13 de junio del año 2010.
BOLETIN
PASTA DE CONCHOS Y SME JUNTOS en la OIT, en la CIDH,
En la región carbonífera del Estado de Coahuila, desde hace poco más de un siglo comenzó a explotarse el carbón. Y desde entones, los mineros mueren en “accidentes”, hasta el 19 de febrero del año 2006, que explota la mina 8, Unidad Pasta de Conchos, concesionada a la empresa Industrial Minera México S.A.B. de C.V de Grupo México. Desde entonces, las familias iniciaron una larga marcha para que se castigara a los responsables de la muerte de su hijo, de su padre, de su esposo, de su pareja, de los 65 mineros que fallecieron. Por primera vez en la historia de la carbonífera se demostraba como señaló la OIT en su Informe (marzo, 2009), que el Gobierno de México es el responsable de la muerte de los mineros, es responsable de que no hubieran más sobrevivientes y es responsable de que el rescate de los posibles sobrevivientes en los primeros días fuera tan difícil porque su negligencia permitió a la empresa operar la mina sin cumplir con las normas de seguridad e higiene. Sin embargo, al Gobierno Mexicano no le importa que así lo señalen las familias, sus defensores, la sociedad, y la misma Organización Internacional del Trabajo.
La Organización Familia Pasta de Conchos, cumple hoy 1,582 días de exigir que se les haga justicia a los más de 600 familiares afectados por la explosión en la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos. Tenemos 1,156 días exigiendo que le sean devueltos a las familias los restos de los 63 mineros que la empresa cree que dejará en la mina. Tenemos 606 días exigiendo que se castigue a los responsables de la Mina Lulú por la muerte de Alfredo y Rogelio. Tenemos 576 días exigiendo que se castigue a los responsables del pocito Ferber por la muerte de Ramón. Y hoy cumplimos 25 días exigiendo que se castigue a los responsable de la muerte Jesús en el pocito Vertical 4. Y al Gobierno Mexicano no le importa ser responsable de la muerte de los mineros en Pasta de Conchos, y de entonces a la fecha, tampoco le importa si la mina o el pocito es clandestino o no, si tienen los permisos para extraer carbón o no; si los trabajadores estaban registrados o no en el seguro social; si probamos que hay niños menores de 16 años trabajando; si probamos que esclavizan en las minas de carbón a los trabajadores, sin baños, sin agua potable, sin regaderas, sin poder salir de ahí, sin que se les den alimentos hasta por tres y cuatro días.
Tampoco le importa si Oralia, viuda de Ramón se queda sola con tres niños recibiendo una pensión de 2 mil 800 pesos mensuales o si sobreviven con 3,200 pesos las viudas con tres hijos en Pasta de Conchos. Al Estado cada víctima le cuesta cuando mucho 700 pesos al mes. Poco más de lo que paga la Comisión Federal de Electricidad por una tonelada de carbón. En el año 2008, en plena crisis, los 10 mil mineros produjeron 10 millones 402 mil 658 toneladas que generaron 5,237 millones 795,100.00 de pesos. Es decir, mientras una víctima le cuesta al Estado cada año poco más de doce toneladas de carbón, cada minero saca 1040 toneladas, o lo que es lo mismo, los 8,400 pesos anuales de pensión de cada víctima, son migajas, frente a los 523,779 pesos que genera anualmente cada minero.
Nada le importa al Estado porque las madres y los padres, las esposas, las parejas, los hijos, las hijas, ni siquiera pueden reclamar justicia en ningún tribunal, porque “no tienen interés jurídico”, para las leyes de minería y para el Estado, no son víctimas. En este endemoniado sistema, sólo el gobierno, las empresas y el sindicato pueden reclamar justicia, y el sindicato minero nunca lo ha hecho. Es por eso que no respondieron favorablemente a las mesas que nos ofreció el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont. Eran sólo un señuelo para que no viéramos lo que les hacían a los trabajadores de Cananea, ni a los trabajadores del SME, ni a todas sus familias también víctimas de la ilegalidad y la violencia del Gobierno.
Lo que no puede ignorar el Estado mexicano es la crítica evaluación por la que acaba de pasar desde la semana pasada ante el Comité de Expertos en Convenios y Recomendaciones de la OIT, en Ginebra, donde nuestros representantes han recibido el apoyo de otras delegaciones sindicales y el Estado ha tenido que responder ante lo que sigue pasando en las minas de carbón.
La tragedia de Pasta de Conchos se re-escribe y se actualiza en cada minero que muere por la negligencia del Gobierno. Por eso estamos aquí y de aquí no nos vamos. No tienen voluntad alguna para resolver la injusticia centenaria contra las familias mineras del carbón, no quieren sujetar a las empresas nacionales y extranjeras que violentan los derechos de los trabajadores, de las familias, de las comunidades ni sujetarse ellos mismos al Estado de Derecho, a no ser que lo resuelvan en una instancia internacional. Si quieren que nos vayamos de este campamento, todavía les queda una opción, restituyan la ilegalidad y la violencia que han ejercido contra los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro. Entonces nos vamos. Mientras no lo hagan, éste campamento es nuestra casa. Nuestra agenda y nuestro corazón, se suman al SME y nos verán juntos en la OIT, en la CIDH, en cada marcha y en cada grito y juntos también celebraremos porque nos asiste la razón, la legalidad y la fortaleza para vencerlos.
A UNA VOZ, ¡RESCATE YA!
Organización Familia Pasta de Conchos
Pastoral Laboral de México
Contacto: familiapastadeconchos@gmail.com
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