Como es su costumbre, falseando la realidad con cifras falsas, el todavía secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, declaró ayer al periódico La Jornada, que “quienes critican la iniciativa de Reforma Laboral, parten de dogmas y no quieren reconocer la realidad”. Además, dijo que “la realidad ya rebasó a la Ley Federal del Trabajo, y en los hechos ya cambiaron las formas de contratación.”
El experto en telecomunicaciones y todavía secretario del Trabajo, mencionó: “el proyecto de reforma laboral podría enviarse al Congreso al mismo tiempo que esté en debate el tema energético”, argumentando además que tiene confianza a que “no despertará tantas pasiones, ni levantará polémica nacional, como el caso del petróleo, y que a lo mejor en su discusión no se logran los consensos, pero sí la mayoría”.
Como se desprende de las declaraciones de este funcionario, el gobierno federal no ha quitado el dedo del renglón y sigue insistiendo en “la necesidad” de una reforma a la Ley Federal del Trabajo, mostrando su total desprecio al rechazo que la nación mexicana ha manifestado a las reformas regresivas tanto en materia eléctrica, como en materia del petróleo y también en materia laboral.
Los trabajadores y muchos sindicatos han manifestado su rechazo al establecimiento de figuras regresivas en la Ley Federal del Trabajo, como el Contrato a Prueba, la multihabilidad y la subcontratació
Calderón y su aprendiz de secretario del Trabajo deben tener claro que aunque se nos acuse de “dogmáticos”, los trabajadores y los ciudadanos mexicanos no permitiremos que pase su propuesta de contra-reforma laboral. Nuestro rechazo no está motivado o fundado en “pasiones”, como pretende el señor Alarcón. Están fundamentadas en la experiencia y opinión de expertos en la materia, de trabajadores y de sindicatos que tenemos claro que el derecho del trabajo es un derecho inconcluso, y que, por lo tanto, las reformas a las normas laborales deben estar orientadas para enriquecer a la Ley Federal del Trabajo y no para mutilarla.
Por estas razones, en el mes de mayo del presente año, la fracción parlamentaria del PRD, en la Cámara de Diputados, convocará a un foro de análisis de la propuesta de reforma laboral de Lozano Alarcón, en donde demostraremos que esta propuesta pretende imponerle condiciones de Trabajo similares a las del porfiriato.
Vergüenza debería tener el todavía secretario del Trabajo en hablar de los derechos de los trabajadores, cuando es de dominio público su notoria inclinación para proteger los intereses del grupo México que jefatura Germán Larrea, frente a los reclamos de los trabajadores mineros por violaciones a sus condiciones de seguridad e higiene, con huelgas que cumplieron ya 9 meses en Cananea, Sonora, Taxco, Guerrero y Sombrerete, Zacatecas.
Muy curtida debe tener la piel el secretario patronal que ha guardado un cómplice silencio ante el alza desmedida del costo de la vida, que ha disparado los precios de una serie de artículos de la canasta básica obrera.
Si tuviera un gramo de dignidad, Lozano Alarcón debería presentar su irrevocable renuncia por su contubernio con el grupo México para no resolver la demanda de las viudas y familiares de Pasta de Conchos que exigen el rescate de los restos mortales de los mineros fallecidos.
Lozano Alarcón se niega a atender este derecho humano elemental, con argumentos que carecen de sustento porque sabe que al rescatar los restos mortales de los mineros se demostraría plenamente el homicidio industrial perpetrado por el poderoso grupo México.
A T E N T A M E N T E
Diputado federal José Antonio Almazán
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