judith amador tello. Proceso
Heredero con sus hermanas del patrimonio artístico y natural creado entre 1948 y 1984 del siglo XX por el esteta inglés Edward James en Xilitla, San Luis Potosí, Plutarco Gastélum cuenta haber tenido que admitir con resignación y pesar que el onírico sitio no era autosustentable.
La entrada anual de casi 100 mil personas no daba para cubrir los 2 millones y medio de dólares que –dice– la Fundación Getty calculó para una etapa inicial de mantenimiento.
Así fue que escuchó, como el canto de las sirenas, la oferta de Roberto Hernández, miembro del Consejo de Administración de Citigroup y del Grupo Financiero Banamex, entre otras empresas, y vendió el sitio de alrededor de 30 hectáreas en 20 millones de pesos.
–¿Roberto Hernández lo buscó a usted?
–Sí, nos conocimos cuando estuvo haciendo una labor similar de conservación del sitio arqueológico de Tamtok. Lo conocí con el exgobernador Fernando Silva Nieto. Yo creía que le había enseñado el lugar y lo había convencido de que era una maravilla, pero para mi sorpresa él lo conocía desde niño, vino con su padre, el lugar ya había tenido cierto efecto sobre él.
A través de la Fundación Pedro y Elena Hernández (nombres de sus padres), el banquero –de quien se ha dicho es uno de los beneficiarios del Fobaproa y en cuya página en internet se destaca, además de su biografía, sus actividades y su “compromiso social”– participó junto con la empresa Cementos Mexicanos (Cemex), de Lorenzo Zambrano, y el gobierno de San Luis Potosí en la creación del Fondo Xilitla, que adquirió la zona conocida también como Las Pozas, localizada en la zona de la Huasteca.
Gastélum sostiene que jamás habría vendido el lugar a un particular y no consideraba en principio que le pudiera interesar al gobierno estatal. Comenta que no se requiere de “altas matemáticas” para admitir que haber aceptado 20 millones por un sitio valuado en mucho más, y que podría generar ingresos de 3 millones de pesos anuales por concepto de entradas, “parece mal negocio”.
Pero asegura a este semanario que le “pudo más en la conciencia” la conservación del sitio, y cuando se propuso la creación del fondo pensó que él estaría aportando también. Y quedó dentro de éste, aunque sólo en calidad de asesor. Su familia conserva la casa donde vivió Edward James, junto con su padre Plutarco Gastélum, convertida ahora en el hotel El Castillo, y piensa que si la zona se reactiva turísticamente podrá mantenerse sin desvincularse de James.
Nuevos dueños
El Fondo Xilitla, A.C., se integró en febrero de 2007, y según información de su sitio web tomó el “control administrativo de Las Pozas en enero de este año, teniendo como director local a Juan Manuel Fraustro, quien se desempeñó por más de una década como delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en San Luis Potosí”.
El fondo es presidido por Damian Fraser del UBS Investment Bank, y en su larga lista de miembros y consejeros figuran Gerardo Estrada, excoordinador de Difusión Cultural de la UNAM; el historiador Xavier Guzmán Urbiola, exdirector de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes; Margaret Hooks, autora de uno de los varios libros que se han escrito sobre James; Paloma Porraz, directora del Antiguo Colegio de San Ildefonso; Roberto Vázquez, secretario de Cultura del gobierno de SLP; Claudia Madrazo, esposa de Roberto Hernández; la galerista Mariana Pérez Amor, y la historiadora de arte Irene Herner.
Entrevistados vía telefónica por separado, Fraser y Roberto Vázquez coinciden en señalar que el fondo tiene dos objetivos centrales: potenciar el turismo en la zona y conservar las estructuras artísticas creadas por James. Para ello se ha calculado una inversión de 60 millones de pesos. El fondo se creó inicialmente con una aportación de 6 millones de pesos por cada una de las tres partes y se trabajará en la recaudación de más recursos tanto de la iniciativa privada como de instituciones públicas, nacionales y extranjeras.
El gobierno de San Luis Potosí declaró patrimonio estatal la zona y, según Vázquez, está buscando la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación para posteriormente proponerlo a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que esta semana le otorgó a la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, el nombramiento.
Esgrimen ambos entrevistados que la adquisición de Xilitla no representa ninguna forma de privatización. Al contrario –sostiene Fraser–, con James sí era un espacio cerrado al público, y no fue sino hasta que lo heredó Gastélum cuando se abrió a los turistas. Ahora son sus propietarios los integrantes del fondo: la Fundación Hernández, Cemex y el gobierno estatal.
Se le pregunta a Vázquez por qué el gobierno debió asociarse con la IP para el rescate. Responde que los “recursos no sobran”, y tuvieron antes buenos resultados en el rescate de Tamtok a través de un fideicomiso en el cual participan el INAH, el gobierno de SLP y la Fundación Cultural Banamex:
“Qué bueno que haya capital privado que quiera invertir en el rescate de nuestro patrimonio sin privatizarlo y sin explotarlo, sin abusar de su participación para transformarlo en algo utilitario. Creemos que eso no va a pasar, si no ha pasado en Tamtok, no veo por qué pasaría en el caso de Xilitla.”
Se le comenta entonces que en México la IP no se ha caracterizado por su “benevolencia”, sino por sus intereses. ¿Cuál será el beneficio para la sociedad potosina y para la población local de Xilitla?
leer la nota completa en:
http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=0&nta=60643
Nota: ¡Ese paraíso de arte surrealista enclavado en la Huasteca Potosina ahora en manos de Roberto Hernández! Ya no ve uno lo duro sino lo tupido de las privatizaciones, y que queden en las mismas manos de esos pocos que acaban reafirmándose como los dueños del país. Realmente es deprimente, exasperante. Y por supuesto, cómplice de todo el Estado. 30 hectáreas plenas de belleza natural entremezclada con obras nacidas de una inspiración desbordante conforman un lugar único, exótico, exhuberante. ¡30 hectáreas vendidas a 20 millones de pesos! El panista gobernador de San Luis ¿no pudo destinar mugrientos 20 millones de pesos para rescatar Las Pozas y conservarlo como espacio público? ¡El otro panista gobernador de Jalisco estaba dispuesto a donar 90 millones para una obra cristera! Para cultura, esparcimiento y conservación ecológica a disposición del pueblo nunca se tiene suficiente presupuesto. ¿Cuánto tiempo les tomará para que pongan su hotelote 5 estrellas y sus Sanborns, McDonalds, Walmarts y demás corporaciones para "dar satisfacción" a los turistas a modo que van a traer? Es el precio de la modernidad, dirá el gobierno siempre dispuesto a dar la espalda a la naturaleza y los pobladores originarios; habrá beneficios porque se dinamizará la economía, dicen los nuevos dueños. Y el pueblo ¿hasta cuándo va a aguantar?, ¿hasta cuándo va a decidir no dejarse?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario