El jefe Diego está secuestrado y México también. A mi me preocupa en que desenlaza esta historia sobre Diego, pero mas me preocupa la situación de mi país.
Y es que ya éramos tantos y parió la abuela. Esta forma tan monotemática en que se van poniendo a la vista los problemas en México, no todos necesariamente de gran importancia, parece el cuento de nunca acabar.
Apenas el año pasado, por ejemplo, un supuesto terrorista que en realidad sólo traía una bruta peda, secuestra un avión y eso basta para que nos entretengan durante una semana en horario triple A con este alboroto que como tantos ocurren en este México donde nuestros gobernantes (de mayor peligro que el aparente terrorista), al darnos razón de ello, ponen frente a las cámaras unos semblantes de infinita seriedad que contrastan con sus humorísticas declaraciones.
Como ese hay muchos mas: la fábula del chupacabras, ese animal imaginario mitad Carlos Salinas-mitad Elba Esther Gordillo que ganó estatus de leyenda urbana por ser un depredador y tener garras tan peligrosas como las de cualquier político actual; o aquel de la vidente conocida como La Paca y utilizada por la PGR como su investigadora profesional; la historia de los tres náufragos que sobrevivieron por largos meses ante un contratiempo de esa naturaleza, a base de alimentarse con carne humana, según dijeron, y con sendas parvadas de gaviotas que sucumbieron ante su hambre y que a causa de eso ahora están en peligro de extinción allá por Australia.
O el hecatombe que nos anunciaban con la llegada de la influenza HN1, una enfermedad que si bien requería cuidado, fue el pretexto para acuartelarnos en una alienación social que no dejaba lugar para el menor cuestionamiento, pero si para jugosas ventas de cubrebocas, placebos y un gel comercializado en cantidades industriales que llegó para quedarse; o el homicidio en grado de tentativa contra Salvador Cabañas en el BarBar que al inicio parecía la mera consecuencia de un junior mal ocasionado como lo es el JJ, pero al pasar de los días afloraron mayores elementos para suponer una posible vendetta entre un grupo empresarial y sus ex socio televisa en medio de la cual quedó el Paraguayo como saldo de este pleito entre rufianes del poder.
De Paulette, ay dios, ni que decir. Únicamente sumarnos a la incredulidad generalizada y el descontento traído por las ineptitudes de la autoridad ministerial, quizá no tanto por las conclusiones a las que arribó ayudada por la ciencia, sino por haber desechado la línea de investigación que temía un suicidio decidido por la menor quien, al ver tanta armonía en el seno familiar, decidió cortar por lo sano y escapar por la puerta falsa.
Antes de acusar sin miramientos a nuestras instituciones que nos mantienen interrumpidamente al filo de la butaca en medio del suspenso para salirnos al final con una idiotez, habremos de pensar primero que las autoridades mexicanas en el fondo son generosas y, antes de resolver un caso con eficiencia, optan por entretenernos por unos días, de lo contrario esto no tendría chiste y cundiría la suspicacia si se antepusiera la prontitud y a la expeditez.
Ahora es el secuestro del Jefe Diego lo que nos trae en la congoja. Pero hoy que el Gobierno Federal y la oligarquía a la que pertenece el Queretano nos tratan de decir que esta vez si viene el lobo y que, contrario a las anteriores series que pertenecían al genero de la ficción, este largometraje si corresponde al México costumbrista, muy pocos lo creen o le restan seridad.
Y no se cree-al menos del todo-porque este país tiene años de estar secuestrado: lo secuestró la mentira, la demagogia, el abuso de poder, la desconfianza, la desesperanza, el hartazgo, la injusticia, la farsa, los cacicazgos, la burla, la desigualdad, la indolencia, la complicidad, la basura de políticos que se apoltronan en el confort de sus propios partidos: el hambre de muchos ante la gula insultante de unos cuantos.
Todo esto es lo que abona esos despiadados comentarios que se hacen en las redes sociales contra una persona. Todo eso es lo que provoca que no se confíe (ni por los propios allegados de Diego) en las autoridades encargadas de perseguir un delito de esta magnitud. Todo eso es lo que hace cada quien tenga y cada cual tenga su teoría sobre el móvil del secuestro de un hombre tan poderoso ayer, pero tan indefenso, tan nada en estos momentos.
La Guerrilla, el crimen organizado, un cartel en específico, el trueque entre una mafia (la que tiene secuestrado a Diego) y otra(a la que pertenece Diego y que gobierna a este país), son algunas de las muchas líneas de investigación que se atisban en los diarios, en los círculos de poder, en la clase política, en las voces de la gente de a pie.
Es preocupante que en este tragogordo nacional dos poderes-uno fáctico y uno legítimo- se hayan hecho a un lado. Televisa se silenció por cuenta "propia" como si también formara parte de la familia de Diego y no fuese un medio de comunicación que su fin es informar. A la PGR, el órgano del ejecutivo encargado de perseguir los delitos del orden federal, se le pidió-por las buenas-que se hicieran a un ladito porque las negociaciones serían de tú a tú entre los plagiarios y la familia de Diego. (Hasta ahorita todos hemos entendido que esa alusión a "la familia de Diego", es la familia consanguínea, no la familia política ni mucho menos la familia Michoacana).
