jueves, junio 05, 2008

Mexicanos, cómplices de las FARC, “convicción” de Uribe

Molestia colombiana por asilo de Nicaragua

Notimex

Bogotá, 4 de junio. El presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez dijo hoy que su gobierno tiene la convicción que los cinco mexicanos que estaban en marzo pasado en el campamento del abatido guerrillero Raúl Reyes, en Ecuador, eran cómplices de las FARC.

En entrevista con la Radio Caracol, Uribe Vélez precisó que cuatro de los mexicanos que murieron en el bombardeo colombiano al campamento de Reyes, además de Lucía Morett, quien sobrevivió al ataque, estaban con un jefe terrorista que planeaba acciones contra los colombianos.

“Yo no sé cuál era el destino de esa acción, lo que sí sabemos es que ellos (los mexicanos) estaban en un campamento terrorista desde el cual se preparaban atentados contra el pueblo colombiano”, sostuvo el presidente de Colombia.

El mandatario señaló que su gobierno tiene “la convicción soportada de que esas personas (que estaban con el jefe de las FARC) por lo menos estaban en complicidad con el terrorismo”.

Comentó que la fuerza pública ecuatoriana entregó videos donde se mostraba a las cinco personas con uniformes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “en una actividad con la guerrilla, por lo menos de total complicidad”.

Consideró extraño que cuando la justicia ecuatoriana avanzaba en una investigación a las personas que sobrevivieron al ataque colombiano contra el jefe insurgente, el primero de marzo pasado, se aprobara el asilo de Morett y dos colombianas en Nicaragua.

Recordó que para trasladarlas a Managua, el gobierno de Nicaragua le pidió permiso a Colombia para sobrevolar su espacio aéreo porque supuestamente llevaba a una delegación oficial.

Colombia protestó ante Nicaragua el 14 de mayo pasado tras conocer que el permiso solicitado para el sobrevuelo de una aeronave con destino a Ecuador fue usado para transportar a las presuntas guerrilleras.

En aquella protesta, Colombia consideró “un acto inamistoso el amparo a personas sospechosas de apoyar a grupos terroristas, usando para ello una nave oficial de ese país”.

Según Colombia, en el avión fueron trasladadas dos presuntas guerrilleras colombianas que sobrevivieron al ataque contra el campamento de Reyes, a las cuales Managua les brindó luego asilo.

Reyes fue abatido en un bombardeo colombiano a un campamento clandestino de las FARC en Ecuador, en el que murieron otras 25 personas, incluidos cuatro jóvenes mexicanos y un ecuatoriano.

Nota: Ese afán de siempre ligar los términos terrorismo y guerrilla -que no son necesariamente sinónimos- cumple con la voluntad Bushiana de criminalización de la insurgencia popular: cuando la violencia es ejercida desde el poder es bienvienida, pero si la ejerce el pueblo debe ser erradicada a cualquier precio así sea violando la territorialidad de los países y asesinando civiles. Y no se trata de justificar a las FARC, pero nomás acordémonos del gran número de visitantes, estudiosos o no del fenómeno del zapatismo, legítimamente interesados en el levantamiento. ¡Cuántos mexicanos y extranjeros se movilizaron a los altos de Chiapas a ser testigos del movimiento indígena!. Aún en la actualidad esta realidad es motivo de estudio; y los que acuden a esta región del sureste no eran ni son guerrilleros, mucho menos terroristas. Será que la gente anda en busca de respuestas, de alternativas frente un neoliberalismo deshumanizador.

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