domingo, octubre 26, 2008

Seis asesores del FAP en la iniciativa opinan acerca de la reforma petrolera

Rolando Cordera

Luis Linares Zapata


Alejandro Nadal

Jaime Càrdenas




Intelectuales, expertos y juristas que participaron en la elaboración de la iniciativa de reforma del Frente Amplio Progresista (FAP) respaldaron la preocupación de Andrés Manuel López Obrador por los vacíos y omisiones en la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se pretende aprobar fast track este martes en la Cámara de Diputados.



Con excepción de Rolando Cordera Campos, quien dio a conocer las conclusiones del comité asesor del FAP en las que este grupo avaló los dictámenes que ya fueron aprobados por el Senado de la República, Jaime Cárdenas, Carlos Payán, Luis Linares, Alejandro Nadal y José María Pérez Gay coincidieron en que la negativa de incluir la prohibición expresa de otorgar áreas exclusivas del territorio a un solo contratista, abre el campo a las empresas trasnacionales para explotar los hidrocarburos.



Cárdenas, ex consejero electoral, confirmó que –tal como lo denuncia López Obrador en su carta pública de ayer– desde hace meses hay despachos de abogados que trabajan para las petroleras extranjeras, “que han seguido paso a paso los resquicios jurídicos que les permitirán invertir en Pemex”.



Jaime Cárdenas

Empresas extranjeras acechan Pemex


Es “totalmente cierto” lo que Andréz Manuel López Obrador denunció ayer, mediante una carta pública al pueblo de México, donde denuncia que las grandes petroleras, como Exxon, Mobil y Petrobrás, entre otras, están listas para invertir en Pemex. El pasado 7 de octubre participé en un seminario sobre la reforma petrolera, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y organizado por la Academia Mexicana de Derecho Energético.
Entre sus miembros hay despachos que trabajan para las trasnacionales del petróleo y han seguido paso a paso la reforma para conocer los resquicios jurídicos para que las grandes compañías petroleras inviertan y reciban todos los beneficios de la ley.

“A mí no me sorprende eso, porque desde hace tiempo lo he conocido, pero lo más grave es que estos despachos que trabajan para compañías petroleras extranjeras están integrados por abogados, muchos de ellos provenientes del área jurídica de Pemex.”

Es decir, “hay una simbiosis entre los abogados de Pemex con los abogados de estas empresas petroleras que analizan al dedillo, al detalle, cualquier resquicio en las iniciativas aprobadas para implementar a la brevedad inversiones que les beneficien”.

Cuestionado acerca del respaldo que el comité asesor del FAP dio a los dictámenes, a pesar de las fallas que después se detectaron, Cárdenas comentó que “hay varias cosas que son un poco extrañas en ese comité:
“Hubo un gran grupo de expertos, intelectuales, que participamos en la aprobación de la propuesta del FAP, éramos como cien, pero después invitaron sólo a una parte, como asesores, para que fuesen al llamado ‘cuarto de al lado’”.

En esa decisión, “lo que me sorprendió fueron dos cosas: en primer lugar que, por ejemplo, no hubiese uno solo de los ingenieros que más nos ayudaran en la redacción de las iniciativas del FAP, que es este grupo petrolero Constitución del 17, integrado por jubilados de Pemex, ni uno solo de ellos, ni el ingeniero Campo, ni el ingeniero Braicochea, ninguno de ellos estuvo en el “cuarto de al lado”. También llama la atención que no invitaran a abogados.
Entonces, “ese cuarto de al lado” se conformó con el sector más moderado de los intelectuales, como Rolando Cordera, el embajador Jorge Eduardo Navarrete y algunas personas cercanas a Andrés Manuel, como Mario di Costanzo o Claudia Sheinbaum. Creo que no quisieron invitar a los ingenieros ni a los expertos para que no pusieran muchos límites u obstáculos a la necesidad de aprobar cuanto antes la reforma petrolera; tampoco quisieron abogados o políticos, como Manuel Bartlett, que hubieran puesto muchos reparos en la redacción de los dictámenes.


