Aclaman en Guinea al golpista Camara como nuevo presidente
■ El joven oficial amenaza con perseguir a ministros; el premier se entrega al gobierno de facto
■ La junta retira la promesa de convocar a elecciones en 60 días y habla de hacerlo en dos años
Conakry, 25 de diciembre. Multitudes de empobrecidos guineanos han proclamado al joven oficial del ejército, Moussa Dadis Camara, como su presidente, mientras los líderes del golpe se encontraban sin oposición qué enfrentar a cuatro días de la muerte del dictador Lansana Conté.
La creciente autoridad de la junta fue subrayada este jueves, cuando los miembros principales del régimen del líder fallecido han renunciado a sus puesto y se han entregados para ser detenidos en barracas del ejército.
Camara, el joven capitán del ejército que anunció que las fuerzas armadas tomarían el control del país pocas horas después de que se anunció la muerte de Conté, se autodesignó presidente de facto.
A primera hora del jueves, él le advirtió al primer ministro y a otros ministros que de no rendirse serían perseguidos. “Si llega el día de mañana y ustedes no se han presentado, organizaremos una búsqueda a nivel nacional para encontrarlos”, afirmó el capitán Camara en declaraciones a la radio.
Más tarde, la radio nacional transmitió en vivo que el primer ministro, Ahmed Tidiane Souare, quien no había sido visto públicamente desde que el martes desestimó un golpe de Estado en el país, se entregó a las fuerzas golpistas. Se reportó que el primer ministro declaró: “Estamos a su disposición”.
Desde temprano se informó que figuras prominentes del gobierno de Conté se reportaron a una base aérea bajo poder de la junta. “Todos (en el gobierno) han ido para allá”, señaló una fuente policial a Reuters.
La junta ya ha dicho que postergará las elecciones y la entrega del poder a un gobierno civil. La promesa inicial de ir a las urnas dentro de los próximos 60 días se ha retirado, y ahora la nueva autoridad afirma que los comicios se llevarán a cabo en algún momento “dentro de los próximos dos años”.
El golpe de Estado ha sido casi internacionalmente condenado especialmente por la Unión Europea, la ONU, Estados Unidos y la Unión Africana que han expresado su apoyo hacia líderes civiles de Guinea que rechazan la toma de poder. Una delegación del bloque regional de África occidental (ECOWAS) llegó presuntamente la noche del 24 a Guinea.
El líder del Parlamento, Aboubacar Sompare, quien según la constitución debió quedar a cargo del gobierno, ha llamado a la comunidad internacional a impedir que el golpe tenga éxito. Sin embargo, existen indicios en la capital, Conakry, de que la junta cuenta con significativo apoyo popular.
El miércoles, el capitán Camara, quien era un absoluto desconocido, fue aclamado por multitudes mientras paseaba por la ciudad y lo llamaban “Obama junior”.
“Sompare es la continuación de Lansana Conté”, afirmó Cozy Haba, de 49 años. “Reconozco que lo que estamos haciendo es un salto hacia lo desconocido. Pero para mí es mejor que Sompare, a quien desafortunadamente, conozco demasiado bien”.
Pese a tener la mitad de los depósitos de bauxita en el mundo, así como vastas reservas de hierro y fértiles tierras agrícolas, la mayor parte de la población de la ex colonia francesa sobrevive con menos de un dólar diario. el presidente Conté enfrentaba cada vez mayor descontento y su guardia presidencial abrió fuego en 2007 sobre una marcha, y mató a 150 personas.
El dictador guineano fue uno de los únicos dos gobernantes del país desde su independencia. Era famosa su forma incesante de fumar y era diabético. Durante años sus problemas de salud fueron bien conocidos. Tenía 74 años de edad, pero se negaba a confirmar su edad oficialmente. Conté tomó el gobierno del país en un golpe sin sangre cuando se autonombró presidente tras la muerte del anterior gobernante, Ahmed Seko Touré.
Tanto el gobierno de Conté como de su antecesor se caracterizaron por la paranoia, la corrupción y la caída en los estándares de vida. El país fue exportador de alimentos hasta su independencia, en 1959, pero su población, de 10 millones de habitantes, se encuentra entre las más pobres del mundo.
Conté, en la costumbre que tienen en común los “hombres fuertes” de África, como Robert Mugabe, en Zimbabue, orquestó varias elecciones trucadas con el fin de reforzar su autoridad.
Conté, quien también es ex oficial del ejército francés, iba a ser enterrado este viernes en su pueblo natal. En una aparente demostración de autoridad, el capitán Camara y su junta formada por 32 hombres que se autodenomina el Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo, llevará a cabo un “fastuoso” funeral para el fallecido presidente.
Conté murió el lunes por la noche, pero no ha habido funeral alguno pese a la costumbre musulmana de sepultar a los muertos dentro de las primeras 24 horas después del deceso.
El fallecimiento del dictador y el levantamiento posterior ha puesto un enorme signo de interrogación junto a la multimillonaria inversión de una de las más grandes mineras del mundo. Rio Tinto planeaba invertir 6 mil millones de dólares en el proyecto de explotación de hierro de Simandou, pero pospuso sus planes a principios de mes como parte de un esquema de recorte de gastos.
Se consideró que la inversión estaba en riesgo debido a la forma arbitraria en que el anterior gobierno hacía negocios. El régimen de Conté tenía la costumbre de reordenar las concesiones unilateralmente y repartir porciones lucrativas de los proyectos de minería a consorcios rivales.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
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