domingo, noviembre 26, 2006

Blancornelas. ZETA. LIBRE COMO EL VIENTO.

Blancornelas
Sergio Sarmiento

Los medios ponen en riesgo su credibilidad "cuando se empeñan en defender su teoría aunque esté equivocada. Simplemente porque la dieron primero".
J. Jesús Blancornelas
El periodista potosino J. Jesús Blancornelas hablaba con un tono de voz bajo. Había que esforzarse para escucharlo. Pero el volumen de voz no era indicativo de su valor. Pocos periodistas, de hecho, han demostrado el temple que él tuvo.
Blancornelas falleció ayer por la madrugada. Estaba en cama, en un hospital, rodeado de los miembros de su familia. El pasado 13 de noviembre acababa de cumplir 70 años. Fue un milagro, sin embargo, que no cayera víctima de las balas de un asesino.
En unos cuantos días más se cumplirán nueve años de ese 27 de noviembre de 1997, cuando un grupo de sicarios vaciaron sus armas sobre la camioneta en que se transportaban él y su amigo y escolta Luis Lauro Valero. Blancornelas salió vivo, con cuatro balas en el cuerpo; Valero falleció en el ataque.
No era ésta la primera vez que la violencia rondaba a Blancornelas. El 20 de abril de 1988 fue ejecutado su compañero y socio Héctor Félix Miranda, "el Gato Félix", columnista del semanario Zeta. El 22 de junio de 2004 cayó asesinado Francisco Ortiz Franco, editor de la publicación. A pesar de los ataques, Blancornelas mantuvo siempre su independencia periodística.
Blancornelas fue durante décadas un periodista molesto para los políticos, narcotraficantes y corruptos de Tijuana, Baja California y el País. Sus cuestionamientos a los gobernadores de los años priistas fueron mucho más allá de lo que se consideraba aceptable en las décadas en que la censura era la norma en el País. En 1977 fundó el periódico ABC, pero una huelga aparentemente promovida por el Gobernador Roberto Lamadrid le hizo perder el diario. En 1980 reincidió y creó Zeta.
Tras la muerte del "Gato" Félix, Blancornelas acusó a Jorge Hank Rhon de haber estado detrás del homicidio. Fueron procesados y condenados por el asesinato Antonio Vera Palestina, jefe de seguridad del Hipódromo de Agua Caliente de Tijuana, propiedad de Hank, y dos de sus pistoleros. Pero aunque no se encontró un móvil que hubiera llevado a estas personas a realizar el homicidio, las autoridades no siguieron las pistas que apuntaban hacia una orden de Hank, el empresario más próspero de Tijuana, hoy Alcalde la ciudad, quien había sido duramente criticado por Félix.
Los artículos de investigación de Blancornelas y sus reporteros sobre el cártel de los Arellano Félix han sido considerados como la razón del atentado de noviembre de 1997. Pero ni entonces ni después dejó Blancornelas de llevar a cabo investigaciones sobre el narco y sus consecuencias. Si bien en abril de este año Blancornelas dejó el mando de Zeta, todo el mundo en Tijuana identificaba al semanario directamente con él. Y las coberturas seguían siendo tan duras como el primer día. Ayer, el tema de portada de Zeta hablaba de la violencia y las ejecuciones cada vez más frecuentes en Tijuana. El artículo se titulaba "Huyen a San Diego empresarios y narcos".
Blancornelas no sólo era valiente frente a los políticos y los narcos, sino también frente a las posiciones "políticamente correctas" de los medios. Tal fue el caso del homicidio de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en Tijuana el 23 de marzo de 1994, y que él investigó a fondo. De hecho, en abril de 1994, Blancornelas se convirtió en el único periodista en entrevistar en Almoloya a Mario Aburto.
A pesar del dogma mediático que afirmaba que Colosio tuvo que ser asesinado por una conspiración urdida por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Blancornelas demostró en varios trabajos periodísticos y en el libro "El tiempo pasa: de Lomas Taurinas a Los Pinos" que Aburto fue un asesino solitario. Poco le importó que sus conclusiones no fueran populares. La información de sus investigaciones era contundente.
Otro ejemplo de cómo Blancornelas se negaba a ceder ante la dictadura de lo políticamente correcto lo muestra su salida como columnista de Milenio Semanal. En mayo de 2004 recibió documentos que supuestamente vinculaban al ex Gobernador de Veracruz, Patricio Chirinos, y al actual coordinador del Sistema Nacional de Seguridad, Miguel Ángel Yunes, con un presunto narcotraficante. Tras cotejar la autenticidad de los documentos, encontró que éstos eran falsos, pero la revista Proceso los dio por buenos en un reportaje. Blancornelas escribió una columna en la que señaló la falsedad de la información, pero Milenio Semanal se negó a publicarla por el cuestionamiento a Proceso. El periodista mandó el artículo a otros periódicos y dejó de colaborar con Milenio Semanal.
Blancornelas dejó de existir ayer, pero ahí están sus enseñanzas. Nos mostró la importancia que debe tener para un periodista mantener la independencia frente a cualquier presión, incluso frente a los dogmas de los medios. Nos enseñó también que no es necesario hablar fuerte para ser un buen periodista: simplemente hay que hacer bien el trabajo de investigación y tener el valor de publicar la verdad.

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