Jaime Cárdenas reveló que en el “cuarto de al lado” no todos estuvieron de acuerdo con el pronunciamiento que leyó Rolando Cordera en el Senado. “Sé que, por ejemplo, Mario di Costanzo y Víctor Rodríguez, un experto en contratos, no estuvieron de acuerdo con el comunicado y por eso no lo quisieron firmar. No se ha dicho que hubo diferencias”.

Finalmente, el comunicado que leyó el embajador Navarrete en el Hemiciclo a Juárez –durante la asamblea del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo– “tampoco fue firmado por todos nosotros; es mi caso.
“No lo hicimos porque desde el principio advertimos muchas incongruencias, muchas ambigüedades; por ejemplo, se dice que los tribunales extranjeros y el derecho extranjero no se van a aplicar porque lo prohíbe la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, pero en la Ley de Pemex, en el artículo 72, párrafo 2, se permite que tribunales extranjeros y el derecho extranjero respecto de actos jurídicos internacionales en materia mercantil, puedan intervenir.”


Es decir, “no hay una prohibición total, absoluta, para que los tribunales extranjeros y el derecho extranjero se aplique”.



Como esa hay otras contradicciones y ambigüedades acerca de las filiales y los contratos, que pueden ser confidenciales, y el principal problema es la posible lotificación del Golfo de México en favor de compañías petroleras trasnacionales.

Sin embargo, fue muy fuerte el mayoritreo del punto de vista del grupo de expertos en favor de aprobar la reforma como estaba, como se pensaba dictaminar en el Senado, pero había también una minoría que decíamos “ojo, hay problemas”.

Y el fast track en la Cámara de Diputados es porque hay un interés del gobierno de Calderón de que esto salga cuanto antes.



Rolando Cordera

Conjurados, los riesgos evidentes de privatización


¿Sobre los riesgos de privatización? Yo todavía me mantengo en el documento que hicimos público esta semana y que firmamos varios miembros del comité que habilitaron los senadores de los partidos que forman el FAP.

Riesgos de privatización siempre hay; creo que los más evidentes y majaderos se conjuraron. Sigo pensando lo mismo; no he encontrado ningún argumento que me lleve a cambiar de opinión.


Me hubiera gustado que en la ley se prohibieran los bloques, pero no se logró, aunque esa posibilidad tampoco está permitida. Si bien para nosotros los ciudadanos lo que no está prohibido está permitido, para el gobierno no es así. Él sólo puede actuar conforme a lo que dice la ley y, hasta donde yo sé, la ley no está estableciendo que se vaya a dar la explotación y exploración del petróleo con base en bloques.


Lo que se elaboró confrontando las 13 líneas rojas de la reforma es un documento que publicamos hace varias semanas; lo confrontamos con lo que salió en los dictámenes y ahí hicimos un juicio más preciso respecto de lo que se logró, lo que no se logró y lo que implica riesgos en la materia. Yo lo revisé (el documento) hace dos días y me pareció bastante bueno e ilustrativo de lo que sustentó nuestro juicio.

–¿La reforma puede respaldarse plenamente?

Como dijimos nosotros, sí; respaldarse en los términos que lo dijimos. No se logró todo lo que se quería. Si se revisa ese documento ya específico, lo de las 13 líneas confrontadas con los dictámenes, se encontrará que hay puntos –y ahí decimos explícitamente– donde no se avanzó.

–¿Habrá un nuevo pronunciamiento de usted, en lo particular, o del comité asesor del FAP?

–La semana entrante haré los pronunciamientos que considere necesarios, pero no he hablado con mis amigos y colegas del comité porque salí de México. Le recuerdo que nosotros trabajamos a invitación del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, concretamente de Andrés Manuel López Obrador y los grupos parlamentarios que forman el FAP. Por lo que me toca, participaré en cuanta reunión sea necesaria, pero la verdad no sé qué va a pasar; después del jueves no he tenido mayor contacto con alguno de ellos.

–¿Cuál es su opinión del inicio de la resistencia civil?

–Fue una decisión que tomaron en la asamblea del hemiciclo. Respeto la movilización social, es muy importante que la haya, que no se le satanice ni se le eche a perder. Esta resistencia fue adoptada en función de esas opciones, en consideración de quienes asistieron. Yo no estaba ahí; como usted se imaginará, yo no estaba de acuerdo con que había que evitar la reunión del Senado donse se decidiría sobre los dictámenes, puesto que previamente yo los había apoyado.

