martes, diciembre 23, 2008

De oficio de papel

Lunes 22 de diciembre de 2008

*La corrupción corporativa de Siemens en México

*Una década de contratos amañados con gobierno

*Las omisiones de Secretaría de la Función Pública

Miguel Badillo

Al menos durante la última década el nombre de la compañía alemana Siemens ha estado vinculado con escándalos de corrupción en México. Desde las licitaciones para trenes suburbanos, la adquisición de equipos altamente sofisticados para el IMSS, las turbinas y equipos para la generación de electricidad y hasta los monumentales contratos con Pemex, Siemens se ha convertido en uno de los principales contratistas del gobierno federal.



Tan sólo Siemens Innovaciones, dedicada a la construcción de subestaciones eléctricas y suministro de equipo electrónico, tiene contratos por un total acumulado entre 2005 y 2008 de mil 521 millones 644 mil 741 pesos, entre licitaciones, invitaciones y adjudicaciones directas, de acuerdo con los reportes públicos y actualizados de Compranet.

De hecho, por asignaciones directas Siemens obtuvo poco más de 196 millones de pesos, una cantidad nada despreciable por sólo presentarse a proveer equipos y sistemas para el gobierno federal, sin someterse a un proceso de licitación en el que concursen otros participantes.

Siemens Power Generation, Siemens Westhinghouse Power Corporativo, Siemens Dematic (una compañía de materiales), Siemens Healthcare Diagnostics y Siemens Metering (dirigida a la comercialización de sistemas y reactivos para el diagnóstico clínico con contratos por 3.8 millones de pesos), son otros de los nombres con los que el grupo alemán concentra aquí los contratos con el gobierno mexicano.

Hace más de un año, cuando se descubrió que la firma se había movido en un camino lleno de prácticas de corrupción, el diario El País escribió: “Cuando un enfermo de Alemania tiene que someterse a una tomografía, lo último que ve antes de que lo introduzcan en el tubo es la palabra Siemens en el aparato. Si un viajero sube a un tren de alta velocidad, la locomotora será de Siemens, si usa un electrodoméstico o necesita gasolina, allí estará el nombre de Siemens”. Algo así sucede con México y por ello lo preocupante de la investigación iniciada hace más de un año en Alemania y Estados Unidos y que hoy concluye con datos reveladores de la corrupción que practica esta empresa germana.

Fue a medidos de la década de los noventas cuando un alto directivo de Siemens me dijo en una entrevista que para el grupo alemán la contratación de comisionistas era un mal necesario. De otra forma, aceptó, en México era prácticamente imposible obtener contratos si no es mediante el soborno, el chantaje y la corrupción. Por esa razón, Siemens ya tomaba en cuenta, como parte de sus costos de operación, esas comisiones por 10 a 20 por ciento del monto total de cualquier contrato. En su momento, compañías mexicanas como Bufete Industrial también denunciaron dichos problemas de corrupción mientras Siemens cerraba sólidos contratos con Pemex (en asociación con Tribasa), CFE y el IMSS, en donde por cierto se generó una gran controversia al revisarse las condiciones bajo las cuales se otorgó un gran contrato por parte del IMSS para la adquisición de equipos de radiología por más de 20 millones de dólares en la época de Hangs Georg Pauli, el director de Siemens en México, que participó en esa empresa por más de 17 años. A este directivo se le vinculó frecuentemente con el comisionista Jaime Camil y, por supuesto, con el Grupo Tribasa, con el que buscó obtener importantes contratos en el sector petrolero.

Una década después, una investigación de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés), revela y confirma que Siemens hizo de dichas prácticas de corrupción un estilo de cerrar negocios en América Latina y de acelerar sus ganancias.

Entre marzo de 2001 y el 30 de septiembre de 2007, Siemens habría realizado al menos 4 mil 283 desembolsos ilegales para cerrar contratos en México, Venezuela, Bangladesh, Vietnam, Nigeria, Argentina, China y Rusa.

Siemens pasó del “capitalismo de cuates”, definido por el premio Nóbel de Economía Joseph Stigliz como el predominio de relaciones extra corporativas o de negocios, a las prácticas institucionales y declaradas de corrupción. Tan las institucionalizó, que la SEC descubrió que en sus reportes anuales presentaba los pagos a sus comisionistas como servicios de consultoría, los cuales, incluso, respaldaba con facturas. Vaya cinismo.

El breve pero contundente expediente que se dio a conocer este fin de semana a través del portal de la publicación periodística El Semanario, asegura que en la segunda mitad de 2004 Siemens PG y Siemens S.A. de C.V realizaron tres pagos ilícitos separados a un consultor no identificado en Pemex. Se asegura, además, que una parte de ese dinero fue entregada por el “consultor” a un alto funcionario de Pemex que estaba en posición de influir en el acuerdo para obtener contratos. El director de Siemens en la región de Mesoamérica, Hans Joachim Kohlsdorf – un ejecutivo de origen alemán nacido en Colombia – habría estado al tanto de esos pagos que sirvieron para que Siemens obtuviera un contrato que recibió financiamiento del Eximbank de EU.

La querella de la SEC no precisa si dichos contratos se alcanzaron en la gestión de Raúl Muñoz Leos o durante la gestión de Luis Ramírez Corso, quien llegó a la paraestatal en noviembre de 2004. Sin embargo, por las fechas señaladas había sido la gestión de Muñoz Leos la que conoció sobre los contratos de Siemens en Pemex.

En el ojo del huracán, sin duda, se encuentran ya algunos de los consejeros independientes de Siemens como Arturo Fernández del ITAN o Francisco Garza Zambrano, quienes, al menos, tendrán que asegurar que, por supuesto, no estuvieron al tanto de las prácticas de corrupción de la firma alemana.

En México, la SEC revela que los pagos se habrían generado para alcanzar un “arreglo” entre Siemens y PEMEX se originaron en la disputa entre esta última y el Consocio Proyecto Cadereyta, formado por la alemana, la coreana Sunkyong Engineering y Tribasa.

No hay comentarios.: