El saldo de la inoperancia oficial
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
Si bien el gobierno federal consideraba inminente una pandemia de influenza, que acarrearía severos daños a la población y a la economía del país, el brote del virus A (H1N1) dejó al descubierto la inoperancia del gobierno de Felipe Calderón para poner en marcha un plan, elaborado desde el sexenio anterior, con el que México supuestamente estaba preparado para una crisis epidemiológica.
Sin tener la certeza sobre el número de fallecidos y, sobre todo, de las condiciones en que se produjo el contagio que alarmó y semiparalizó al país desde el 23 de abril, la sociedad mexicana se quedó en vilo cuando el gobierno federal anunció las medidas de emergencia previstas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una pandemia de influenza.
Desde una semana antes, el 16 de abril, debido a un inusitado incremento de los reportes de neumonía en Veracruz y Oaxaca, pero sobre todo en la Ciudad de México, el gobierno mexicano ya había emitido una alerta nacional de salud al organismo de las Naciones Unidas. Incluso, el personal médico del IMSS y del ISSSTE fue alertado entre los días 18 y 19 sobre la contingencia.
El aviso a la OMS confirmó que el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza, presentado por México ante el organismo en 2005, sencillamente no se había puesto en marcha porque sólo existe en el papel.
La bolita, a la OMS
Por haber dado esa alerta y por tratarse de un virus nuevo –cuya letalidad es menor que la inicialmente prevista–, el gobierno de Calderón ahora achaca a la OMS la responsabilidad de la propagación del organismo contagioso en el mundo, a pesar de que su gobierno desestimó el potencial del problema incluso en el Programa Nacional de Salud 2007-2012.
La doctora Carmen Soler Claudín, viróloga del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM y jefa de la Unidad de Investigación en Retrovirus Humanos que operó en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) entre 1990 y 2000, asegura que el gobierno mexicano presenta ante la OMS los planes como si se cumplieran.
"Es un engaño. Cuando sucede este tipo de cosas se les cae el teatro. ¿Por qué, si están tan bien los planes, se ha muerto tanta gente y en otros países no?", pregunta la investigadora con 25 años de especialización en VIH, en entrevista telefónica.
Según las cifras de la OMS, que tiene su sede en Ginebra y que trabaja con los datos que le dan los gobiernos, hasta el pasado viernes 1 de mayo había 367 casos confirmados de influenza en 13 países, de los cuales 156 eran de México, donde se habían registrado nueve decesos.
La noche del mismo viernes 1, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer que esas cifras eran en realidad más altas en el país: 397 casos positivos del virus A (H1N1) y 16 fallecidos; de los cuales 12 eran mujeres y cuatro hombres. De ellos, 11 fueron atendidos en el Distrito Federal, tres en el Estado de México, uno en Oaxaca y otro en Tlaxcala. Nueve de las víctimas tenían entre 21 y 40 años.
Hasta ese momento se habían realizado 908 pruebas, con 397 casos positivos; es decir, 43.7% de las muestras. Entre ellos se registraron los 16 decesos.
Este es un extracto del reporte especial que sobre la contingencia sanitaria publica la revista Proceso en su edición 1696 que empezó a circular este domingo 3 de mayo.
Sin tener la certeza sobre el número de fallecidos y, sobre todo, de las condiciones en que se produjo el contagio que alarmó y semiparalizó al país desde el 23 de abril, la sociedad mexicana se quedó en vilo cuando el gobierno federal anunció las medidas de emergencia previstas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una pandemia de influenza.
Desde una semana antes, el 16 de abril, debido a un inusitado incremento de los reportes de neumonía en Veracruz y Oaxaca, pero sobre todo en la Ciudad de México, el gobierno mexicano ya había emitido una alerta nacional de salud al organismo de las Naciones Unidas. Incluso, el personal médico del IMSS y del ISSSTE fue alertado entre los días 18 y 19 sobre la contingencia.
El aviso a la OMS confirmó que el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza, presentado por México ante el organismo en 2005, sencillamente no se había puesto en marcha porque sólo existe en el papel.
La bolita, a la OMS
Por haber dado esa alerta y por tratarse de un virus nuevo –cuya letalidad es menor que la inicialmente prevista–, el gobierno de Calderón ahora achaca a la OMS la responsabilidad de la propagación del organismo contagioso en el mundo, a pesar de que su gobierno desestimó el potencial del problema incluso en el Programa Nacional de Salud 2007-2012.
La doctora Carmen Soler Claudín, viróloga del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM y jefa de la Unidad de Investigación en Retrovirus Humanos que operó en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) entre 1990 y 2000, asegura que el gobierno mexicano presenta ante la OMS los planes como si se cumplieran.