Por lo demás, no tengo otro juicio adicional sobre la movilización, que siempre he apoyado.

No me parece que haya ningún fast track. Hubo un estudio y disposición de senadores, y el hecho de que los diputados estén dispuestos a aprobarla pronto me parece bien, salvo que (en los dictámenes) hubiera algún problema muy serio que yo no he encontrado.

Acerca de la carta de Andrés Manuel López Obrador, opino que lo que hacen las columnas financieras es diseminar especies, hipótesis y a veces especulaciones.

Lo que dice una columna respecto de lo que están tratando de encontrar las trasnacionales es una realidad, pero ya el curso (que le da López Obrador) me parece que es excederse en la interpretación.


Tampoco me sorprende que Shell y sus amigos anden buscando resquicios para hacer negocios con Pemex, siempre lo han intentado y en algunos casos lo han hecho, pero lo de los sistemas de bloques me parece que no es cierto que esté resuelto así como así. Hubiéramos querido que se prohibiera expresamente, pero no se logró, aunque tampoco está permitido.


Carlos Payán


El festejo de trasnacionales muestra el error a favor


El periodista Carlos Payán Velver consideró que fue un triunfo haber llevado al Senado el debate sobre la reforma energética, pero de pronto “todo lo están echando al drenaje”, con esa prisa por aprobar sin discusión la reforma en ambas cámaras.


Expuso que Andrés Manuel López Obrador tiene toda la razón en las demandas y planteamientos que ha formulado, pues existen “hoyos en la legislación que son muy graves”. En la negativa de los partidos, fundamentalmente PRI y PAN, de rediscutir el tema de bloques, se deja la impresión de que ahí hay una trampa en la que todo el mundo cayó.

Si las empresas extranjeras ya están festejando, es que ahí hubo una equivocación de los legisladores. Por eso, la movilización debe seguir, porque “es una vergüenza que después de la discusión espléndida que se dio en el Senado, y de que se logró modificar muchas cosas al final, quede ese hueco que puede echar a perder todo.

De ser así, “ya no se puede tener confianza en nada, no se puede volver a confiar y entonces hay que pensar en otras formas de lucha”.


Alejandro Nadal


La libertad otorgada a Pemex es privatizadora

En ningún caso veo que lo que se aprobó en la Cámara de Senadores, y que ahora se avalará en la de Diputados, sea una victoria de un principio nacionalista para convertir a Pemex en un instrumento de desarrollo.
En esta reforma, el tema de los contratos se debe revisar con cuidado; a veces pienso que mucha gente que habla de una victoria de esta reforma ni siquiera ha leído los dictámenes.


Toda esto es un intento por privatizar sui generis. En esencia, tenemos un esquema que le va a dar más autonomía a Pemex, es decir, sacar a la paraestatal de mayor control, pero a mí me parece que en realidad lo que necesitaba era un control sano. Esa libertad que se le está dando no la va a conducir a ningún lado más que al contratismo y efectivamente a la privatización paso a paso.

El Congreso ha mostrado una vez más al pueblo de México que es un organismo disfuncional. No hay ningún análisis serio de los dictámenes, entonces estamos utilizando todo lo que es el régimen legislativo para que sigan haciendo los grandes negocios. El país se nos está yendo de las manos, si no es que ya se nos fue la posibilidad de tener un desarrollo democrático para México algún día.

Tenemos que estar en alerta y sobre todo no empobrecer el debate político y económico, porque el problema no es sólo la autonomía de Pemex y los Pidiregas, como muchos piensan, sino algo mucho más amplio relacionado con el modelo económico que estuvo descansando al utilizar los recursos de Pemex. Entonces, el problema no sólo es la paraestatal sino toda una posición de política macroeconómica, monetaria, bancaria, financiera y fiscal.


La izquierda y la oposición en este país no han podido articular una opción de política macroeconómica creíble y ponerla sobre la mesa. Creo que eso es un problema muy grave.



