Lo peor apenas inicia

Milenio Diario, 12 dic. 2006
A ciencia cierta
Arturo Barba
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Lo peor apenas inicia
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Cuando pensábamos que el peor sexenio de la historia ya había pasado, Felipe Calderón nos demuestra que aún se puede empeorar. El presupuesto a la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura han recibido su primer revés. Se muestra el desprecio por estos sectores y se privilegian los recursos a la Policía y al Ejército.

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Mientras la Secretaría de Seguridad Pública recibe incrementos a su presupuesto superiores al 50 por ciento, la ciencia sufre recortes de más de 800 millones de pesos y las universidades públicas, como la UNAM y el IPN, tienen recortes importantes.

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El mensaje es claro: se apuesta a la represión y se desprecia la formación de mentes y talentos.

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El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2007, enviado por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, plantea un recorte superior a los 800 millones, al pasar de 30 mil 599 millones de pesos que tuvo en 2006, a 29 mil 764 millones para 2007.

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Si ya de por sí a lo largo de los seis años del gobierno de Fox se había reducido gradualmente el presupuesto al sector, Calderón retrocede aún más.

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Afortunadamente, la Cámara de Diputados, como lo hizo el sexenio pasado, puede corregir, en parte, el presupuesto para la educación y la ciencia, evitando una caída más estrepitosa.

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Con esta propuesta, y a pesar del recurrente discurso retórico de respeto a la ley, Calderón, al igual que su antecesor, falta a la Ley de Ciencia y Tecnología, pues desde 2004 la legislación establece como obligación del Estado alcanzar una inversión del 1 por ciento del PIB en el sector.

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Este ejercicio fiscal representaría una caída del 0.37 por ciento del Producto Interno Bruto destinado al sector a cerca del 0.35 por ciento, cifra muy por debajo del 1 por ciento recomendado por de organismos internacionales como la OCDE y la Unesco.

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Así, México queda aún más rezagado en el concierto internacional pues naciones con un desarrollo similar al nuestro destinan más recursos, como Brasil, el 0.95 por ciento del PIB; Costa Rica, el 1 por ciento; China y España, el 1.5 por ciento.

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La ignorancia de los gobernantes y políticos es preocupante pues ignoran que la ciencia es clave del progreso de las naciones, que es la única palanca segura y estable del desarrollo económico, educativo y cultural.

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De no revertirse esta retrógrada medida, el futuro del país estará en riesgo y seguiremos estando en el subdesarrollo.