por Pablo Moctezuma Barragán
El acto terrorista de Morelia y el baño de sangre de los últimos tres meses coincide con el avance del Movimiento en Defensa del Petróleo y busca crear un clima de pánico entre la población que ayude a justificar la ingerencia norteamericana en un México “ingobernable”: impulsar la militarización y medidas fascistas de control sobre la población para cerrar el paso al movimiento democrático que busca transformar nuestro país en un México soberano, en el que podamos vivir en bienestar, paz y seguridad.
El lunes 23 de septiembre en una cena con la Foreign Policy Association en Nueva York, Felipe Calderón señaló que si EU y México quieren ganar la guerra deben trabajar juntos, como socios cercanos y recalcó que los grupos de delincuentes en México representan una amenaza para la seguridad nacional de EU. Al día siguiente en la ONU habló del terrorismo y dijo que en el mundo actual hay desafíos que no reconocen fronteras. Así dio otro paso para la integración y subordinación militar de México ante EUA.
En el pasado México ha sido un país con una política propia que era capaz de oponerse a Washington: se negó a romper relaciones con Cuba, promovió el Tratado de Tlaltelolco contra la proliferación de armas nucleares, se rehusó a colaborar en la invasión a Corea y luego a la República Dominicana, etc.
En las últimas décadas Washington impulsó políticas a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para desmantelar la soberanía económica y política de México. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, significó la subordinación de nuestra economía, el ASPAN (Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte), la subordinación política. El neoliberalismo ha llevado gradualmente a la desintegración de México, en beneficio de EUA.
Fox y Calderón firmaron la integración en materia de seguridad y energética con George W Bush. Y muy agresivamente, EUA ha presionado a México para obligar a unirnos a su “lucha contra el terrorismo”, ayudar en sus guerras imperiales e implementar medidas fascistas que nieguen las garantías individuales.
Bush en 2002, al anunciar Las Estrategias de Seguridad de los EU, se adjudicó el derecho de actuar en todo el mundo para imponer la economía de mercado y garantizar la seguridad energética y atacar a quien considere una amenaza a sus intereses.
Luego del derrumbe de las Torres Gemelas, EUA organizó el Comando Norte en el año 2002. Este pretende incluir todo el territorio de América del Norte desde Alaska y Canadá hasta el sur de México, para “salvaguardar la seguridad de Norteamérica”.
Desde la firma del ASPAN el 23 de marzo de 2005, EUA ha insistido en incluir a México en el Comando Norte y en su “lucha contra el terrorismo”.
En México no se ha aceptado la integración al Comando Norte a pesar de los esfuerzos de Fox y Calderón en ese sentido. Y las presiones se han intensificado; en febrero de 2006, Negroponte, director de inteligencia de EUA, declaró: México junto con Haití se encuentra en la lista de países de alto riesgo, en cuanto a la penetración del narcotráfico y crimen organizado debido a la incapacidad del gobierno para combatir el clima de violencia e inseguridad que se ha hecho patente en la frontera norte, la cual es vulnerable a la penetración de terroristas.
Pero en aquellas fechas no podía hablarse de acciones terroristas en México. Aún así Bush y Calderón acordaron la Iniciativa Mérida o Plan México para subordinarnos militarmente a EUA.
Hoy, ante la situación mundial y de Latinoamérica los planes geoestratégicos de EUA incluyen necesariamente el control total de México. Como nunca antes les urge adueñarse de nuestro petróleo (Fox nos convirtió en el segundo proveedor de EUA), riquezas, población y territorio. Como plataforma para su lucha hegemónica.
En julio de 2008, luego de 58 años, EUA puso a funcionar la IV Flota Naval que cuenta con armas nucleares, para enfrentar la oposición de Venezuela, Bolivia, etc., en Latinoamérica y aspira a implementar bases militares en México. En Colombia ya tiene seis bases.
EUA haría cualquier cosa para crear el clima en el que nos incluyamos en “la lucha contra el terrorismo” que les ha servido de pretexto para invadir Irak y Afganistán e intensificar su guerra por el Imperio Mundial. Así se las gastan, recordemos los autoatentados para iniciar guerras: el acorazado Maine en Cuba, el golfo de Tonkin en Vietnam, hundimiento del Potrero del Llano y el Faja de Oro en el Golfo de México para integrarnos a la Segunda Guerra Mundial.
México y su pueblo —consciente, unido y organizado— sabrá enfrentar ésta amenaza de EUA. Defendiendo nuestra soberanía y desarrollando una verdadera lucha por la SEGURIDAD que para nosotros radica en la defensa de los derechos de todos. Y que traerá paz y justicia en México.
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