió como el sondeo más importante que se haya realizado entre la sociedad. Por ello demandó que los partidos políticos atiendan los requerimientos que la sociedad hace en torno a la reforma electoral y que –según había dicho previo a la entrevista, durante la sesión del Consejo General— tenía que ver con lo onerosas que consideraban las campañas.

Ugalde expresó que existe consenso generalizado en torno a la necesidad de una reforma electoral, “siempre y cuando se resuelvan los problemas de fondo”, pero subrayó que en los términos actuales el Poder Legislativo está trivializando las discusiones sin abordar los temas que realmente interesan al país.

Finalmente, el presidente del IFE dijo que una negociación en esta condiciones, concediendo los argumentos que esgrimen los partidos de fraude electoral y pérdida de confianza en el IFE, sería tanto como “mentir a la historia del país” y proceder en un sentido en el que la autonomía del instituto está en juego.

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