José Ma. Pérez Gay

Problema, lo que se intente en las áreas exclusivas

Efectivamente, ganamos casi todo, como resumió el embajador Jorge Eduardo Navarrete, pero quedó abierta la puerta para la corrupción en Pemex, ya que los cinco consejeros del sindicato van a seguir ahí; además, está el asunto de los bloques, que nada impide que el gobierno los establezca después.

Como dice hoy Arnaldo Córdova, nadie está contra el mapeo de nuestra riqueza petrolera, de llevar un recuento de lo que queda y lo que hay por descubrir; el problema es lo que se intenta con ello.


No está en el cuerpo de la ley, pero desde hace tiempo vienen anunciando dichos bloques; en el debate legislativo no existen, pero tampoco se habló de ellos y se dijo algo que lleva a la suspicacia, sobre todo cuando los mismos del PRI hablan de incentivar a los inversionistas.


No creo que hayamos fracasado ante el éxito; lo que hemos hecho es puntualizar aun más las debilidades o, mejor dicho, los puntos todavía dudosos (de la reforma energética).

Lo que me parece más grave es el fast track en la Cámara de Diputados, y mi pregunta es: ¿por qué la prisa y por qué en sábado?


Nadie se había dado cuenta de que existían ciertos vacíos que no se podían llenar, sobre todo el asunto de los bloques o las áreas exclusivas para un solo contratista asignado mediante una variante de los contratos de servicios múltiples. Eso se tendría que haber discutido más.
Lo que nos faltó fue tiempo, pero si la Cámara de Diputados aprueba en comisiones un sábado, está mal y llama a la sospecha. Ya se aprobó en comisiones y el martes pasa al pleno. ¿Para qué tanta prisa?


Luis Linares


Hay razones suficientes para seguir la resistencia

Desde un principio, nosotros vimos que la reforma que se había acordado tenía ventajas porque habían aceptado la posición del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y la de los intelectuales, pero quedaban puntos pendientes, uno de los cuales era precisamente la pretensión de que los contratos de servicios múltiples aplicaran en Pemex. Es decir, la ley no los especifica dentro de la paraestatal, pero lo quieren trasladar a explotación de gas no asociado de petróleo.

Hay que recordar que existe una controversia constitucional que todavía no se resuelve para ver si esos contratos múltiples son anticonstitucionales; sin embargo, por esos subterfugios quieren (incluirlos) en Pemex.

Este aspecto, como dice López Obrador en su carta pública (difundida ayer en este diario), es de importancia suficiente como para que la protesta continúe y señale que la intención privatizadora no ha concluido.


La reforma que están aprobando sí contiene ese subterfugio para privatizar partes fundamentales, como la exploración y la perforación, que es uno de los aspectos fundamentales. Ganamos (para evitar la privatización) en refinación, transporte y almacenamiento y, por ello, el movimiento no da por concluida la protesta y seguiremos adelante.

El comité asesor del FAP dijo que podía avalarse el contenido de la reforma, (pero) hay un pequeño detalle oculto, porque es un subterfugio que no es claro; la gente que estaba en la negociación no pudo ver en ese momento que ese aspecto era sumamente importante, lo vimos con posterioridad.

Después de la vez en que salieron (Rolando) Cordera y todos los demás tuvimos una reunión, pero se juzgó como una debilidad menor, sólo que en ese lapso López Obrador trató de negociarlos vía el FAP, para que desde ahí se introdujera la iniciativa de ley, lo cual coincide con la votación de la gente en el Hemiciclo a Juárez para seguir la protesta y condicionar a ese punto todo nuestro apoyo a la reforma.

Nota: Sobre Rolando Cordera ya el FTE había advertido el peligro, ya que había sido intelectual salinista además de que sobre el Petróleo no era experto (desgraciadamente no es el único caso). Los compañeros del Frente de Trabajadores de la Energía también había señalado que ni todos los asesores eran expertos en el tema, ni todos los expertos en petróleo habían sido incluidos. Luego, como que a cada uno se les asignó una parte de tal manera que no se veía que todos los "expertos" hubieran participado en todo el proceso de elaboración y revisión de la propuesta. A final de cuentas ya varios están confirmando las sospechas, excepto Cordera, que aún no nota la privatización en los dictámenes. Casual, no?

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