■ Ahora nos excarcelan porque somos inocentes, pero nadie nos ofreció disculpas, dicen
■ Sostienen que su salida del penal de Tacotalpa, Tabasco, es un triunfo de muchos
Tila, Chis. 3 de junio. La noche de este lunes fueron puestos en libertad los indígenas Francisco Pérez Vásquez y Ángel Concepción Pérez Gutiérrez, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quienes permanecieron encarcelados casi 12 años en la cárcel municipal de Tacotalpa, Tabasco. El 24 de abril pasado, el gobierno de Chiapas consiguió su traslado al Cereso número 12 de Yajalón, como paso previo a su liberación. No obstante, los mantuvo allí cinco semanas más.
Aunque alegre por verse al fin libre, Ángel Concepción saca unas cuentas nada alegres: “Estuvimos encerrados 11 años, 10 meses y 23 días, sin motivo”. Habla con tranquilidad. Después de tanto tiempo robado, “ahora tenemos tiempo para lo que sea necesario”.
Pero no omite un detalle: “Nadie nos pidió una disculpa”. Y peor aún, recuerda que todavía semanas atrás, un personero del mandatario tabasqueño Andrés Granier Melo les mandó decir que saldrían libres solamente si pedían perdón. Su respuesta fue rotunda: “Son ellos los que deberían pedir perdón. Y no a nosotros, sino a los pueblos indígenas de Chiapas”.
Entre sus planes inmediatos está volver a Guapacal, la comunidad fundada por ellos, donde los esperan sus familias. Septuagenario, don Francisco tiene siete hijos y muchos nietos; sólo de Ángel Concepción son ocho, con edades entre los dos y los 24 años. También planean seguir en la lucha. “Nos mantenemos como bases de apoyo zapatistas, y demandamos la libertad inmediata de todos los presos políticos de Chiapas”.
En su primera tarde libre en años, Ángel sostiene: “Se logró el objetivo. Fue como un dolor de parto muy largo, pero nuestra libertad es un paso más adelante”. Nunca dejaron de resistir, argumentar y exigir justicia. Ángel es capaz de repetir de memoria párrafos enteros de la sentencia, del expediente de su defensa y hasta de las leyes.
Con una condena de 25 años por un asesinato que no se demostró que hubieran cometido (nunca hubo investigación), y la decisión de no reconsiderar la condena por parte de tres gobernadores priístas de Tabasco, su caso se volvió eminentemente político. Fueron apresados en 1996, y sentenciados en 1998.
El EZLN siempre demandó su liberación. En 2001, cuando salieron de la cárcel en Chiapas todos los presos zapatistas, Ángel y Francisco permanecieron en prisión por consigna del gobierno tabasqueño y negligencia del chiapaneco. En febrero de 2006, el subcomandante Marcos los visitó en Tacotalpa e insistió en su excarcelación.
La situación de estos dos campesinos choles, originarios del municipio de Tila, recuperó relevancia pública en diciembre de 2007 durante el encuentro de mujeres zapatistas en el caracol de La Garrucha, y más aun cuando ellos se sumaron en marzo pasado a la huelga de hambre y ayuno efectuada en tres penales de Chiapas por unos 50 “presos políticos”, quienes demandaban su liberación, pues se consideraban inocentes. Quince de ellos permanecen en la cárcel.
Hablando como de costumbre a nombre suyo y de su padre, Ángel reitera su solidaridad con la Voz del Amate y la Voz de Los Llanos, a la vez que les agradece el apoyo recibido. Agrega: “Nuestra salida es el triunfo de una lucha de muchos. De la junta de buen gobierno, que siempre estuvo pendiente y exigió justicia. De la otra campaña en Tabasco, los hermanos de Pueblo Creyente y de la sociedad civil de la zona norte. También gracias a la solidaridad nacional e internacional”.
Al obtener la “libertad inmediata”, Ángel y Francisco fueron entregados en Yajalón a la organización Pueblo Creyente y trasladados a Tila, en cuya parroquia se encuentran actualmente. Este jueves viajarán a Tuxtla Gutiérrez para recibir sus documentos de liberación de manos del director de centros penitenciarios de Chiapas, Juan José Mora Mora. Aún se desconocen los términos legales de su liberación, pero se presume que el gobierno tabasqueño finalmente se habría desistido de los cargos.
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