Una familia que por el momento tan angustioso que están pasado, habrá que guardársele un mínimo de respeto. No sería yo de lo que aventarían el sombrero al aire si esta historia tiene un desenlace fatal. Pero tampoco soy de los que, aprovechándose de la ocasión, tratan-convencidamente o no- de volver ilustre a un hombre que tiene ganados a pulso los epítetos que uno pueda encontrar para un abogado y un político que se ha enriquecido gracias a traficar con todo el bastión que le permiten sus influencias.
Si por cada enemigo que este señor se ha echado a cuestas se abriera una línea de investigación, haría falta papel para hacer constar la comparecencia de todos ellos cuando fueran citados a declarar; sin embargo, resulta oportuno hacerles una pregunta a los rastreadores del paradero de Diego: ¿ya buscaron en su casa?
No mis amigos, no me estoy refiriendo al domicilio de tan ilustre señor, ni tampoco me dejo influenciar por la corriente Bazbazista, ni por los acreditados métodos de investigación policiaca que el caso Paulette nos aportó. Lo que pregunto es que si ya escudriñaron, como posible móvil, en las pugnas internas que se carga el Partido Acción Nacional, entre los doctrinarios y la ultraderecha de origen católico, la guerra intestina entre la ultraderecha misma, léase Tecos v.s. Yunque-Muro, que se disputan los restos de los "Legionarios de Cristo" que a su vez cuenta, solamente en México, con inversiones por más de setenta y cinco mil millones de dólares y que pudiera ser el verdadero telón de fondo de todo esto.
Hagamos memoria y recordemos que la llegada de Calderón a la candidatura del PAN a la presidencia, se logró a contrapelo de la postura de la ultraderecha panista que, en el 2005, constituía el pilar más importante del Presidente Fox ya que estos impulsaban a Santiago Creel como su candidato, de suerte tal que al ganar el actual presidente aprovechando su relación con la vieja estructura partidista, prácticamente se queda solo por lo que, al entrar a la presidencia, hizo acopio de todas las fuerzas políticas panistas que no tenían un origen en la democracia cristiana (los viejos sinarquistas), y con los grupos y posturas ideológicas de los fundadores del PAN, donde algunas vez anduvieron los padres de Calderón y de Gómez Mont mientras que el hoy secuestrado Fernández de Cevallos laboró por algún tiempo en el despacho del licenciado Manuel Gómez Morín, líder fundador indiscutible del panismo.
Ese distanciamiento entre los doctrinarios (gente con ideas políticas liberales) y la democracia cristiana (Yunque-Muro y Tecos), se refleja en la manipulación que la presidencia ha hecho de la dirección del PAN, la pugna del presidente con Espino Barrientos (cabeza visible de la corriente de ultraderecha citada), y se pone mucho mas álgido en la medida que se acercan elecciones que perfilan la elección del 2012.
En suma, hay más intereses en riesgo en la lucha interna de la derecha mexicana, que los intereses en riesgo en la lucha entre el Estado Mexicano y los cárteles del narcotráfico(si es que este sigue siendo uno de los considerados como posible responsable del secuestro de Diego) porque en la lucha de la derecha se juega el poder político más importante del país (la presidencia) y una cantidad de inversiones en millones de dólares, inconmensurablemente mayor que la de todo el narcotráfico mexicano junto.
Por eso no es de extrañarse ni resulta ocioso destacar las bravatas que sobresalieron en el marco de la XXI Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Acción Nacional, que se celebró en el Distrito Federal el pasado fin de semana:
"Lo que hay que hacer es reorganizar nuestras filas; por eso, lo que hay que hacer es dejar de dividirnos; por eso, lo que hay que hacer, es dejar atrás precisamente las rencillas, las disputas por los cargos, las disputas por los puestos políticos y unirnos para la gran misión de seguir sirviendo a México desde el Gobierno. Es la hora de que Acción Nacional despierte y vuelva a unirse nuevamente, como una sola fuerza; que demos la espalda a quienes pretendan dividirnos; que nos unamos más que nunca y vayamos por lo que es lo nuestro, que es el apoyo ciudadano", proclamó Calderón el sábado, sin destinatario aparente.
"Le tomo la palabra al presidente Felipe Calderón Hinojosa en su llamado a dejar atrás pleitos, resabios del pasado y todo aquello que pueda ser fuente de división en el PAN", reviró el domingo Santiago Creel, casi como admitiendo una alusión.
Dijo que es bueno que ese llamado venga por parte del Presidente de la República, dado que su grupo es el que ha venido ejerciendo mayoría dentro del partido.
"Y es importante que esa mayoría, hoy ya cambiada por la integración del nuevo Consejo Nacional, acepte apertura, acepte un diálogo, acepte el poder incluir a quienes han estado del otro lado de la mesa en cuestiones de índole interna, y que nos unamos todos juntos para enfrentar lo externo.
Es por eso que si se siguen todas las huellas de los responsables de este secuestro contra el encumbrado hombre, quizá pudieran conducirnos a los adentros de su casa. De su casa política. Y estar ahí muchas respuestas de lo que le está pasando a Diego, aunque no necesariamente las encontremos en las recónditas orillas de una cama.
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