Thelma Gómez Durán
El Universal
Domingo 08 de junio de 2008
Una fórmula desarrollada por científicos de la UNAM, con la que se podría crear un método alternativo de extracción de petróleo, sobre todo en pozos donde ha disminuido la producción, fue víctima de los cambios burocráticos en Petróleos Mexicanos (Pemex) y enviada al olvido.
Investigadores de la UNAM presentaron su aportación a directivos de Pemex en el sexenio de Vicente Fox. Pero los cambios de funcionarios en la paraestatal hicieron a un lado al proyecto y se olvidó. La amnesia ha durado más de cinco años.
Los doctores Mariano López de Haro; Jesús Antonio del Río Portilla, del Centro de Investigaciones de Energía, y Eugenia Corvera Poiré, de la Facultad de Química, desarrollaron la fórmula con base en principios teóricos de la física del siglo XIX.
Como el jugo de naranja
El trabajo comenzó en los 90 como asesoría a una tesis de doctorado y terminó en una fórmula que, en palabras de López de Haro, muestra cómo la ciencia básica, aquella que tiene que lidiar con teorías, es vital para solucionar problemas cotidianos.
Para entender la fórmula de los científicos de la UNAM se puede recurrir a un ejemplo común: preparar jugo de naranja.
“Al colar el jugo, se le dan golpecitos a la coladera para que pase todo el líquido; los golpecitos se dan en forma rítmica. Si se le pega a un ritmo adecuado va a salir el jugo más rápido. El principio de nuestra fórmula es exactamente eso: calcular cuál es la frecuencia óptima del golpeteo para que salga más líquido”. López de Haro explica que el valor de la fórmula radica en que permite calcular la frecuencia óptima de bombeo para obtener un aumento del flujo que se desea extraer, por ejemplo, petróleo.
Al realizar pruebas en laboratorio a partir de una sustancia con algunas características similares al hidrocarburo, los científicos comprobaron que la teoría sí funcionaba. “Lográbamos aumentar el flujo hasta 400%. Falta probarla fuera de laboratorio, en condiciones reales, en un yacimiento”.
Sólo reuniones
Un convenio de colaboración académica, científica y tecnológica entre la UNAM y Pemex, firmado el 29 de abril de 2002, permitió que los científicos pudieron acercarse a funcionarios de la paraestatal para explicar las posibilidades de desarrollar un método alternativo de extracción de petróleo.
En el otoño de 2002 hubo tres reuniones más con personal de Pemex Exploración y Producción, entonces dirigido por Luis Ramírez Corzo, quien en 2004 sustituiría a Raúl Muñoz Leos.
El funcionario que encabezaba las reuniones con científicos y representaba a Pemex era Fernando Rodríguez de la Garza. “El objetivo de las sesiones era ultimar los detalles para establecer un convenio de colaboración que permitiera probar la fórmula”.
López de Haro explica que el borrador del convenio señalaba que las primeras pruebas se realizarían en laboratorios de la UNAM. Después se harían experimentos en algún pozo petrolero.
Los planes nunca se concretaron, porque el convenio no se firmó. La causa: cambiaron de puesto a Fernando Rodríguez de la Garza, quien ahora es gerente de proyectos de explotación en la región marina noreste de Pemex, con base en Ciudad del Carmen, Campeche.
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