Jaime Richart
Todos somos de un territorio y tenemos un pasaporte por haber nacido en él o por haber nacido de madre nacida en él; es decir tenemos una nacionalidad por ius soli o por ius sanguinis: las demás formas de adquirirla son adoptivas. Así, somos alemanes, franceses, italianos, mexicanos o belgas. Los judíos no. Los judíos pueden ser alemanes o franceses o maoríes, pero por encima de todo son judíos. Ese título trasciende cualquier otro atributo. Y todo porque pertenecen al "pueblo elegido". Los demás somos gentiles.
¿Pueblo "elegido"? Y esto, ¿por qué?, ¿por quién?, ¿para qué? ¿Se tiene en pie ya esta patraña?¿No quedamos en que Dios es una fantasía, que pueda haber elegido a una raza, etnia o pueblo alguien que no existe? De todos modos, si hay quien lo cree, adelante. Pero los demás que no creemos ni en la historia sagrada ni en mensajes del cielo, tampoco hemos de amparar semejante impostura, como no secundamos la de cristianos, islamistas o testigos de jehová.
En estos tiempos el mundo entero juicoso y tocado de dignidad natural -me refiero al común no al institucional- soporta mal o rechaza toda clase de privilegios y distinciones. El otro, el académico, el asociado al poder es el que crea mitos o los potencia, pero siempre a título personal; las distinciones colectivas, porque el sistema está contra todo lo que huela a socialización o colectivismo, las repudia o las hace a regañadientes. Pues bien, en estas condiciones, los quebraderos de cabeza que da un pueblo supuestamente "elegido" por alguien que no existe, es el mayor de los absurdos si no fuera porque siempre está en medio de la tragedia que o soporta o inflinge. Yo creo que en Israel hay de todo menos judíos: los verdaderos judíos siguen repartidos por el globo. En Israel sólo hay sicarios del imperio y aliados, comandados a distancia por el lobby, la mafia o la secta judía yanqui, y por judíos que se han salido de madre en aquel Estado hecho con jirones usurpados al palestino.
De todos modos allí están desde 1948. Mientras, los gitanos (por hablar de una etnia también muy maltratada por la historia) no sólo no tienen un territorio en exclusiva, es que no tienen siquiera donde caerse muertos. ¿Habrá mayor agravio comparativo e injusticia que la civilización occidental trate de tan desigual modo a unos y a otros? ¿No sufrieron ambas etnias o razas o como quiera llamarse a gentes de la misma específica cultura, el mismo castigo, el mismo Holocausto en definitiva aunque de lo único que se habla es de uno solo?
¿No es hora ya de ir abandonando todo prejuicio y toda reverencia en torno al "hecho judío", máxime cuando quienes lo escenifican ahora matan salvajemente en Gaza a población civil pese a tener en sus armas la precisión que desean?
El establishment de Occidente, que pasa todo por el cedazo científico sin hacer concesiones, debiera barrer de un escobazo tantas consideraciones hacia un grupo humano que por unas u otras razones está empeñado en ser el verdadero y único protagonista de la Historia. Callar o permitir que ahora sean ellos los perseguidores implacables con medios absolutamente desproporcionados respecto a las armas que les atacan, es una absoluta aberración. Hay que desmitificar cuanto antes el pasado bíblico de hebreos, de israelitas y de sionistas, frente a los gentiles, y ha de atenerse Occidente sin dilación sólo al presente trágico que generan. Y ello sin que los que así opinamos, tengamos que ser por ello calificados de nazis o de antisemitas.
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