La crisis globalizada
Mandó a la goma al chaparro
Que no era gripa o catarro,
que la economía blindada
Protegería a nuestro peso
La muerte le dijo: ¡un hueso!
Y a todo el gabinetazo
La flaca le dio un plomazo
La calaca entristecía:
Acercarse no podía
A aquel que llamaban Peje
A éste no hay quien lo deje,
Inútiles mis afanes!
siempre rodeado de juanes
de adelitas, de brigadas,
me relleva la tostada!
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