"Es un engaño. Cuando sucede este tipo de cosas se les cae el teatro. ¿Por qué, si están tan bien los planes, se ha muerto tanta gente y en otros países no?", pregunta la investigadora con 25 años de especialización en VIH, en entrevista telefónica.
Según las cifras de la OMS, que tiene su sede en Ginebra y que trabaja con los datos que le dan los gobiernos, hasta el pasado viernes 1 de mayo había 367 casos confirmados de influenza en 13 países, de los cuales 156 eran de México, donde se habían registrado nueve decesos.
La noche del mismo viernes 1, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer que esas cifras eran en realidad más altas en el país: 397 casos positivos del virus A (H1N1) y 16 fallecidos; de los cuales 12 eran mujeres y cuatro hombres. De ellos, 11 fueron atendidos en el Distrito Federal, tres en el Estado de México, uno en Oaxaca y otro en Tlaxcala. Nueve de las víctimas tenían entre 21 y 40 años.
Hasta ese momento se habían realizado 908 pruebas, con 397 casos positivos; es decir, 43.7% de las muestras. Entre ellos se registraron los 16 decesos.
Este es un extracto del reporte especial que sobre la contingencia sanitaria publica la revista Proceso en su edición 1696 que empezó a circular este domingo 3 de mayo.
Al grito de "la PANdemia es estrategia de Fecal", marchan maestros en Oaxaca
PEDRO MATíAS
OAXACA, Oax., 1 mayo (apro).- A pesar de la alerta sanitaria, los maestros de Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) salieron a la calle no para conmemorar el Día del Trabajo, sino para lanzar consignas políticas en contra del gobierno federal.
A la marcha, denominada "Por la educación y la justicia en Oaxaca", se sumaron integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y de sindicatos federados.
A diferencia de años anteriores, los manifestantes, que portaban paliacates y cubrebocas, exhibían pancartas en las que se leía: "La PANdemia es estrategia de Fecal (Felipe Calderón)"; "La peor PANdemia en el mundo es el capitalismo"; "URO (Ulises Ruiz Ortiz) mató más que la influenza y la OMS no dijo nada", e "Influenza es un pretexto para el fraude electoral".
Además, afirmaron que "la influenza significa pobreza, abusos, negligencia, desinformación, explotación, militarización, impunidad y amarillismo".
Durante la marcha se registraron dos incidentes: uno, entre maestros y quienes realizaron "pintas" y secuestraron dos autobuses, y otro con los policías estatales que se encontraban en la avenida Eduardo Vasconcelos, a los que les arrojaron varios objetos y fueron correteados.
Al final, en un mitin realizado en el zócalo de esta ciudad, Santiago Chepe, dirigente de la Sección 22, cuestionó la "estrategia mediática" del gobierno respecto del caso de la influenza humana, "cuando en México prevalece la pobreza y la injusticia, problemas que de manera irresponsable han hecho caso omiso los gobiernos a nivel mundial".
Dijo que, al haber realizado la marcha, los maestros "seguramente serán calificados de irresponsables. Sin embargo, hoy hemos dado muestra de que no vamos a claudicar y, contra todos los pronósticos, el magisterio oaxaqueño salió a las calles para repudiar esta política de Estado".
A la marcha, denominada "Por la educación y la justicia en Oaxaca", se sumaron integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y de sindicatos federados.
A diferencia de años anteriores, los manifestantes, que portaban paliacates y cubrebocas, exhibían pancartas en las que se leía: "La PANdemia es estrategia de Fecal (Felipe Calderón)"; "La peor PANdemia en el mundo es el capitalismo"; "URO (Ulises Ruiz Ortiz) mató más que la influenza y la OMS no dijo nada", e "Influenza es un pretexto para el fraude electoral".
Además, afirmaron que "la influenza significa pobreza, abusos, negligencia, desinformación, explotación, militarización, impunidad y amarillismo".
Durante la marcha se registraron dos incidentes: uno, entre maestros y quienes realizaron "pintas" y secuestraron dos autobuses, y otro con los policías estatales que se encontraban en la avenida Eduardo Vasconcelos, a los que les arrojaron varios objetos y fueron correteados.
Al final, en un mitin realizado en el zócalo de esta ciudad, Santiago Chepe, dirigente de la Sección 22, cuestionó la "estrategia mediática" del gobierno respecto del caso de la influenza humana, "cuando en México prevalece la pobreza y la injusticia, problemas que de manera irresponsable han hecho caso omiso los gobiernos a nivel mundial".
Dijo que, al haber realizado la marcha, los maestros "seguramente serán calificados de irresponsables. Sin embargo, hoy hemos dado muestra de que no vamos a claudicar y, contra todos los pronósticos, el magisterio oaxaqueño salió a las calles para repudiar esta política de Estado".
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